jueves, 31 de diciembre de 2009

tl;dr

Otra forma de resumir el año... Buscar el minuto determinante, el hecho clave, aquello que hizo que todo girara de otra forma, o que se acelerara, o que el avión cayera en picado. El momento de descorchar champán, o el momento de estrellarnos contra el muro. El momento de fluir como hoja en el río, o el de matar a la vieja. El momento en que los focos me apuntaron a la cara, y lo único que hice fue desaparecer por detrás del telón, o en el que recité el mejor monólogo de la historia. El punto concreto en que dejé de ser público y fui autor, o el punto en que dejé de ser rey, y fui peón. El gesto que hizo que todo dejara de fluir y pasara a doler, o que todo lo que dolía sanara de improviso.


El minuto que saldría en el resumen anual de televisión, entre Solbes diciendo que no hay crisis, el Barça ganando al Madrid y Obama siendo la nueva esperanza blanca. El titular que los periódicos repetirían, cada uno con su versión, claro.

Poder resumir un largo discurso sobre el año lleno de detalles en una única frase.

Mi momento queda guardado en la intimidad, claro está. No creo que se olvide en breve... O sí, ojalá...

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Preuvas

En tres horas debería estar en la puerta del Sol, tomando las pre-uvas. No es que me hayan traido mucha suerte cuando he ido, pero es una tradición que me hace gracia, la forma de celebrar el cambio de año con los amigos antes de celebrarlo con la familia el día siguiente.

En tres horas debería estar ahí, en vez de estar en Paris, pero bueno, es lo que toca este año. El año pasado pasé aquí la navidad, éste, los días intermedios. Estoy ausente de Madrid, donde debería haberme pasado algún día, que hay gente por allí a la que apetece ver, y mucho!

Mañana, nochevieja... primera vez, en muuuuchos años, que no tengo ni idea que hacer, ni si hacer algo. En fin, a ver si me entero si hay algún plan...

Fin de año raro este, sin duda...

Sed felices, disfrutad de los familiares, de las cenas, de las uvas, de todo! 

martes, 29 de diciembre de 2009

Feliz año!

Ahora, lentamente, date la vuelta. Despacio, que no se asusten los que van detrás, que no se den cuenta lo que vas a hacer. Detente. Un paso atrás, subete a un bordillo, o a ese banco de ahí mismo. Y miralos. Detrás, quietos, inmóviles e inalterables se han quedado otros trescientos sesenta y cinco días. Otra vez.

¿ Te acuerdas de aquel ? Como para olvidarlo. Ese día será de los pocos, dentro de unos cuantos años, que te traiga una sonrisa a la boca. Esos días del fondo, tan pálidos, fueron una enfermedad. Aquellos de más allá, días en los que el sol nunca llegó a ponerse y no acabaron. Ese día tiene esa cara por aquella chica, ¿ la recuerdas, verdad ? Espero que ella ya te haya olvidado, por tu bien.

No te pongas a contarlos, a ver si fueron más días buenos o malos, hombre! Eso creo que ya lo sabes, eso ya te lo dice tu propio pecho si el año fue bueno o malo. ¿ Lloras ? Sí, entiendo, esta claro que sabes bien como ha ido todo...

Piensa en lo que quieres ver dentro de otros trescientos sesenta y cinco días subido en otro banco. Piensa donde quieres que esté ese banco. Piensa que es lo que sueñas con poder alcanzar este año. 

Y obra en consecuencia de una vez. Deja de ser un cobarde...


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Con un poco de adelanto, pero por si acaso... Feliz año 2010 para todos.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Día de los inocentes

Venga va, una inocentada... ZP y Aguirre se casan. No, no, ya se, tengo otra mejor: El Real Madrid compra al Barça, que pasa a ser su filial. U otra, mucho más graciosa, a ver como la ponemos... El paro desciende, los pisos pasan a costar lo que realmente valen, los sueldos dejan de ser miserias. Los occidentales dejamos de bombardear otros paises, de conchabarnos con estados asesinos de medio pelo por intereses económicos. Las leyes vuelven a surgir de los ciudadanos, y no de los que tienen dinero para hacerse oir. Nadie mata por un dios, sea del color que sea. Deja de importarnos si alguien es hombre o mujer, salvo a la hora del sexo, claro. Y nos la suda el color de la piel. Perdonamos en vez de odiamos, hablamos en vez de discutimos, actuamos en vez de quedarnos delante de la tele escuchando demagogia barata.

Nada, dejadlo, que lo de ZP y Aguirre es mucho más creible...

domingo, 27 de diciembre de 2009

Los elementos que nos odian



El agua es violenta por naturaleza, agresiva. No se conforma con quedarse quieta, varada. Busca su camino, fácil y directo, donde reunirse con sus semejantes. Arrasa lo que encuentra, modela el paisaje, crea. Encerrarla, dominarla, es siempre algo temporal.

El aire pausado mueve molinos. Furioso, arranca tejados, derriba árboles, rompe y rasga carreteras. Huracán es su nombre de odio. Es imparable, es la naturaleza, encolerizada, cargando contra todo lo que osa hacerle frente. No hay nada que pueda ponerse delante sin saberse condenado.

El fuego es la fuerza menos visible de la naturaleza, siempre latente, esperando su momento. Dominarlo es delicado, y detenerlo una vez es libre, es arduo, complejo, caro muchas veces en vidas humanas. El fuego no está nunca tranquilo en la naturaleza, es siempre un arranque de cólera y sus consecuencias hasta que todo se apacigua después, entre restos calcinados.

La tierra nos da la seguridad donde pisar, y la incertidumbre de cuando va a temblar, cuando va a convertirse en barro y arrastrarnos, cuando a derrumbar sus montañas. La tierra, cuando ataca, siempre es dolor, porque es en quien más se confía. Es nuestro planeta y nuestra amenaza.

Tierra, fuego, aire, agua... Corazón! Y hala, a llamar al capitán planeta!!!!!

( el que no entienda la frase final, que disfrute de la foto y olvide todo lo demás...)

sábado, 26 de diciembre de 2009

Luces de colores




Luces de colores en el centro de la ciudad, que no te permiten ver el cielo, las estrellas ni el alma de los que pasean a tu lado. Formas extrañas, recuerdos de navidades que no pueden recordarse, que somos ateos, paganos, agnósticos o mesméricos, quien sabe. Lo que no somos es racionales.

El año se muere iluminado, el año nace entre brillos difusos. El año es algo que nos hemos inventado para poder contar nuestra historia, nuestra vida, y ponernos límites y edades. Los astros, independientemente de su color, son eternos. Eternos hasta que se apagan.

Las navidades también son eternas. Una y otra vez se nos vienen encima, recordandonos las fiestas pasadas, las venideras y haciendonos pensar en lo agradable que es un verano en la playa...

viernes, 25 de diciembre de 2009

Cuento de Navidad ( 2.0 )


Hace años, los niños escribían cartas contando lo buenos que habían sido, como habían ayudado a sus padres, que regalos se merecían. Hoy en día, Papa Noel y los Reyes Magos tienen cuenta en facebook, los niños les mandan privados con peticiones, y se etiquetan en fotos donde figuran los regalos que quieren.

Sí, es mucho más impersonal, pero los reyes reconocen ahorrarse mucho trabajo. 

jueves, 24 de diciembre de 2009

Cuento de ( generosa ) Navidad


Scrooge era un bastardo, alguien a quien los niños temían, las mujeres insultaban, los hombres odiaban. Y, después de una noche, una mísera noche y dos gestos triviales, se convirtió en un héroe de la sociedad, un hombre respetable y respetado. Todo, a cambio de comprar a esa sociedad, donando dinero a unos pobres, dinero que le sobraba; subiendo el sueldo a una cantidad justa a sus asalariados, a un importe que se merecían.

Dickens nos enseñó como se gana el respeto y se genera el amor en este mundo: a cambio de oro.

Y todos vemos la historia, y la aceptamos, maravillados del mensaje...

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Cuento de ( moderna ) Navidad


Las alarmas aullaron desgarrando el silencio de la noche. Los guardas de seguridad, alertados por el sistema de vigilancia automático, salieron corriendo hacia el tejado, mientras se gritaban crípticas consignas por sus radios. Un robo en ese edificio de lujo en Nochebuena sería un escándalo tal que no podrían volver a trabajar en esa ciudad nunca más.

El primer guarda que llegó al tejado, apenas distinguió unas sombras. Pero ahí había alguien. Desenfundó su arma reglamentaria para amenazar a los delincuentes y sentirse seguro. Lo último no lo consiguió. Cuando sus ojos se acostumbraron a la luz, vio, cerca de la zona de chimeneas, a un individuo gordo saliendo de uno de los tubos con un saco gigante al hombro. Le gritó, pero el hombre no pareció hacerle caso. Se dirigió hacia la cornisa, hacia una zona que se escapa del ángulo de visión del guardia. Éste disparó al aire. El hombre siguió ignorandole, indiferente al disparo que despertó a varios niños, ya inquietos, y a todos los padres, sabedores de lo que era esa pequeña detonación.El segundo disparo sí detuvo al ladrón, que cayó desplomado en el suelo, sobre un charco de un rojo aún más vivo que la ropa térmica que llevaba.

Esa noche, muy pocos niños recibieron regalos de Navidad. Gracias a eso, fueron mucho más felices.

martes, 22 de diciembre de 2009

Cuento de ( futura ) Navidad


Cuando el tercer espíritu se fue, Scrooge sonrió. El fantasma de las navidades futuras, la muerte, había venido a amenazarle. Y su amenaza, tan triste, tan vacua, había sido enseñarle su tumba, su lápida. La muerte, tan misteriosa ella, le había dicho la fecha en la que iba a morir. Y quedaban bastantes años. hasta entonces, podría seguir viviendo tranquilo, despreocupado, sabiendo que habría un mañana y otros amaneceres. 

El día de Navidad lo pasó echando cálculos. El siguiente, vendiendo la fábrica. El siguiente, comprando una casa en la Costa del Sol. Allí se fue, solo, aislado del mundo, con la tranquilidad del que lo sabe todo y tiene todo lo que necesita.

Los tres espíritus, todavía, están pensando como actuar en próximas intervenciones. 

lunes, 21 de diciembre de 2009

Cuento de ( anti-) Navidad

Dickens era un cabrón: ridiculizó al pobre Scrooge, un pobre anciano maltratado por la vida, incapaz de levantar la vista del suelo, amargado por los palos que se había ido llevando. Perdió primero a su hermana, la única persona que le hacía caso en su infancia, perdió a su mujer, al amor de su vida que se diluyó entre sus manos. Perdió a su socio, a su mejor amigo, que le dejó solo al frente de una fábrica que era lo único que sentía como algo propio.

Si, suena muy bonito lo de que Scrooge se ponga a donar y compartir. Pero la vida le ha enseñado que, eso, al final, sólo vale para llevarte palos, decepciones y heridas que nunca cierran.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Faceta séptima: padre y esposo ejemplar

Aún no se como conseguí que tu padre se fijara en mi. Había algo en él que me encantaba, no sabría decirte el qué. El resto de hombres de la redacción parecían rudos, agresivos. Tu padre era débil, pero también parecía honesto, caballeroso. Desde el primer día quise salir con él. Pero hija, mi educación no me permitía proponerle una cita. Tardé casi un año en que él me propusiera un plan fuera de la oficina. Sí, era trabajo, pero iríamos solos. Vi una oportunidad. Me vestí de forma totalmente distinta a como iba a la oficina, con un escote provocador, una falda que me quedaba muy bien ( ahora no entraría en ella, seguro! ). Me maquillé. Cuando me vio, se quedó atolondrado. No supo a donde mirarme. Casi en completo silencio durante el viaje, nos fuimos al pueblo donde teníamos que hacer todo ( sí, en el que nos casamos, al que volvemos todos los veranos ), y mientras el hablaba con quien tuviera que hablar, que ya no lo recuerdo, yo vagaba por las callejuelas sacando fotos y pensando en como tomar la iniciativa al volver. No se me ocurría nada. Quería una excusa, y todas me parecían infantiles y absurdas. Mientras pensaba y pensaba, él apareció de nuevo, me llevó a un restaurante ( sí, sí le conoces, el de arriba ), me invitó a comer y tímido como era, se lanzó a la piscina. Abrí tanto los ojos por la sorpresa que antes de poderle responder él ya se estaba disculpando. Se asustó tanto! Tuve que interrumpirle y decirle que sí quería quedar con él casi a gritos. Los de la mesa de al lado me miraron curiosos. En ese momento, después de muchos meses, le vi sonreir de verdad.

No te daré más detalles, porque eres muestra hija y hay cosas que no debes oir, pero tardamos poco en saber que estábamos hechos el uno para el otro. Nos casamos un año después, dos después nació tu hermano, uno después, tú. Hace once años que lleva esa sonrisa siempre con él...

Hija, recuerda que lo más importante es que nadie te quite nunca esa sonrisa de la cara. Nadie. Nunca.

Y un consejo: no seas como tu padre. A él le pagan por hacer largos reportajes de investigación. A ti, te han mandado una redacción sobre tu padre! Y es para mañana!

sábado, 19 de diciembre de 2009

Faceta sexta: El eficiente trabajador

La decisión de contratarle fue mía, sí. Era arriesgada. Sobresalía con respecto a todos los demás, era intuitivo, trabajador... pero le faltaba caracter, le faltaba fuerza. Tenía la impresión de que un día, por algún motivo nimio, se vendría abajo. Por eso no se vino de becario, forcé a recursos humanos para darle un contrato en condiciones. Necesitaba que se sintiera protegido. A lo mejor no era tan débil, pero me lo parecía. A su edad todos nos hemos llevado palos y nos hemos recuperado. A él parecía que uno de los golpes le hubiera dejado algo conmocionado.

Sus primeros meses fueron excepcionales. Ningún novato ha hecho jamás un trabajo de una calidad tan alta como la que él se exigía a sí mismo. Recuerdo un reportaje sobre la vida en un pequeño pueblo donde iba a cerrar la fábrica que era el principal empleador. Su jefe se lo dio por bueno. El decidió redactarlo desde cero otra vez. Su jefe lo aprobó de nuevo, sin entenderlo. Y lo redactó una tercera vez. Era muy difícil tenerlo como subalterno, porque su grado de exigencia luchaba contra las fechas. Parecía nacido para el periodismo de investigación, no para estar en nuestro departamento de noticias locales. El resto de becarios de su edad palidecía a su lado. Algunos le odiaban y, al principio, intentaban ponerle la zancadilla. Pero era en balde.

Sin embargo, seguía sin pertenecer al grupo, no era capaz de integrarse. No le recuerdo tomandose un café con nadie, ni haciendo una broma. Seguía pensando que un día iba a estallar debido a su carácter.

Y uno de esos días en que estaba convencido de que el desastre estaba próximo, contratamos a una fotógrafo en prácticas. Una chica que se esforzaba por disimularse con el entorno, oculta detrás de sus gafas y grandes abrigos. Muy buena mano con la cámara, una técnica excelente. Siempre he querido ver alguna de sus fotos artísticas.

Sí, ese día, tu madre conoció a tu padre.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Faceta quinta: el eterno cobarde

Creo que me lié con él tres meses después de que volviera. No había reparado antes en él, y tampoco es que recuerde como me llamó la atención. Creo que fue una discusión sobre la ética y si había algún límite que no se podía traspasar. Su dialéctica era excepcional, y sus argumentos, amplios, meticulosos. Era un placer oirle hablar. Tampoco estuvimos mucho juntos, cinco meses, quizás seis. Para él yo era su primera relación ( algo que no me extrañó cuando me lo dijo ), para mi, él era una más. No estaba yo con la paciencia necesaria para educarle en ese aspecto.

¿ Sabes ? Creo que nunca estuvo enamorado de mi. Los días entre que le conocí por primera y nuestra primera cita a solas, le recuerdo echando miradas fugitivas a la chica esa que luego se quedó embarazada. Nunca les vi hablar y tampoco vi que ella hacia él hiciera nunca ningún gesto, ni de asco, ni de indiferencia... Nada. Él estaba ahí, incapaz de hacer nada, superado por los acontecimientos.

Le pasó lo mismo conmigo. Yo acababa de dejarlo con uno de industriales. Digamos que yo lucía cornamenta en aquellas fechas. Y deseaba vengarme. Él fue el objetivo fácil. En la primera copa estábamos hablando tranquilamente, en la segunda, le tenía acorralado en una esquina del bar. En la tercera, le besé. Sí, lo hice todo yo. Él se dejó hacer. Creo que si hubiera sido capaz hubiera apartado la cabeza, pero no pudo. Debió asumirlo como un castigo y se dejó llevar. Tuve que llamarle yo después, y no estaba muy deseoso de que quedáramos. Pero prácticamente le obligué. Digamos que le obligué durante todos esos meses. Le hice recogerme, ir a cenar, acostarse conmigo... Estoy convencida de que, si yo no me hubiera hartado, el habría sido incapaz de abandonarme. Podría haberle llevado al altar, habernos ido a vivir a un sitio que él odiara, no se. Pero jamás hubiera sido capaz de levantar la cabeza, alzar la voz y decirme "no".

Era un gran tipo, eso sí. Le faltaba esa fuerza interior, esa confianza. Pero dentro tenía un diamante. Por eso salió de la carrera ya con un gran trabajo mientras los demás nos arrastrábamos de beca en beca.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Faceta cuarta: el constante optimista

Nuestra universidad tiene un programa de acogida de los Erasmus que nos involucra a todos. Es raro que haya algún alumno que antes o después no tenga contacto con alguno. Yo era su "mentor" ( me cuesta tu idioma, permiteme que use alguna palabra que no sea del todo correcta ) y estaba allí cuando se bajó del avión. Creo que se soprendió él más de verme que yo a él. Sí, habíamos intercambiado algún mail concretando los detalles, pero él estaba convencido de que no iba a estar en el aeropuerto esperandole con un cartel, se pensaba que me estaba riendo de él.

Pero allí estaba, y le recuerdo con una sonrisa desde ese momento. Sí, hubo un gesto extraño en ese primer momento, como si hubiera dejado un gran peso detrás. Y me abrazó, lo que pensé que sería habitual en España, así que no le di más importancia. Lo que se es que el año que estuvo aquí, no sólo demostró que sería un periodista excepcional, sino que lo disfrutó cada minuto, casi con ansia. Había veces que nos preguntábamos cuando dormiría. El creo que ni se lo planteaba. Sólo tenía esa necesidad dentro de él de exprimir la vida, como si llevara toda la vida en prisión, o como si el mundo fuera a acabarse en unas horas.

Lo único que nos chocó es que, alguien con ese carácter, con esa fuerza, no estuviera recibiendo visitas continuamente. España había dejado de existir y apenas la mencionó. Cuando alguno le preguntaba, su rostro cambiaba por un momento, pero volvía casi inmediatamente a su sonrisa típica y decía algo como "Allí seguirá". Estoy convencido que de haber podido se habría quedado, pero estas becas tienen el propósito de que conozcas el mundo, pero luego vuelvas a tu lugar de origen. Así que no le quedó más remedio.

Cuando pasaba el control de pasaportes me pareció que no estaba ya tan sonriente, pero lo achaqué a la pereza del viaje. Después supe que no...

Me hubiera gustado que se hubiera quedado con nosotros.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Faceta tercera: el joven perdedor

Sí, claro que le recuerdo, es de los pocos alumnos cuyo apellido me cuesta olvidar. Por aquí tengo todavía su ficha de la carrera... Mira, aquí está. "Tomás". Se dejó una barba casi a la primera semana, y sus rasgos se hicieron más marcados con el paso del tiempo. No supe qué le hizo matricularse en periodismo. Creo que era su afán de poder seguir investigando cual tema, teniendo acceso a toda la información. Su curiosidad era su característica más relevante. Cuando todo el mundo había parado de investigar un tema, el seguía semanas buscando más datos, más causas, más consecuencias. Era brillante, era extenuante.

Sin embargo, era de las personas con menos habilidades sociales que he visto sentadas en mi clase. Sus trabajos en grupo fueron continuos desastres, y su relación con sus compañeros era difícil. Y eso es lo que me llegaba a mi, así que tenía que ser mucho peor. Estaba por encima de las personas, pero no como si se viera de una clase social superior, no. Simplemente, flotaba sobre ellas, eran recursos.

Un día, decidí ayudarle. Quise que reaccionara: con esas habilidades sociales acabaría en un oscuro archivo, condenado a una búsqueda absurda de datos y fechas. Había en su clase una chica que se podría decir que era una lider natural. No era especialmente guapa, ni tenía un físico espectacular, pero tenía carisma. Les puse juntos en un trabajo. Sí, fui yo. El error fue mío.

Una cosa era tomar contacto con la realidad, aterrizar en ella. Otra es caer desde miles de kilómetros a plomo sobre ella. Se enamoró como un idiota desde el primer día. Encontró ese corazón que nunca había sabido que llevaba dentro. Y se lo ofreció en una bandeja de plata.

Ella cogió la bandeja, lo miró por un instante y, mientras se moría de risa, la arrojó por la ventana. Lo de menos fue el suspenso por un trabajo no entregado. Él se volvió taciturno, se aisló totalmente. Apenas venía a clase, y, cuando venía, se sentaba en la última fila y no la quitaba a ella los ojos de encima. Prometo que alguna vez creí que se echaba a llorar en mitad de clase. Sus notas bajaron al mismo ritmo que su moral. Estaba hundido y no sabía pelear. Nunca lo había hecho.

Creo que fue bueno para él que le dieran esa beca en el extranjero. Logró meter la distancia que necesitaba. Cuando le vi años después en su graduación había recuperado parte de ese brillo en los ojos, se le notaba más maduro. Irónicamente, ella, después de haberle hundido, se enamoró de quien no la convenía, un sabelotodo guaperas que lo único que la hizo fue dejarla embarazada. No acabó la carrera...

martes, 15 de diciembre de 2009

Faceta segunda: el adolescente soñador

Coincidí con él cuando llegó a nuestro colegio, protegido por un jersey de rayas que empezaba a quedarle algo estrecho y algo corto. Me recordó a mi el primer día, mirando el suelo que había bajo mis pies por si desaparecía de repente. Tuve la necesidad de hablar con él, de ayudarle. Alguien hizo eso mismo conmigo ( ya te contaré esa historia otro día, que me pongo melancólico ).

Costó quitarle sus defensas, conseguir que hablara usando algo que no fueran monosílabos. Había construido muros detrás de los cuales se había encerrado. Nunca supe porqué. Tampoco me atreví a preguntarselo. Poco a poco fue levantando la vista del suelo, y pasandola al cielo. Reconozco que su cambio fue demasiado drástico. En parte fue culpa mía: yo no me relacionaba apenas con mis compañeros, salvo casos puntuales. A el le pasó algo semejante: las personas eran inexistentes. Estaban ahí, pero no le aportaban nada. Al menos las personas cercanas. Sí, se abrió al mundo, pero a un mundo idílico, en poco contacto con el mundo real. Se dejó seducir por la literatura, por la música, por las artes. Perdió el miedo a lo desconocido, ganó curiosidad.

Cuando quedábamos algunos fines de semana y me contaba lo que había estado haciendo, había veces que era difícil de creer, sobre todo si lo comparabas a lo que oías por la clase. Mientras nuestros compañeros de clase se centraban en el sexo, el alcohol y el deporte, él podía contarte una crítica que acababa de leerse a la obra de Baudelaire. Y yo apenas sabía quien era Baudelaire!

Ese año, por mi culpa, o gracias a mi, o mediante mi ayuda, dilo como prefieras, descubrió lo que había alrededor suyo. Fue capaz de abrir los ojos y dejarse invadir.

De todas formas, yo siempre pensé que seguía habiendo algo que no acababa de encajar. Sí, yo no me entendía con el resto de mi promoción, pero para él apenas existían. Era un chaval, casi un crío, y había madurado saltandose miles de fases. Estaba convencido de que acabaría dandose una torta.

Por desgracia, no me equivoqué. Aunque de eso me enteré muchos años después. Al acabar el año, se volvió a cambiar de colegio. Nunca supe si aguantó dos años seguidos en alguno. Aunque esta vez fue por su padre y su trabajo.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Faceta primera: el niño tímido

Llegó el primer día siendo el alumno nuevo, y se sentó, con su jersey de rayas, en la primera fila. Apenas se atrevió a mirar a sus compañeros, y lo único que dijo en ese primer día fue su nombre cuando le pregunto la profesora: "Tomás". El resto de ese día, de esa semana, lo pasó mirando a la pizarra en clase y al infinito en el recreo, sin atreverse a integrarse con nadie. Cuando le preguntaban algo en el aula, casi de forma inmediata, bajaba la cabeza, se ponía rojo, no respondía. A veces garabateaba algo en un papel. A las pocas semanas, los profesores se convencieron de lo absurdo de preguntarle. Sus compañeros, entre tanto, le ignoraban. Los gamberros le hicieron algunas bromas al principio, pero su indiferencia les desmotivó. No se atrevía a protestar, a pedir ayuda. Era un pelele, avergonzado de sí mismo por alguna razón, atemorizado del resto de la especie humana.

Sus escenas de vestuario, cubriendo su desnudez mientras otros la alardeaban, eran aún más llamativas. Pronto todo el mundo se acostumbró, pero parecía querer esconderse y que nadie pudiera ver dentro de su caparazón.

Al año siguiente lo cambiaron de colegio, por un amigo de un amigo me enteré de donde fue, y comentaban que seguía siendo igual, aunque había encontrado un "alma gemela" ( esto me lo dijeron entre risas ) y que se les veía, de vez en cuando, hablar. Una vez incluso, según me decían, se rieron. Aunque yo creo que esto es una exageración del resto de niños.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Llueve dentro de una tubería


El agua, cuando cae en determinadas condiciones, parece un manto, una cortina de gotas entrelazadas con esmero. No se puede ver lo de detrás, hay que intuirlo.

Eso me pasaba mientras te miraba llorando. Tus lágrimas no me dejaban acercarme, no me dejaban ver lo que te pasaba, no me dejaban comprenderte. Me hacían resbalar, me llevaban en su corriente, lejos, a un paraje aislado y yermo, escrito en un lenguaje indescifrable.

Yo dejé de estar allí, donde tú hacía tiempo que no estabas. Viajabas por una caverna de recuerdos en tu cabeza, de pinturas rupestres de trágico recuerdo, de estalactitas que se clavaban en tu piel y en tu alma.

Esa noche moriste un poco. Yo también. Sólo quería abrazarte, pero no podía. Me di cuenta que yo también estaba llorando. Y tampoco pudiste abrazarme.

Desembocamos en distintos mares y detrás, quedó un terreno seco, agreste,olvidado.

Ojalá hubiera podido superar tus lágrimas, mis lágrimas. Ojalá todo no hubiera quedado allí, ahogado en ese llanto. Ojalá deje de llover, por fin, este invierno.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Soldadito o marinero



Estar quieto, siempre sonriente, en esa postura forzada y sin sentido. Estar firme, siendo un soldado de madera, brazos en cruz, homenaje quizás al cascanueces, quizás a ese recuerdo de los padres y sus soldaditos. Día y noche, día y noche, con ese foco apuntando directo al rostro, con esa música monotona y repetitiva, sonando por detrás, por los lados, por todas partes. Resonando cada minuto en mi cabeza. Sólo los brazos se mueven, rígidos y casi inertes, en esos momentos tan concretos de la coreografía.

Prometo que, cuando decidí hacerme actor, no contaba con tener que aceptar estos papeles. Maldita crisis!

viernes, 11 de diciembre de 2009

Uno más



Sï, somos miles de personas buscando un destino, empujándonos por una calle que da igual el ancho que tenga, porque la colapsamos. Somos como granos pegándonos en un reloj de arena por ver quien es el siguiente en caer al vacío.

Luces brillantes, ruidos de infinidad de orígenes, rostros que se cruzan de mujeres, de hombres, de niños. Caras que te miran sin verte, ojos que, cuando te alcanzan, te tratan sólo como el obstáculo que eres en su camino.

Gente que camina despacio, porque no sabe donde está. Gente que camina deprisa, porque no sabe donde va. Todos, perdidos, juntos, terrible rebaño de mente ausente, paciendo en la gran ciudad.

Sólo soy uno más entre la masa. No destaco. Nadie lo hace.

Me dejo llevar.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Juego friki: small world

Hemos decidido comprarnos unos juegos de tablero frikis para ir completando la colección de los que ya tenemos. Sí, Agricola o Puerto Rico acabará cayendo, que ser número 1 y 2 en el board game geek no lo consigue cualquier juego. La primera compra ha sido el Small World, un juego estilo risk, pero más rápido, limitado en turnos, más divertido, muy recomendable. De dos a cinco jugadores, que van pegandose por ir ocupando diversas regiones con sus razas. 

Muchas cosas positivas: tablero muy bonito, distinto según el número de jugadores. Mucho cartón, muchas piezas muy trabajadas, con unos dibujos bastante chulos. Hay un dado, pero se usa poco. Odio los juegos que dependen de los dados ( sí, Catán, a ti especialmente ). Hay pocas opciones por turno, por lo que se aprende rápido y no se gasta mucho tiempo pensando. Y tener un principio infame no te condena, puedes remontar. De los pocos juegos que, el primer día que lo probamos, conseguimos acabar la partida. La combinación aleatoria de razas y poderes especiales hace que cada partida pueda ser distinta, lo que le añade algo de longevidad al juego. Aparte de que los nombres que acaban quedando son muy graciosos, recuerdo a los gigantes voladores, los hechiceros diplómaticos, los hombres rata del dragón...

Cosas negativas: que he quedado último!

lunes, 7 de diciembre de 2009

time goes by so slowly

El despertador sonó esta mañana mucho más grave que otras veces. También duró mas tiempo el tono, prolongandose más allá del habitual golpe al despertador. Salí pausadamente de la cama, quitandome unas sábanas que parecían negarse a moverse. La leche del desayuno y el zumo, apenas fluían, detenidos en su camino por algún obstáculo invisible.

El motor del ascensor parecía no trabajar, agonizaba en largos ruidos que se correspondían, irónicamente, con lentos descensos hasta el garaje.

Los coches, fríos, se arrastraban por la carretera, semi vacía, pero ausente de ritmo, como si miles de guardias estuvieran vigilando el trafico y todo el mundo estuviera atemorizado, frenando más que acelerando.

En el trabajo, ni el cafe era capaz de hacer que el reloj se moviera a la velocidad esperada. Lentas las manecillas, lento el tic tac, lento el tiempo que hoy había decididoacompañarnos mas que nunca. El repiqueteo de los teclados parecía el de una marcha solemne, pesada, densa, reforzada. Cada tecla se mantenía pulsada el doble de tiempo y sonaba como un golpe a un tambor de hojalata.

La comida se consumió despacio, en un deseo de prolongarla y en un sentimiento de que se iba a alargar. Falto levantarse a recalentar algún primer plato en esos micro-ondas que hoy se comportaban casi como hornos.

Según la hora de salir se acercaba, más faltaba para que las agujas llegaran a su destino. Parecían retroceder para coger un impulso que nunca conseguían. El aire se volvía espeso, la vista, difusa, el ánimo, se vencía.

La hora llegó, salimos, corrimos. EL mundo volvió a coger vida. ¡ Qué malo es trabajar un lunes de puente!

viernes, 4 de diciembre de 2009

Çe fini

Hoy concluye el trabajo de estas últimas dos semanas ( regalo de esta vez, una bandolera, bastante chula, para el portatil ). Qué ganas de volver a casa!

Como esto finaliza, también se acaban los libros leídos aquí. Ninguno ha quedado pendiente, una perfecta sincronización.

- La caverna, de Saramago. 
Tenía yo crucificado a Saramago por otro libro suyo, el hombre invisible, o algo así, un tostón que no había por donde cogerlo, así que le tenía marginado. Alguien me convenció de que me leyera ensayo sobre la ceguera, que era un gran libro. Y con ese gesto, pues nada, le incluí de nuevo en la lista de autores legibles. Elegí la caverna, lo vi antes en la casa del libro. Y el caso es que me gustó, el estilo es diferente al habitual, las ideas que va a contar son claras, y apenas hay sorpresas, pero se lee muy bien. Queda clara la lucha entre esa sociedad deshumanizada y esa familia que lucha casi sin fuerzas contra ella. Esa falsa sociedad, tan límpida y artificial, y la dureza del campo y de la vida. Buen libro, sin duda.

- Norwegian wood, Haruki Murakami. Uno de los libros más conocidos del autor, del que había leído una colección de relatos que me había encantado. Aquí, me emociona menos. Hay una parte d mi que se aleja del libro al ver algunas de las actitudes y comportamientos de los japoneses. Pensar, los japos están como cabras ha sido constante en varios pasajes. Los personajes, por otra parte, son todos demasiado extremos. Sí, es parte de la idea del libro, pero falta alguien, algo, que enlace un poco con la gente de la calle, no se como decirlo. Un libro de emociones, sentimientos y gestos que uno contempla desde fuera pierde mucha fuerza. Supongo que es cosa mía, una lástima.

- Nocilla Lab, Agustín Fernandez Mallo. Final de la trilogía. El libro es un cuadro de arte moderno, un happening, una performance. Sólo tiene dos posibilidades, puedes odiarlo y desear tirarlo, pensando que es una tomadura de pelo, o puede encantarte. Por suerte, me he quedado con la segunda opción. Se aleja un poco de los otros dos libros, aunque la forma, aún cambiandola, es similar. Historias que se entrelazan para ir avanzando hacia un sitio que realmente es lo de menos. Aquí, en diferencia con los otros libros, se dirigen a un final narrado de forma tradicional. Un final extraño que, posiblemente, sea lo peor de la trilogía. ( Anda, como el Señor de los Anillos. ¿ Alguien que remate bien trilogías en la sala ? )

Así que aquí poco queda por hacer.... Cerrar la maleta, cenar, ir al aeropuerto, y volver a Madrid, mi Madrid...

jueves, 3 de diciembre de 2009

notas olvidadas

Bajar del avión, alquilar un coche, carretera. Salir del coche, pasar por recepción, subir la maleta por las escaleras. Abrir la habitación, encender la luz, apagar el aire acondicionado. Tirarme en la cama aún vestido. Ver, en la mesilla, una nota manuscrita y olvidada en otro idioma, que traduzco: "Llegamos a este hotel sin saber muy bien cual era el camino hacia él, ni donde nos habíamos equivocado para acabar juntos en ese coche, en esa carretera, en esas sábanas sudadas. Ahora, me voy antes de que despiertes, buscando otro camino en el que extraviarme, en el que espero que nos encontremos"

La nota ya está en la papelera. Hay gente que no sabe despedirse en silencio.

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- No he puesto el manifiesto que puebla todo internet porque me parecía algo tan obvio, tan insultante la ley, que caía por su propio peso. A ver como la dejan. Interesantemente, las redes sociales, los blogs y demás avances tecnológicos están creando un cuarto poder real ( la prensa está en un declive vergonzoso ): la sociedad civil.

- Aminetu Haidar ha conseguido, con una huelga de hambre, más repercusión que todo el esfuerzo hecho por los voluntarios y el Polisario en años. En cuatro semanas, todo olvidado. Es triste que haya que llegar a esto para generar noticias ( ver el paréntesis del párrafo anterior ). Me ha llegado un viaje, organizado por los voluntarios, ongs y demás que colaboran con el pueblo saharui, para ir del 28 de diciembre al 3 de enero. Llega a haberme llegado antes y se pasa la última semana del año trabajando en Francia quien yo me se...

- Lo leeras mañana, si lo lees, pero felicidades! ( y no me digas que te vas a quedar en casa cuidandote y luego tengas un evento en facebook de cañitas, borrachín!!! Porque estoy a tres mil kilómetros, que la colleja te la llevabas )

miércoles, 2 de diciembre de 2009

inventé el mundo entre tus piernas de azafrán

Vi una ardilla, la seguí. Se convirtió en una cabra y subió a un monte. Troté tras ella, mientras dejaba atrás restos de mi piel de cebra. Al llegar a la cima, siguió saltando de nube en nube. Yo, para no ser menos, me columpiaba por las corrientes de aire, cual amapola, lindísima amapola. Cuando las nubes iban a acabarse, al menos las que estaban a buen precio, se arrojó desde lo alto en busca de hortalizas, cayendo en forma de otorrino. Yo esperé a acabarme el café, y la seguí, pero preferí ir por las escaleras, era más seguro. Aunque llevaban sin limpiarlas desde el día en que pintaron el cielo de verde.

Llegamos al suelo casi a la vez, yo sobre un huerto de paraguas, ella sobre un campo inútil, donde sólo crecía el dinero. Aleteó cual mariposa. Tras su rastro, la seguí disfrazado de serpiente. Cambié pronto, la tripa se me rozaba con los cardos, y debía devolver el disfraz a la reina de corazones.

Entramos en una fiesta en la que no nos habían invitado, pero, por suerte, pasamos a ser los anfitriones. Nos agarramos del brazo, ofrecimos canapés que habiamos hecho horas después, y deleitamos a todo el mundo con nuestra bien ensayada muñeira. Luego, nos retiramos a nuestros aposentos, lo que supuso dejar la fiesta, a los invitados, a todo el mester de clerecía y a una pareja de espadachines muy simpáticos, sobre todo el moreno. Ella fue por la izquierda, yo también, pero cogiéndola por el otro lado, para no ir juntos. No nos perdimos porque ibamos de la mano.

Abrí la puerta después de que ella entrara, me quitó la ropa después de que la hubiera arrojado al suelo, me besó después de haberme besado mil veces. El mundo se acabó esa noche, o esa mañana, pero , por suerte, supimos reconstruirlo debajo de las sábanas, olvidandonos pocos detalles, escasos matices y a los unicornios.

Aunque creo que lo que inventamos quedó demasiado básico, demasiado plano, y todo el mundo, cuando le cuento el origen de este mundo, piensa que estoy loco. 

Tendré que volver a encontrarla, reinventarnos y reescribir esta absurda historia de nuevo, pero se me olvidó que personaje la tocó. 

Seguiré persiguiendo ardillas, hasta reconocerla en alguna.

martes, 1 de diciembre de 2009

Algo huele a podrido en Dinamarca

Era el olor lo que lo demostraba. Sin duda. A simple vista no se notaba todavía, pero quedaba esa huella en el ambiente, tan característica. Me había muerto y estaba empezando a pudrirme. 

Sí, había leído muchos relatos de muertos vivientes, de zombies, de muertos que resucitan, pero esta vez era diferente. Mi corazón había decidido pararse, pero mi cerebro, ignorante de todo lo que le rodeaba, como siempre, había decidido seguir funcionando, ignorante de haberse convertido en un parásito en una carcasa condenada a desintegrarse lentamente.

Mis músculos empezaban a agarrotarse, carentes del oxígeno que mis pulmones no bombeaban. Hubiera dado igual que funcionaran, porque mi sangre apenas circulaba. El cerebro, en su exigencia de continuar funcionando, ejercía de mínima bomba, pero era insuficiente. Todo lo que se encontraba alejado de la cabeza, tenía como plasma sanguíneo una materia que ya no era líquida. 

Casi rígido, sin posibilidad de levantarme ni de hablar, no me quedaba más que permanecer en el sofá, escuchando los ruidos de alrededor, viendo, cada vez de forma más difusa, las cuatro paredes que me rodeaban.

Mi cerebro, mientras, seguía a lo suyo. Parecía que nos habíamos disociado, aunque yo era capaz de seguir su flujo de razonamiento, que durante tanto tiempo fue el mío. Era preocupante que siguiera con los asuntos de un día que nunca va a volver. ¿ Alguien se imagina que un condenado a muerte, en la silla eléctrica, se pusiera a pensar en qué iba a cenar al día siguiente o en como reparar la instalación eléctrica ? Sí, ese estaba siendo mi final, un despropósito.

La oscuridad, quizás por la imposibilidad de mantener mis párpados abiertos, quizás porque el nervio óptico ya se había cegado, empezaba a ser completa. Horas y horas mirando estas paredes, sintiendo ese olor, mi fetidez tan palpable, impregnando toda la casa y mis recuerdos. No es agradable morirse sabiendo que tu último legado es este miasma tan pestilente.

Los últimos ruidos que oi fueron en la puerta. Bomberos y policías entrando en el piso, alertados por un vecino. El olor, ese maldito olor, había denunciado ante la sociedad el abandono de mi corazón. Y mientras, mi cerebro pensando en lo que le costaría arreglar la puerta después de que hubiera sido derribada.

domingo, 29 de noviembre de 2009

espectador improvisado anonadado

( odio borrar tres párrafos que me habían quedado bien, pero a veces hay que borrar, empezar de nuevo y dejar la casa en orden )

El mejor momento de tu vida. Sí, ese que solo podrías recordar con una sonrisa infinita de felicidad, como un recuerdo placentero que se repite cada vez que se evoca. No, no me refiero a algo que dure, no, me refiero a un instante: ese primer beso a la luz de una hoguera, ese gol, casi imposible, que dio el título a tu equipo por primera y única vez, ese abrazo que te recordó, de pronto, que los sentimientos son tan necesarios como la sangre y el alimento.

Visualiza esa escena, sacate de ella. Contemplala desde fuera como si fuera un documental. Es probable que, ahora, la emotividad cambie. Ya eres una tercera persona, no un protagonista. Quizás te veas torpe, o quizás te sientas orgulloso de ese actor que te está recreando. Ya has creado el decorado en tu mente, ya tienes a los actores reviviendola, cambiemos el guión.

Por un rincón, por una esquina que la cámara apenas lo vea más que de lejos, mete un elemento absurdo: un payaso tocando una bocina, un marciano fumandose un puro, un mono, verde como la hierba fresca, disfrazado de superhéroe. Mientras entra en escena, cambia la banda sonora, o pon una. Algo estrambótico, algo que desvirtue el momento y le de la vuelta, tirandolo al suelo, pisoteandolo.

Espera, aún no hemos acabado, el personaje invitado no puede limitarse a dar vueltas como parte del decorado, tiene que intervenir. Es parte de la escena, parte importante. Te roba protagonismo, comparte esa parte de la gloria.

Ahora en tu butaca estás incómodo, la escena es otra, irreal, absurda. Una parodia de la realidad. Una burla, desafinada y cruel, de tu mejor momento. Has convertido el momento cumbre de tu vida en un número tragicómico, carente de sentido. Sólo te queda elegir si llorar o reir.

Yo recomiendo reirse: a fin de cuentas, aunque la vida se convierta en una película barata de ficción carente de sentido, ya hemos pagado el precio de la butaca y estamos obligados a verla, con sus deformaciones, con sus cambios absurdos del guión, hasta el final.

¿ Cuánta gente podrá decir que, en su primer beso, había un mono verde al lado animandole ? 

Ahora, cada vez que pienses en ese instante, puedes, oh, maravilla, reirte dos veces. Nada como sobreescribir, ligeramente, lo sencillo de la vida con dos rotuladores de colores y una espátula.

Y así, señores, se escribe la historia, añadiendole detalles que hagan que valga la pena recordarla y contarla.

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( nota del autor: si en lo anterior se cambia todo por imaginarse que uno es Kaká o Xavi Alonso, que ha dado una lección en el Camp Nou, que a pesar de eso ha perdido, y que encima al final del partido Raúl estaba trotando por el campo al lado tuyo, la situación es similar, aunque ahí es más jodido reirse ).

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( nota segunda del autor: si alguien es un mono verde al que le gusta ir vestido de superheroe, que sepa que no tengo nada contra él. Ha sido un tópico gracioso, como los leperos en España, los belgas en Francia o Moratinos para cualquiera que se lea los periódicos )

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( nota tercera del autor: si eres Moratinos y lees esto, dimite y pon en tu lugar a un mono verde vestido de superheroe. Mejor nos iría a todos )

sábado, 28 de noviembre de 2009

Primera remesa de libros

Para no comentar los siete libros de golpe, empiezo ya con los cuatro que están leídos. Un poco de todo en este extraño popurri, popurri...

- "Cosas que pasan", de Luis Goytisolo
Esperaba algo totalmente distinto ( se ha cubierto de gloria el de la contraportada ) y me he encontrado con una especie de autobiografía del autor. Está muy bien escrito, ciertamente, tiene grandes pasajes, grandes frases, grandes ideas, pero hubiera estado bien conocer previamente su obra, tener algo más de contexto. Como primer libro del autor no triunfa, me temo...

- "El pibe que arruinaba las fotos", de Hernan Casciari.
Casciari es un autor "moderno". La mayoría de lo que puebla sus libros nace en su blog, y desde allí, reagrupado y editado pertinentemente, va dando forma a sus novelas, que acaban siendo relatos habilmente enlazados. Escribe bien y pisa suelo conocido ( es raro el haberse leido ya algunos textos ) y transpira humanidad por los cuatro costados. Un libro fácil, que da gusto pagar por él para que Hernán siga teniendo con que comer y pueda seguir escribiendo su blog tranquilamente. Como curiosidad, el libro puede descargarse de su blog, si no ando equivocado.

- "La mecánica del corazón", de Mathias Malzieu
Me encantan los cuentos, los adoro. Así que leerme un libro que promete ser un cuento original sobre el amor imposible me llama inicialmente. Un niño, que nace en una fría mañana de Edimburgo, y tienen que ponerle un reloj junto al corazón para darle cuerda y que no se le pare. Claro, que para evitarle riesgos, no puede amar...
Por desgracia, se queda muy flojito, intrascendente. Tiene alguna escena que promete, algún momento que estás convencido que la versión de animación ( Luc Besson va a hacerla para 2011 ) va a hacer memorable, pero no el libro.
Decepcionante...

- "La soledad de los números primos", de Paolo Giordano
Un libro maravilloso, que debiera convertirse en un clásico. Dos protagonistas algo extremos, marcados cada uno por una tragedia en su infancia, y su relación a lo largo de los años. Personajes perfectamente definidos, con unas personalidades extremas, pero con las que resulta fácil identificarse. Dolor como sentimiento predominante. Soledad como lo que rodea todo el libro y nunca logra resolverse.
Una joya, totalmente recomendable. Un descubrimiento ( gracias a facebook y una amiga a la que tengo abandonada pero lo puso como leido hace no mucho... Vale para algo facebook! )

La habitación 132

Imagina a un hombre, solo, en una habitación de algo que parece un hotel. Es un cuarto pequeño, ocupado mayormente por una cama pensada para dos personas, en las que nuestro hombre se ve pequeño, diminuto. Quita las ventanas, o aún mejor, pon unas cortinas que no pueden descorrerse, pesados mantos que dejan pasar algo de luz, pero no dejan vislumbrar lo que hay fuera. Hay un baño en la habitación, pero nos da igual. Una televisión en un rincón, apagada y, posiblemente, estropeada. Libros, de diferente temática, completan la estancia. 

Ese hombre, ese ser humano, es la definición absoluta de la soledad. Lejos de nada a lo que pueda llamar hogar, abandonado al trato con sus semejantes, perdido entre unas sábanas y una colcha destinadas a cubrir amores de fin de semana y escarceos fugaces.

La vida de ese hombre transcurre donde él no está, y sus sueños no entran en esa habitación enmoquetada. 

Pero aún así, sonríe. Aún así, camina erguido y no llora cuando cae el sol. Sabe que en algún momento dejará esa habitación, ese colchón, y partirá allá donde la vida no sea en blanco y negro. 

Ese hombre sabe que, por algún extraño motivo, aún hay esperanza. Y sólo tiene que hacer la maleta, una vez más, para ir a buscarla.

viernes, 27 de noviembre de 2009

El estado de derecho

Doce periódicos catalanes, doce, unen sus voces para decirle al tribunal constitucional como hacer su trabajo. Atraviesan un lodazal de tópicos comunes y manidos sobre Cataluña y España, juzgan la composición del tribunal Constitucional y dicen, por sus santos cojones, que el estatuto está bien como está, que mejor haría el constitucional estandose calladito.

Desfachatez es lo primero que viene a la cabeza. ¿ Quienes se han creído esos periodistas para decirle al tribunal constitucional, uno de los pilares del estado de derecho, como tiene que hacer su trabajo ? ¿ Quienes se han creido para decir que una ley, porque la vote el 49,6% de los catalanes, ya es constitucional ? 

Los periodistas, tan orgullosos siempre de ser ese cuarto poder, se han vendido a esa oligarquía catalana a la que le interesa promulgar el estatuto, el hecho diferencial, los tópicos que les mantienen a ellos arriba y al resto, apartados. 

Vergüenza la de estos doce:  'La Vanguardia', 'El Periódico', 'Avui', 'El Punt', 'Segre', 'Diari de Tarragona', 'La Mañana', 'Diari de Girona', 'Regió 7', 'El Nou 9', 'Diari de Sabadell' y 'Diari de Terrassa'. Vergüenza especialmente por la Vanguardia, que suele destacar por un periodismo de una calidad superior a la media.

El editorial, por cierto, en este enlace
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Ya es viernes, ya queda menos para que esto se acabe y poder volver a los horarios normales de Madrid... Empiezo a acumular cansancio, dos días mal durmiendo ya pasan factura...
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Llevaba tiempo sin hablar de política, porque me da vergüenza ajena, pero es que esto ha sido tremendo. Luego dirán ¿ porque les caemos mal ? Por creeros por encima de las leyes, básicamente.

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Esto de no salir los jueves es un coñazo... Y lo de currar de noche ya ni lo menciono

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Besos, muchos besos a todos. Sobre todo a ti.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Castillos en el aire


Un castillo en mitad de una llanura. Una fortaleza para defender todo aquello que abarca la vista, para atemorizar a los enemigos, para proteger a los vasallos. Unos gruesos muros que aguantarán cualquier ataque, unas torres inexpugnables.

Pero el enemigo es sutil, no ataca directamente. No carga contra aquello que sabe invencible, sino contra la población de alrededor, contra los campesinos en sus casas. A estos, viendo la estrategia, no les queda más remedio que correr hacia el castillo, pedir asilo. Las puertas se abren para ellos, y hordas de campesinos llenan todos los rincones de la fortaleza. El campo de alrededor queda vacío, las casas, despobladas. Algún animal suelto vagabundea curioso.

El enemigo se sabe ganador. Su ejercito sitia el castillo, impide la entrada de víveres, de aprovisionamientos. Mientras tanto, el exceso de población que tenía en su territorio, ocupa de nuevo las deshabitadas chozas que quedaron. El campo vuelve a ser cultivado, el molino gira, el horno, empieza a hacer pan.

El castillo se convierte en una tumba de la que sus defensores no pueden salir. El hambre y las enfermedades van acechandoles y golpeandoles uno a uno. Ni siquiera se permiten algún gesto heroico contra los sitiadores. Se mantienen orgullosos dentro del muro, castigados por su inoperancia, pero felices de no ser muertos por el enemigo, sino por sí mismos.

El enemigo nunca llego a saber cuando murió el último habitante del castillo.

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Hay fotos que tocadas un poco, aunque se note claramente, ganan bastante...

Es difícil dormirse a medio día, el cuerpo se niega... Esperemos que hoy se le haga más fácil y descanse un poco más, sólo un poco más.

Primer libro leído. Mañana, el segundo. Iré contandolos por aquí agrupados...

Sean felices, seanlo allá donde se encuentren... Yo intentaré lo propio desde aquí...

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Otro día

Otro día, otro satélite en el cielo.
Otro día lejos de España.
Otro día trabajando de noche.
Otro día sin oirte.
Otro día que pasa sin pasar.
Otro día en que los GPS no llevan a ningún sitio.
Otro día en que los de alrededor hablan raro y les entiendo.
Otro día con frío y soledades.
Otro día de trabajo.
Otro día de horarios intempestivos y sueños perdidos.
Otro día en que no entiendo lo de alrededor.
Otro día.
Alguna vez, un día, podrá distinguirse de los anteriores. Algún día.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Ciclos

En economía, la presencia de los ciclos es básica. Ciclos cortos, ciclos largos, ciclos estacionales... Los mayas sabían esa idea con la observación de la naturaleza, y tenían sus ciclos cortos y sus ciclos largos ( uno de los cuales acaba en 2012, lo que no supone, por desgracia, el fin del mundo ).

Ciclos... Acabé el viernes corriendo Imperio, de Kapuscinsky ( o como se escriba, madre mía los concursos de deletrear en su colegio ). Una crónica de la URSS en tres momentos del tiempo contada a través de los viajes que hizo el autor a diversas ciudades a lo largo y ancho de ese conglomerado. La narración de Nagorno Karabaj, sobrecogedora. Años después, el conflicto parece que puede volver a desencadenarse. Vamos y volvemos...

Ciclos... Vuelvo a Paris hoy, a dar de nuevo soporte en mitad del campo. Todo es como siempre, y todo ha cambiado desde la última vez. No tanto en el trabajo, sino en otros ámbitos. Hay puentes que se derrumban, caminos en construcción.

Ciclos... siete libros comprados para que me acompañen, junto a los apuntes de la UNED y "Elements of programming", que tiene pinta de que va a superarme.

Ciclos... Otra vez que acabo encarandome con uno en el fútbol. No aguanto que nadie vaya de listo, que nadie exija que se le pida perdón por algo que es culpa suya, que nadie me amenace. No aguanto a la gente que quiere que le bailen el agua.

Ciclos... Después de tirar ayer una falta a la cruceta ( espectacular falta, fuerte, colocada, la mejor de mi vida, otro fallo, como todo ), hoy he conseguido meter un gol. Tiempo llevaba sin anotarlo.

Ciclos... volver a los portugueses, al pozo, donde todo es igual y todo es siempre diferente. Volver a la semana de las tapas de Prospe, donde todo es igual, menos el final de la noche, por suerte.

Ciclos... yo, dando vueltas alrededor mío. Buscandome el ombligo. Buscando, una y otra vez, lo mismo.

Ciclos... No encontrando nada.

Ciclos... ¿ No llevaba tiempo sin enviarte besos ?

viernes, 20 de noviembre de 2009

Una cana teñida de esperanza, dicen

Hay días en la vida en los que uno se da cuenta del tiempo que ha pasado alrededor, fugitivo y traicionero. Días en los que te reunes con gente a la que ves poco ( unfortunately ) pero a la que sigues apreciando. Días en los que ves que el resto del mundo avanza, crece, madura, caminan de la mano del señor reloj, y tu sigues tirado en mitad de la cuneta de la vida, sin ir hacia delante, ni ir hacia detrás.

Días en que las alegrías, muchas, dejan un pequeño regusto amargo. Días en los que soñar sigue siendo gratis, y a la vez, muy caro. Sí, fue un gran día. Pero cuando los días son grandes, uno se da cuenta de lo pequeño que se ha quedado.

( y no lo leerás y no lo sabrás nunca, pero las gracias son para ti, siempre para ti ).

jueves, 19 de noviembre de 2009

Piedra sobre piedra


Esa noche nos odiamos. Nuestros ojos inyectados en sangre se encontraron, se retaron de un lado a otro de nuestro salón. Y nos gritamos. Nuestra voz se convirtió en un alud de insultos, en un torrente desagradable que solo buscaba herir al otro, machacarle, hacer que de él no quedara alma que sostenerle. Nuestra fecal verborrea nos demostró que lo que pensabamos habíamos construido no era sino una ruina en un pueblo abandonado, un resto sin valor, un residuo avergonzante.

Nos callamos de pronto, mientras nuestras propias paredes se vencían, sin nada que mantenerlas, sin fuerza para subsistir.

Morimos sepultados en nosotros mismos.

martes, 17 de noviembre de 2009

Seguimos con el Sáhara

Acaba de salir a la venta "X1FIN: juntos por el Sáhara" Lo que se recaude se destina a obras sociales en el Sáhara, así que por una vez que se compre un disco no pasa nada, ¿ no ? Yo acabo de comprarmelo por itunes, quien iba a decirme que pagaría por música de alguno de estos!!!!!!!

( parece marketing barato lo que hago, pero es una buena causa y lo sabeis. Y no, no está perdida )

Mi madrid



Al salir hoy del trabajo, he mirado el reloj y he visto que, con un poco de suerte, tenía un rato para pasarme a ver la exposición de la casa de Correos. Más datos en este artículo. ( un blog muy recomendable, por cierto ).

La exposición, donde se puede ver la foto que preside este artículo, enseña cuarenta lugares de Madrid en unas fotos de esas que gustaría saber sacar. Lugares de la sierra, embalses, castillos... La puerta de Alcalá nevada, las nuevas torres. Nuestra comunidad, mi comunidad, se llena de magia en cada una de esas fotos.

Es probable que estén bastante post-procesadas, para que engañarnos, pero, a pesar de ello, queda claro que, para encontrar magia a nuestro alrededor, a veces basta con abrir los ojos y mirar con un poco de cuidado...

lunes, 16 de noviembre de 2009

una vela en mitad del bosque, se apaga, se enciende

Soñamos con viajar al espacio, con recorrer el mundo y plasmarlo en fotos. Ansiamos leer libros que nos permitan entender lo que nos rodea, admirar lo que otros crean, disfrutar de mundos que nunca existirán. Queremos vivir experiencias límites, correr riesgos, ser animales de presa, sentirnos libres.

Y luego, nos olvidamos que lo único que queremos es tener ese hombro donde reposar la cabeza, desconectar de lo que nos rodea y darnos cuenta que, así, la vida tiene sentido. Aunque no lo tenga.

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Olvidado el resto de lo que iba a poner, lo que es la memoria... O lo que no es...

sábado, 14 de noviembre de 2009

Sahara, no olvidamos




Un año más, el conflicto del Sáhara sigue empantanado. Un año más, ha habido manifestación en Madrid para conseguir la libertad de ese pedazo de África al que abandonamos hace años. Un año más, parece muy difícil alcanzar una solución al conflicto, pero no hay que rendirse.



El problema es quien va a hacer algo: Marruecos no va a ceder por sí mismo, España no ha hecho nada después de la traición, y no se atreve a hacer ruido en este tema, demasiado dinero de por medio, demasiados acuerdos, y el eterno miedo que no debería existir a que se le mencionen Ceuta y Melilla... ( Ceuta y Melilla era España antes de que Marruecos existiera como país, le duela a quien le duela. Y el Sáhara nunca perteneció a ese Marruecos que lo ocupó sin contemplaciones ). Francia prefiere apoyar a Marruecos que al único país de la zona que habla en en español, la UE pasa del tema, EEUU también... Sólo queda la población civil y el Polisario, que esperemos no reanude una lucha que parece perdida de antemano.

El Sáhara merece ser libre, libre como era antes, libre como aspira a ser. Esperemos que lo consiga... Luchemos para que lo consiga!

viernes, 13 de noviembre de 2009

zapatilla de felpa, no me mires así

Sólo en un rincón, al lado de una zapatilla ladeada. Oigo un sollozo. Es de una muñeca lejana. Suena igual cada cierto tiempo, cada vez que una niña, aburrida, la mueve de la forma absurda que pensó el fabricante.En unos años, se preguntará porqué con su hijo es distinto, porque su hijo no es como esa muñeca, tan predecible. Acción, reacción, causa, efecto. Algún día, años después, se dará cuenta que su hijo es igual de simple, pero que sus causas son otras. El hambre le hace llorar, el dolor le hace llorar. Y el hijo crecerá, madurará, y seguirá comportandose igual: llorando por razones que no comprende. Sus lágrimas serán por amor, y se llenará la boca cuando lo diga. Su llanto será por la soledad, y no tendrá nadie que le consuele.
Estará solo, en un rincón, al lado de una zapatilla ladeada, y no habrá nadie que esté allí para darle un abrazo. Sú unico consuelo será, esporádicamente, un llanto aislado que rompa la escena. Pero será un llanto artificial, electrónico.

El silencio es lo único entero que queda en esta estancia.


miércoles, 11 de noviembre de 2009

Historias rotas



¿ Qué porcentaje de la humanidad ha recibido más de una mera nota al margen en un periódico ? ¿ Cuántos somos los que sólo apareceremos en la prensa como esquelas, como olvido y humo ? La civilización avanzará, y de nosotros, ni rastro. Un nombre, posiblemente mal escrito, en un periódico local. No lo leerá nadie y, tiempo después, seremos material para una hoguera, reciclaje ecológico y práctico, nada.

El mundo llegó hasta donde estaba sin nosotros, seguirá sin nosotros, y no se planteará si alguna vez existimos ¿ Realmente llegamos a hacerlo ?

Honradamente, a nadie le importó.

A nosotros, tampoco.

( foto sacada en Cuellar, Valladolid )

lunes, 9 de noviembre de 2009

Valladolid y sus castillos

Tres días pasados en Valladolid ( después de una gran noche de viernes con Faemino y Cansado, quien iba a pensarlo ). Muchas cosas que reseñar:
- En Valladolid cuando hace frío, hace frío, cuando hace viento, hace viento. Y cuando hace frío, viento y llueve, sería normal que toda la provincia emigrara.
- Cuando se dice que Castilla es tierra de castillos no es algo simbólico, es que están todos a cinco kilómetros unos de otros.
- Las vacas hacen beeeeeeeee.
- El filete que te sirvo es, curiosamente, el que estaba poco hecho, como me habías pedido. Lo que son las coincidencias!
- Hay vinos que hay que servir con cuchillo y tenedor.
- Hay vinos maravillosos.
- Las croquetas de "El corcho".Mmmmmm!
- Ver un reportaje de sexo en grupo solo es enfermizo. Verlo acompañado es muy divertido.
- Si hay un cartel indicando el camino hacia una carretera asfaltada y el gps te manda por un camino de tierra, haz caso al cartel.
- No hay que casarse con un calvo. Si ha sido incapaz de cuidar su pelo, será incapaz de cuidar a otra persona.
- Hay gente que se encuentra a viejos conocidos en bares, otros a hijos secretos por mitad de la calle. Pero los que se encuentran a colegas en bares de carretera... sospechoso, sospechoso.
- Hay personas que entran en modo furby sin darse cuenta.
- Entrar en los castillos, si no se sabe los horarios, es misión imposible.
- Memorizar el nombre de todo lo visto también es misión imposible.
- Las setas bien preparadas son un manjar.
- Los perritos cutres a las tres de la mañana, son un manjar.
- Michael Jackson cantaba: "If you wanna be my lover"
- Lo que algunos harían por tres mil euros!!!!!!

Y nada más, que las fotos ya están en facebook ( las cutres con solo castillos ), y en las que sale gente, pues ya las iré pasando, que alguna no ha quedado mal.

Besos a todos y cuidenseme... Sobre todo los que vuelvan de viaje... Sobre todo si el viaje ha sido j********** largo...

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Una lagrimilla fácil

Anna Gavalda y yo ya nos encontramos en "El consuelo". Así que "Juntos, nada más", que sigue la misma línea, no ha supuesto una sorpresa tremenda. Sigue la misma línea que el anterior: en vez de un personaje infeliz, esta vez tiene cuatro. Sí, Camille es la máxima protagonista, pero los otros tres no son meras comparsas, sino que tienen sus emociones, sus contradicciones, su fondo y su forma. De nuevo, Gavalda parte de seres urbanos, y les hace huir de los tópicos, de la vida standard.

Los personajes del libro, seres solitarios, casi marginados por la sociedad, confluyen, forman una familia. Construyen una felicidad basada en detalles, en contrastes, en conflictos y en cariños que brotan solos. Redescubren lo que es importante, se reinventan, se caen y se levantan.

Sí, el final es sensiblero y te deja la lagrimilla en el ojo, porque sabes lo que va a pasar, o no, y hay algunos conflictos que quedan solucionados de forma muy fácil, pero la literatura es rápida, dando pinceladas aquí y allá para contar la historia, los personajes, profundos por momentos, livianos en otro.

Camille, sobre todo, enamora. Su sufrimiento, sus luchas interiores, su debilidad y sus ganas de huir del mundo. Se la define repetidas veces como un ángel, y esa es la sensación que deja. Casi da pena no poder conocerla...

Personajes con los que uno tiene tan poco en poco y con los que a veces es tan fácil identificarse... Supongo que en el fondo todos queremos lo mismo... Encontrar nuestro ángel, olvidar nuestras miserias, construir un grupo de gente alrededor que nos estabilice, nos de calor. Ser felices.

martes, 3 de noviembre de 2009

Dejarse llevar...

Ser parte de una multitud en la que lo que une es el asombro, la sonrisa, la sorpresa ante la belleza en algo trivial bien ejecutado. Una masa que junta es un canto a la alegría, a lo que debería suponer ser humano. Crear y disfrutar. Sorprenderse.

Official Video: Rob Bliss 2009 ArtPrize Paper Airplane Event from Creo Productions on Vimeo.


Ser avión de papel, que vuela, libre y aleatorio, según los caprichos de las formas y del viento. Alzarse hasta las nubes para momentos después, rozar el suelo. Caer y saber que no hay forma de levantarse. Recordar hasta donde se ha llegado, tan arriba.

( video encontrado gracias a Microsiervos. Recomiendo verlo entero, pero, siendo como es algo largo, siempre se puede ir viendo poco a poco mientras se escucha la música de fondo )


domingo, 1 de noviembre de 2009

Si sólo son diez kilómetros!

Ponerse literario en un instante parece fácil. Escribir, vomitar a veces todo lo que nos dicta la cabeza, frases, ideas que se repiten, o que llegan una sola vez, nómadas del tiempo, y desaparecen antes de que hayamos podido recordarlas.

Escribir... Hoy no procede escribir, sino descansar ( y ver Millenium 2 ). La tercera vez en la vida que corro diez kilómetros. La vez más lamentable de todas. Kilómetro y pico andando como poco. Pendiente de mi muslo, cuando el verdadero enemigo era el calor. Nadie lo hubiera esperado mirando el calendario, pero llevaba tiempo sin sudar tanto, por no decir que nunca lo había hecho. Sudor, sufrimiento... Una de las veces que he ido a pararme, una buena mujer me ha obligado a seguir corriendo. A veces alguien tiene que darnos el toque de atención y ponernos las pilas. Colleja y adelante. Un desconocido que nos da una orden, un libro, un amigo que nos hace tirar hacia adelante. Correr y desfallecer. Correr y acabar y sentir que todo es posible. Correr y soñar que, detrás del último cartel, vas a estar esperandome.

No lo estabas.

sábado, 31 de octubre de 2009

Sólo nos queda soñar y esperar y confiar

Maslow tenía razón, pero lo que no dijo es que somos todos imbéciles y egoistas. La piramide de las necesidades debería ser como las egipcias, algo social, no individual. Una sociedad en la que desaparece el trabajo más rápido que los sueños de adolescencia, en la que el paro asola el paisaje, no debería permitir que sus miembros perdieran energías en sueños vacuos, en amores trágicos, en llantos por penas que no aportan nada. La sociedad debería funcionar como una máquina perfecta, sus engranajes, sus miembros, deberían priorizar el bien común sobre el individual.

Y si alguien se cree que he escrito eso, que me lo diga... El error no es de Maslow, que lo es, que lo único que nos demostró es que, con cuantas más necesidades cubiertas tengamos más difícil será ser feliz. El error es nuestro que no nos damos cuenta que podemos soñar sin hacer nada, pero no podemos conseguir que los sueños se cumplan si no arrimamos todos el hombro, si no nos comprometemos.

Absurdas pirámides, absurdo Maslow y absurda felicidad, que sólo vale para recordarnos, día sí, día también, que no la hemos alcanzado.

miércoles, 28 de octubre de 2009

relato: conduciendo

Cerrar la puerta. Abrocharse el cinturón de seguridad. Meter la llave en el contacto, girarla, oir el motor despertar. Quitar el freno de mano, primera, acelerador, segunda, acelerador, tercera, acelerador. Intermitente, incorporación a carretera. Cuarta, acelerador, quinta, acelerador, acelerador. Aire colandose por la ventanilla, desordenando mi pelo, resonando por el interior del coche. Sensación de velocidad, sensación de libertad, sensación de huida. El aire, el sonido del motor, de los coches que van quedando atrás, pequeños en el espejo retrovisor, diminutos segundos después. Un destino al que casi sería mejor no llegar y prolongar el viaje, que a veces es el fin en sí mismo. Como esta vez. Si fuera posible, la carretera se perdería más allá del horizonte, y seguiría, recta, curvilinea, atrayente e hipnotizante tramo tras tramo. Ascendería hacia el cielo y se acabaría detrás de una estrella. Encender las luces, la noche cae. El paisaje queda convertido en un manto negro, con luciérnagas de metal que se siguen unas a otras. Intermitente a la derecha, mi desviación. Cuarta, frenar. Tercera, frenar. Un breve rato por un camino que huele a pueblo, a campo, a orígenes. Huele a todo aquello que se ha perdido. Segunda, intermitente. Girar justo donde la última vez un conejo se asustó por las luces. Freno. Coche parado. Freno de mano. Meter primera. Desabrocharse el cinturón, abrir la puerta del coche. Abandonarlo.
Darse cuenta que el camino se ha acabado. O ha empezado, qué más da.

lunes, 26 de octubre de 2009

De noche

Un grito en un lugar lejano. Un coche acelerando al cambiar el semáforo en el que presumiblemente estaba. Zumbidos de miles de televisores conformando el panal de luces que se veía por las cortinas. Unas risas espaciadas, empapadas en alcohol, juveniles y a la vez, decadentes, vencidas. Un autobús deteniéndose con su contenido humano de deshechos de la noche, unos, abandonando el vehículo, otros, abandonados a su suerte. Sonido de pasos de una pareja que pasea rápido, deseando llegar a algún sitio cuanto antes. Sonido lento y rítmico de una pareja que se detuvo en un portal, y se funden, una y otra vez, contra los telefonillos. Un perro ladra. No es respondido. Pasa veloz, una ambulancia.
Cierro los ojos, duermo, la noche en la ciudad concluye para mi. Fuera, el mundo sigue imparable.

domingo, 25 de octubre de 2009

700

Una mesa llena de papeles, escritos de forma apresurada, con anotaciones, con errores manifiestos. Están desperdigados, sin orden ni concierto. Al lado de la mesa, una papelera. Rebosa. Si se analizara detenidamente, muchos de los textos arrugados ni difieren demasiado de los que quedan en la mesa. Una pequeña carpeta, con borradores, se queda coqueta en una esquina. No hay mucho dentro, pero tiene pinta de haber vivido momentos de más uso.

Hay un archivador lleno de fotografías mediocres y recortes de periódicos. La calidad de las fotos es baja, y la relación entre ellas, compleja. Su ordenación, cronológica, no hace más fácil ojearlas de forma lógica.

Cerca de la carpeta de borradores, hay una pila de agendas, de este año y los dos anteriores. Hay fechas marcadas, algunos textos grapados a días.

Un bolígrafo queda, sobre una hoja en blanco, en el borde más cercano a la silla. A los pies de la mesa hay varios tacos de hojas. Parece que hay previsión de seguir escribiendo mucho. Sólo faltaría descubrir para qué se está escribiendo...

( lo que sería mi blog si en vez de una página de internet estuviera en el MundoReal. Mi pequeño homenaje a él tras haber alcanzado los 700 artículos. Porque revisar lo que ha pasado cada cien artículos es aburrido y hay veces que es mejor no echar la vista atrás, porque se han dejado demasiadas cosas por el camino. )


jueves, 22 de octubre de 2009

Grandes citas anotadas en un día gris

Alice asked the Chesire Cat, who was sitting in a tree, "What road do I take?"
The cat asked, "Where do you want to go?"
"I don't know", Alice answered.
"Then," said the cat, "it really doesn't matter, does it?"

Alice in Wonderland, Lewis Carroll

Y así, en encrucijadas o en rotondas, o en amplias plazas donde no hay un camino a seguir. Buscando un camino, o perdiéndolo. Melancolía a veces. Recuerdos. Recuerdos... Soledad y miedo. La sensación, siempre recurrente, de haber perdido otra batalla sin haber llegado a lucharla.

"In the midst of winter, I finally found that there was in me an invincible summer."

Albert Camus

Y mientras, en algún lugar, descubrí que llegaba tarde al verano y al invierno, a la noche y a la mañana, a cada minuto. Llegaba tarde a lo importante de una vida que se desvanecía.

"When I went to school, they asked me what I wanted to be when I grew up. I wrote down 'happy.' They told me I didn't understand the assignment. I told them they didn't understand life."
Charles Bukowsky?


Y en algún momento me haré mayor, y descubriré el sentido que tenía todo... Podré dormir por las noches con esas sonrisa que ahora añoro.

Besos.

miércoles, 21 de octubre de 2009

relato: De boda 3 ( la verdad es un monstruo polifacético )

Siempre me han aterrado las bodas. La mezcla de un protocolo al que ceñirse mientras te asalta una explosión de sentimientos a flor de piel me ha parecido que convierte un día que debiera ser un tranquilo papeleo legal en un acontecimiento desmesurado y pretencioso. Pero a esta boda tenía que ir. Era la mía. Tendría que subirme a ese altar, recorrer con una falsa sonrisa el pasillo. Ir agradeciendo, a cada paso, que todo el mundo estuviera en ese día que llevaba temiendo tanto tiempo.

Mi vestido, mi peinado, me permitirían brillar, destacar, lucir. Lo odiaba. Las luces, las miradas y los deseos concentrándose en ese vestido de larga cola que tendría que arrastrar como una pesada carga. Vestido en el que desde atrás notaba una mirada conocida. La mirada que siempre había deseado, los ojos en los que siempre había querido bucear. Los párpados que había querido besar. Nunca me atreví, cobarde, resignada a mi suerte. Tantos momentos donde poder haberlo intentado...

Recuerdos. Recuerdos a cada segundo viniendo a mi cabeza. Recuerdos de él en tantos sitios. Recuerdos de su piel, de su pelo, de su ingenio. Recuerdos que quedaban atrás, bajo esa larga cola que condenaba mi vida pasada y me lanzaba por un barranco a una etapa nueva. Recuerdos que me sepultaban junto a mis miedos.

Jamás me había sentido tan sola, tan condenada. Creo que mi rostro sonreía por el propio peso del maquillaje, mientras mi vida, disimuladamente, abandonaba la iglesia por un rincón sombrío.

Miré hacia atrás buscando algo, sin saber el qué. Vi rostros incomprendidos, gente ansiosa por que todo siguiera y acabara, familiares emocionados. Y en un rincón, sus ojos, que se cruzaron con los míos. Dudo que viera la petición que le hice en ese instante de que me sacara de allí. Le dije que le quería como nunca le había dicho a nadie. Pero yo sabía que era tarde, y que él, desgraciadamente, se estaría alegrando de mi boda.

Miré a mi prometido. Empecé a llorar débilmente. Él me dio su pañuelo, me cogió de la mano, y todo siguió su curso esperado.

Hace años, hubo un día en que creí que ibas a decirme que me amabas, que compartiéramos nuestra vida olvidandonos de todo. Pero dijiste una trivialidad, y te fuiste a casa o a otro bar, qué más da. El despecho, el infierno, un gin tonic, un escalón y un zapato herido me lanzaron en brazos de mi futuro marido.

"Sí, quiero"

Me coge de la mano, cojo la suya. Los anillos. Unimos nuestras vidas mientras la mía pierde la capacidad de soñar.

Ya no me quedan ni lágrimas para llorar. Y lo peor es que tú, desde tu rincón, lloras emocionado.

martes, 20 de octubre de 2009

relato: De boda 2 ( todo cambia con tan poco... )

Siempre me han gustado las bodas. La mezcla de un protocolo y una ceremonia religiosa combinada con sentimientos intensos a flor de piel me ha parecido que convierte un mero trámite administrativo en un acontecimiento grandioso. Pero a esta boda no tenía que haber venido. Por ella. No podría verla en ese altar, ni soportaría notarla feliz recorriendo el pasillo. No quería que sus ojos, claros y estrellados, se cruzaran una vez más con los míos en ese día que ella llevaba tanto tiempo deseando y que llevaba atormentandome desde hace meses.

Ella resplandecía, límpida, nivea. Las luces, las miradas y los deseos concentrándose en ese vestido de larga cola que yo apenas podía mirar. Decir que iba hermosa es decir poco. Aunque daba igual lo que hubiera llevado. Su vestido recordaba a un fantasma del pasado, que volvía, que se quedaba allí, que me echaba en cara todo lo que debiera haber pasado y nunca llegó a suceder.

Recuerdos. Recuerdos a cada segundo viniendo a mi cabeza. Recuerdos de ella en tantos sitios. Recuerdos de su voz, de su risa. Recuerdos que quedaban atrás, bajo esa larga cola que cerraba una vida pasada y servía de trampolín a una etapa nueva. Recuerdos que me sepultaban junto a mis miedos.

Ella, siempre tan especial, siempre con ese aura que la rodeaba irradiando felicidad, lista para cambiar su vida. Estaba decidida, feliz, deseosa.

En ese momento echó la vista atrás, quizás despidiendose de su anterior etapa, y nuestros ojos se cruzaron, durante un breve instante. Ella posiblemente no se diera cuenta que era yo. No se diera cuenta del amor incomprendido y cobarde que quedaba en mi mirada.

Justo después, le miró a él, durante un segundo, fijamente, intensamente. Una lágrima apareció en su mejilla. Él la prestó su pañuelo, se cogieron de la mano y siguió la ceremonia.

Hace años, él tuvo un día en que se atrevió y tuvo suerte... Yo tuve cientos de días de silencios, de miradas débiles y fugaces, de proposiciones disimuladas. Fuimos amigos que se quisieron mucho, destinos que nunca llegaron a enhebrarse.

"Sí, quiero"

Sus manos juntas, los anillos. Dos vidas que se unieron. Un sueño que se rompió.

Ahora la lágrima cae por mi mejilla...

lunes, 19 de octubre de 2009

relato: de boda

Nunca he sido alguien a quien le haya gustado ir de boda. La mezcla de un rígido protocolo y una estricta ceremonia combinada con sentimientos intensos a flor de piel nunca me ha resultado compatible. Pero a esta boda tenía que venir. Por ella. Por verla en ese altar, por verla feliz recorriendo el pasillo. Por ver sus ojos, claros y estrellados, cruzarse una vez más con los míos en ese día que ella llevaba tanto tiempo deseando y que había sido destacado hacía meses en mi calendario.

Ella resplandecía, límpida, nivea. Las luces, las miradas y los deseos concentrándose en ese vestido de larga cola que yo apenas podía ver. Decir que iba hermosa es decir poco. Aunque daba igual lo que hubiera llevado. Su vestido, para mi, era etéreo, fugaz, una bruma tenue que rodeaba ese rostro en que mis ojos se clavaban cada poco tiempo.

Recuerdos. Recuerdos a cada segundo viniendo a mi cabeza. Recuerdos de ella en tantos sitios. Recuerdos de su voz, de su risa. Recuerdos que quedaban atrás, bajo esa larga cola que cerraba una vida pasada y servía de trampolín a una etapa nueva.

Ella, siempre tan especial, siempre con ese aura que la rodeaba irradiando felicidad, lista para cambiar su vida. Estaba decidida, feliz, deseosa.

En ese momento me miró, y recordé de nuevo lo que era sonreir simplemente con los ojos. Se que ella, en los míos, notó que mi amor por ella seguía ahí, que nunca iba a cesar. Fue solo un segundo, dos como mucho. Pero nos dijimos tanto en ese breve lapso!

Una lágrima apareció en su mejilla. La alcancé el pañuelo. Nos cogimos de la mano y seguimos con la ceremonia. Hace años hubo un día en que tuve suerte... Hace años tuve un día donde la felicidad, el cielo, sus ojos, los míos, el deseo y un suspiro se cruzaron en una estrecha escalera.

"Sí, quiero"

Su mano, mi mano y los anillos. Dos vidas que se unen. Un sueño que se cumple.

Ahora la lágrima cae por mi mejilla...

domingo, 18 de octubre de 2009

Lágrimas que brillan

Lista de experiencias que añadir a la vida:
- Ir a una boda en el colegio.
- Ir de testigo a una boda.
- Llevar chaqué.
- Hacer llorar a la novia en la ceremonia ( y dejar nudos en varias gargantas, por lo visto ).

Por primera vez en mi vida, posiblemente por última, me pidieron que escribiera algo personal para leer en una boda. Una boda de dos personas a las que quiero con locura y a las que les debo mucho. Negarme era imposible. Era un privilegio.

Así que escribí un texto, uno de los que más he tardado en mi vida. Recortar aquí, mover, borrar, borrar, escribir... Tirarlo todo y empezar de nuevo. Al final, quedé contento. Era algo personal para los novios, pero podría haber sido cualquiera el escritor. No era mi día, tenía que ser el suyo.

Así que, durante la homilía, me dejaron a un metro de ellos: ellos dos y los padrinos a un lado de el altar, yo al otro. Era, ciertamente, como estar solo con ellos. El resto de la iglesia desapareció, sólo quedamos los cinco.

Y en la primera frase, la novia, ya tenía una lágrima asomando. Miedo me daba seguir, quedando folio y medio. Él tuvo que dejarla el pañuelo más de una vez. Yo tuve algún momento en que temí ponerme a llorar también. Pero no fue mal, esperaba haber estado mucho más nervioso. Pero no puedes estar nervioso hablando en petit comite con dos amigos.

Alguno me pidió que publicara el texto aquí. El texto realmente es de los novios, así que ponerlo aquí se sale de mi jurisdicción. Sí puedo enviarselo a alguien por correo si lo quiere. Y he prometido traducirlo al inglés a petición de alguno de los amigos de los novios venidos de tierra extraña.

Prometo que no contaba con que fuera tan emotivo y que dejara a tanta gente a punto de llorar... No era el objetivo... ¿ O sí ?

Felicidades a los novios de nuevo!

jueves, 15 de octubre de 2009

Venecia fotografiada


Va a parecer que ha sido intencionado, pero en todas las fotos hay agua. No ha sido intencionado, pero la verdad es que, en Venecia, conseguir fotos sin agua es un ángulo complicado o dentro de una iglesia. Alguna tengo, que conste. Pero puestos a hacer selección, me quedo con estas de aquí abajo. Alguna más en facebook, bastantes más en mi casita...

Empiezo con una vista nocturna desde el puente Rialto. Todo lo que se ve en ambas riveras son restaurantes. Y el movimiento de barcos no cesó en los quince minutos que estuve tirando fotos.

Desde el Campanile sacando la foto a las góndolas que esperan a los turistas que salgan de San Marcos, a los pies de las estatuas que suponen los símbolos de Venecia. Entre ellas se ejecutaba antes a los reos de muerte. Los supersticiosos como que no pasan por debajo.


Si no me equivoco, que no sería raro, Santa María dei Miracoli. El cielo presagiaba lluvia, pero después de asustarnos, se portó bien. Una de las múltiples iglesias que hay que ver. Y, si recuerdo correctamente, una de las pocas que permite sacar fotos en su interior.

En Venecia, recomiendan visitar Murano ( y comprar allí, que el cristal bueno es muy caro ). Relativamente cerca está Burano, una isla con su pueblecito de antiguos pescadores, y sus casas pintadas de vivos colores. Nadie menciona la torre de su iglesia, pero hay que ver el ángulo que tiene. Meritorio que aún no esté en el suelo.


El atardecer volviendo a Venecia... Poco que añadir.