martes, 29 de marzo de 2011

dimelo al oído

Sabes porqué te hablo siempre entre susurros? Porque me gusta sentirte cerca, muy cerca. Sentir tu respiración en mi rostro, el calor de tu cuerpo, el tacto de tu piel cuando casi te obligo a pegar tu oreja a mis labios para poder escucharte. Y en esos momentos dejo de querer decirte nada y quiero decirtelo todo, pero sólo me sale besarte despacio y dejar que el aire no pueda pasar entre nosotros. Dejar que tu pelo acaricie mi mano, tu piel la mía. Dejar que todo flote a nuestro alrededor sin orden ni concierto, y dejar que las agujas de los relojes se paralicen contemplandonos.

Se que después de eso me mirarás, esperando que siga con lo que te decía antes. No podré; se habrá perdido entre tus labios, mis labios, se habrá ido lejos de mi mente. Yo te miraré, sin saber que decir, sin saber qué decía, y empezaré a contarte una historia distinta, bajito, entre susurros...

Absurdo país

Los tres detalles que permitirían legal y moralmente erradicar Francia de la superficie de la tierra: tener un restaurante japonés que se llame Fukushima, darme una habitación con dos camas individuales ( debe ser para el iphone ), y, de nuevo en el hotel, tener el baño partido en todo menos el retrete, y un cuarto en el que sólo hay un inodoro, un interruptor y papel higiénico. El pomo debe estar extremadamente limpio...


martes, 22 de marzo de 2011

Señales

¿ Notas como va empezando la primavera ? El sol vuelve a templar las calles, a iluminar las sombras, que se esconden hasta el año que viene. Los abrigos dan paso a los abrazos, los sofás a los bancos de los parques. La luna se acerca a nosotros para ver como la vida vuelve a llenar las calles. ¿ Qué nos queda, sino disfrutar de estos meses ?

------

Y todo lo anterior es por no escribir de centrales nucleares que fallan, intervenciones militares que antes no se podían hacer y ahora sí, revoluciones bañadas con sangre en medio mundo, crisis económica en el otro. Dicho lo cual, y aún más convencido: hay que disfrutar de estos meses, que la vida puede ser demasiado corta, demasiado triste, demasiado gris.

-------


martes, 15 de marzo de 2011

Admiración infinita

Soy ingeniero informático. Sí, de esos ingenieros de pacotilla que nadie valora ni reconoce. De los que son objeto de bromas fáciles de que somos de FP o similar. Esto es meramente una introducción para desde aquí decir que nosotros podemos hacer maravillas, sí, pero pocas veces tendremos la sensación de haber conseguido algo tan increible como los edificios de Tokyo que ni se inmutan ante los terremotos, ni las centrales nucleares que aguantan los temblores, los tsunamis y siguen ahí, con tecnología de hace cuarenta años. Nosotros no podremos decir que hemos conseguido algo tan increible como tener el metro de Tokyo funcionando unas pocas horas después del derrumbamiento. 

Así que desde aquí, mi más sincera felicitación a todos esos ingenieros que edificaron una civilización pensada para aguantar lo que le cayera encima. Eso es el progreso, estar preparado para lo peor. 

Se que ningún japonés leerá jamás esto, pero, desde aquí, una felicitación y un poco de envidia por haber resistido este palo tan dignamente y estoicamente como lo han hecho. Suerte en la recuperación.

domingo, 13 de marzo de 2011

todo pasa, todo queda

El tiempo vuela, vuela a una velocidad tal que a veces no somos capaces ni de darnos cuenta y nos parece que todo se ha congelado. Pero no. Según nos van saliendo canas en el pelo, según nos van brotando velas en la tarta, la velocidad de las agujas del reloj se dispara. Lo que antes tardaba meses, ahora sucede en un día. Lo que pasaba una vez al año, ahora puede repetirse en la misma semana. La juventud parece una etapa frenética, pero cuando acaba, es cuando el tiempo pierde parte de sus restricciones, de sus ataduras y arrasa voraz, devorando instantes y a nosotros mismos sin que nos demos ni cuenta. Crecen civilizaciones y caen imperios en segundos, igual que nosotros nacemos y morimos demasiadas veces a lo largo de un año. El tiempo que, cada vez más, percibimos perfectamente como se va quedando atrás, tan de golpe.

jueves, 10 de marzo de 2011

Don Quijote, para lo que hemos quedado

Sentado en su caballo, Don Quijote mira los molinos delante suyo. Son gigantes, amigo Sancho. Gigantes.
Sancho le mira, consulta con movil en la wikipedia, y le indica a Cervantes que los gigantes como tal no existen. Además, abriendo otra aplicación le identifica los molinos como lo que son, recomendadole incluso el restaurante que ahora hay en uno de ellos.

Don Quijote mira el terminal, mira a los molinos, mira a Sancho. Que más da, Sancho, molinos o gigantes, si a fin de cuentas este libro se lo va a leer la gente esperando ver en que momento nos liamos, y cada vez me das más asco.

Sancho sube una foto de los molinos a facebook, vuelve al coche, y se pregunta hasta cuando tendrá que seguir cuidando de este tío suyo que leyó demasiados libros en papel. En papel! Normal que haya perdido la cabeza. Él sólo quiere volver a casa, acostarse con Teresa y entre sus piernas, olvidarse de esta absurda realidad que a nadie importa. O al menos, esa sensación es la que desprenden sus conocidos en twitter.




martes, 8 de marzo de 2011

110

En la vida hay 10 tipos de personas, los que piensan que el límite máximo de velocidad son siete kilómetros por hora y los que no...

Reformulación de un chiste friki, malo y que se me acaba de ocurrir según venía para acá, igual que a Rubalcaba se le ocurrió la tontería de la ley.

Como curiosidad que carece de datos científicos, ayer cogí el coche y le hice más kilómetros de los que suelo hacerle, unos cien. No es que sean muchos comparados con lo que conduce otra muchísima gente, pero en mi caso es excepcional. Así que, aprovechando la circunstancia y que al coche no le quedaba demasiada gasolina, fui casi todo el rato mirando la autonomía que el ordenador del coche me iba calculando. Y pudo ser un efecto óptico o una combinación de factores diversos, pero el coche parecía gastar menos a 130 kilómetros hora que a 110. Cuestión de marchas, supongo. Bueno, a 90 creo que el consumo se reducía aún más, pero hacerme un viaje de 600 kilómetros a 90 ya sería un poco de broma. Así que, en conclusión de mi análisis hecho deprisa y corriendo, con esta medida pagaré más por la gasolina! Sí, o que vaya a 90, pero prefiero llegar a los sitios que desplazarme despacito, despacito...

jueves, 3 de marzo de 2011

Año 2014

Decían que nunca volveríamos, y aquí estamos de nuevo. Decian que jamás volveriamos a ser lo que fuímos, y aquí de nuevo reluce nuestro estandarte, cubriendo todas las plazas. Decían, sí, decían, saboreando cada palabra, que no eramos más que la sombra de lo que fuímos, una vergüenza mundial, un insulto a nuestros vecinos. Decían... Decían tantas cosas que hasta llegaron a creerselas y olvidarse de que jamás íbamos a rendirnos, a conformarnos, a desistir en nuestro ansia por conseguir lo que era nuestro.

Dirán que tuvimos suerte, dirán que duraremos poco. Dirán banalidades, insultos, harán mofas, nos escupirán por la espalda.

Y nos dará igual, porque hoy, de nuevo, el mundo vuelve a ser nuestro.

( traducción del discurso en árabe de Rodriguez Zapatero minutos después de que las tropas españolas, flanqueadas por miembros de la alianza de civilizaciones, tomaran el Reichstag y la bandera roja, gualda, morada y con la media luna estuviera ondeando en lo alto de la cúpula. )

( porque o pretende algo asi, o nadie entiende que hace ahora visitando Túnez, claro )
( país... )