miércoles, 6 de abril de 2011

Y otro más lejos

Sí, ayer volví a tener que apagar velas, porque es lo que tiene haber nacido y seguir vivo, que cumples años. El número es lo de menos, porque en nada cambia si he cumplido veinte o veinticinco. Este año, como el pasado, como hace tres, paso mi cumpleaños fuera de España, en la que parece tradición y costumbre a consolidarse.

Y lejos, las cosas se ven cercanas y lejanas en función de la importancia que las demos. La distancia es casi una casualidad, un accidente. Estar cerca es algo que se busca. Estar lejos, algo que sucede. Cada vez más cerca, cada vez más lejos. Una suerte, una desgracia. Y yo cada vez más maduro, más viejito...

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