lunes, 28 de abril de 2008

Relato - Billetes de un euro

Aún recuerdo tu cara cuando subiste al vagón. Entraste en el último segundo, mientras las puertas se cerraban, empujando mientras pedías perdón a todos los que estaban de pie. Alguna mala mirada te llevaste, más de una. Lo sorprendente fue que entre ese bosque de gente alzada, de poco espacio y enganches imposibles a los asideros, lograste acabar, nadie sabe como, pegada a la pared y con tu libro en la mano.

Desde que entraste en el tren, yo no pasé ni una página más de mi lectura. Ocasionalmente bajé la vista, pero para subirla inmediatamente después. Si el vagón no hubiera estado tan lleno, me habría levantado en ese instante a hablar contigo, a que me contaras todas esas historias tuyas que me hacían sonreír, que me inyectaban vida de forma tan rápida y directa. Esperé. En dos paradas era probable que la mayoría de la gente saliera, y entonces sería todo más sencillo. En ese momento era imposible llegar hasta ti, por desgracia.

Allí estabas tú, tan cerca de mi, tan lejos. Concentrada en tu libro, sacando un jugo a esas palabras que poca gente es capaz de encontrar. Con sonrisa la mayor parte del tiempo, cambiando el gesto en algunos párrafos. Yo, mientras, cambiando la lectura del tomo que tenía entre las manos por disfrutar de tus brillantes ojos y el esbozo de tu sonrisa que podía ver. No había ni habrá libro en el mundo comparable. Qué fuerza tienen tus ojos, que sueños me traen siempre a la cabeza.

Una estación llegó. Estación pequeña, donde poca gente entra, poca sale. Miraste hacia fuera y tu cara cambió al momento. Recuerdo, que mientras las puertas se abrían, tu te apretabas contra una esquina, intentando ocupar poco espacio, buscando la invisibilidad que la muchedumbre es capaz de concedernos. Vi como tu cara, blanca, demudada, se escondía entre las hojas del libro. Apenas me quedaba algo de tu rostro que ver, apenas un poquito de tu ojo derecho. Te escondías, parecía claro. Y cuando una señora abandonó el vagón y su puesto lo ocupó un chico joven, entendí que tu rostro fuera tiza y que el papel fuera un muro impenetrable. No era un cualquiera, era él. Y llevabas tiempo sin tenerlo tan cerca. Y llevabas tiempo en el que él se había ido muy lejos.

Seguí sentado, incapaz de moverme, incapaz de reaccionar. Estaba él, estaba yo, estabas tú. El resto de la gente no existía. Yo solo oía tu corazón, desbordado, y el mío, que corría para alcanzarle. Eso, y las hojas de tu libro, que a veces crepitaban levemente. Él no vio nunca la escena, y tú entera, tampoco. Tu vista no llegaba más allá de esas hojas que estaban demasiado cerca de tu cara como para leerlas, que casi parecía las estuvieras oliendo en busca de un aroma tranquilizador, de árboles, de bosques en los que correr sin tener que ocultarse tras unas finas láminas de celulosa. No lloraste, o al menos, no lo vi. Te refugiabas en esas páginas que debían estar evocandote la hierba, el campo, el resbalarse con el barro y sonreír. La vida sencilla de la naturaleza vigorosa. Un escape de esta situación.

Se que hubo alguna estación intermedia, se que hubo gente que entró y salió. Pero no me preguntes tiempo, ni lugares, ni gente. Yo no podía quitar los ojos de tu rostro embozado, y tu buscabas en el libro unas respuestas, unas palabras que dieran sentido a la situación, quizás a la vida. Yo también las buscaba mientras pensaba en este triángulo que habíamos formado en el vagón, en el que tú te ocultabas de tu pasado, y yo soñaba con ser tu futuro. Pasado, presente y un libro entre medias. No pude ver el título. Futuro sentado, pasado de pie, y el libro abierto. Futuro que querría haber sido el libro que te hubiera aislado del pasado.

Se que cuando cerraste el libro sabías que no estaba allí. Que se había bajado. No tuviste que recurrir al pañuelo, lo que era buena señal. Se que miraste su hueco, miraste al libro, y le diste un beso a éste último en la portada. Otra vez desee poder ser ese volumen que mantuviste abrazado contra tu pecho.

La megafonía anunció tu estación, te marchaste, te fuiste. No supiste que yo estaba en ese vagón, deseando que, en algún momento futuro, el libro estuviera entre mis manos y las tuyas, pero con nuestras caras ambas al mismo lado, pegadas, leyendo juntos cada palabra. Ese día el libro fue tu coraza, para protegerte del dolor. Espero en el futuro poder sustituirle y que nunca más tengas que esconderte de nadie, ni siquiera de él y menos de mi.

Se que notaste el beso que te envíe, porque miraste, tarde, hacia el vagón en que me alejaba. El libro seguía contra tu pecho, como mis ilusiones.

De la pantalla al plato

Mía Wallace: ¿No los odias?
Vincent Vega: ¿El qué?
M: Estos incómodos silencios. ¿Por qué creemos que es necesario decir gilipolleces para estar cómodos?
V: No lo sé, es una buena pregunta.
M: Entonces sabes que has dado con una persona especial. Puedes estar callado durante un puto minuto y compartir el silencio.

(Pulp Fiction)



jueves, 24 de abril de 2008

Semanas inversas

Lo normal de las semanas era que de lunes a miércoles me quedara tranquilo en casa, salvo algún paseo o similar, nada más, y luego, poder hacer que la noche del jueves dure un poquito más de lo normal, digamos que hasta que nos echen de algún bar. Teniendo en cuenta que es la noche del jueves y estoy escribiendo desde mi casita, algo no es del todo correcto.

Comprometime con mi padre que tendría un programita que necesita para el viernes, al menos, una versión para que pudiera probar. Es algo relativamente sencillo, pero digamos que esta semana me he liado. Por X o por Y, más por Y que por X, mis horas de llegada a casa han sido las 22:15 el lunes, 23:00 el martes, 23:30 el miércoles. Ningún día ha sido el trabajo lo que me ha tenido hasta esa hora, menos mal, lo que quiere decir que han sido tardes molonas y bien aprovechadas, con planes sobre la marcha en agradable compañía que no evolucionaron mal. Contento estoy de estas tardes, sin duda, que espero se repitan n veces ( sí, n veces, para la que no le gusta que diga n veces, lo digo m veces ).

Pero claro, llegar a esas horas entre semana ha supuesto que haya acabado lo de mi papi hace escasos minutos. Como nota para gente que programa, diré que odio Java y, especialmente, las interfaces de usuario en Java. Fin de los comentarios que no entiende todo el mundo. Al menos, parece que el programa funcionaba en las pruebas que he hecho, en las que he conseguido poner el caso en que todo se rompía una y otra vez. Y mira que era un caso entre miles...

Haber podido salir hoy hubiera estado bien, lo reconozco. Porque el caso es que me apetecía, claro, como siempre que es jueves. Ahora lo que me preocupa es descubrir que haré mañana por la tarde en vez de la habitual siesta...

Por cierto, la noche de los libros en la fnac, que es donde estuve ayer, fue muy entretenida y curiosa, pero hoy la fnac me ha clavado un puñal al partirme un pedido de libros en dos porque no me encuentran uno. El caso es que por ese uno fue por el que pedí el resto de los libros del pedido, para hacer bulto. Encima, que es una apuesta personal para un regalo. Grgrgr, me llenaré de odio si no me lo encuentran.

Besos a todos, disfruten de la vida ( o no ).



domingo, 20 de abril de 2008

Ritmo leeeento

Creo que casi todos los días desde el jueves he empezado a escribir algo y lo he dejado a la mitad. Así que llegamos hasta el domingo, donde aunque sea por vergüenza torera algo tendré que poner, digo yo.

Después de tantos días, tengo materiales varios que contar: jueves de tapas esperando a que un industrial saliera en el hormiguero, el dice que salió, no le vimos. Jueves de copichuela posterior y paseo bajo la lluvia y el viento hasta casa. Fue más agradable de lo que suena, ciertamente.
Viernes sin siesta, viernes de dolor. Razones de fuerza mayor, como quien dice, me mantuvieron despierto, o más bien, con los ojos abiertos. Tan cansado estaba que renuncié a ir a bailar, porque incapaz de disfrutarlo me veía. Menos mal que apareció un plan con el que no contaba y que hizo que no cayera en los brazos de Morfeo nada más empezar. Como prueba de lo cansado que estaba, amanecí a las 13:30 y porqué sonó mi teléfono. Llevaba tiempo sin despertarme tan tarde un sábado.

El sábado era día de restaurante andaluz, pero no cabíamos, lógicamente. Así que acabamos en un chino que estaba bien, no vamos a negarlo, pero en una zona donde la vida se extinguió hace años y no hay bares abiertos a media noche. ¿ Se puede considerar a eso España ? Así que ir en coche a un irlandés fue la única alternativa. Nota: las cervezas en los irlandeses no salen mal de precio, las copas, sí. Tampoco volvimos muy tarde, que además, la gentil negrita nos acercó a casa. Gracias, como siempre.

Mi gran jugada de ayer, de cualquier manera, fue estar limpiando los zapatos y que el bote de betún, abierto, cayera al suelo a la vez que giraba, lo que tuvo el precioso efecto de llenar de manchas negras el zapatero y el suelo.Por suerte no giró mucho más y se limpia bien, pero el miedo a haber convertido mi cuarto de baño en el de Marylin Manson apareció en mi. Menos mal que salió bien, menos mal. Después de eso, me llevé como regalo diferido de cumpleaños una mochila con camel pack, que era una de esas cosillas que me apetecía comprar pero siempre me parecía que no iba a sacarla partido. Como regalo se agradece mucho, la verdad.

En fin, a ver como viene la nueva semanita. Tengo cosillas pendientes que ir cerrando, a ver si puedo ir haciéndolas.

Besos y agradables sensaciones para todos, sobre todo para ti.

miércoles, 16 de abril de 2008

En medio de la semana

Es increible lo rápido que pasa el tiempo a veces, sin que nos demos cuenta. Tuve intención de haber escrito el lunes, pero acabé llegando tarde a casa y como que tenía cosillas pendientes. Ayer, tres cuartos de lo mismo. Curioso momento en el que estás hablando al pie de una boca de metro que piensas utilizar y ves que la puerta de abajo empieza a cerrarse. Obviamente, no corrí, bastaba con cambiar de boca, pero por un momento, pensé en recurrir a la épica. Claro, que una épica absurda, porque estaba en mitad de agradable conversación, y renunciar a ella hubiera sido tontería. Claramente, los buenos momentos tienen prioridad sobre la épica y las heroicidades absurdas.

Ayer cumplió años alguien de quien las malas lenguas ( ¿ o las buenas ? ) dicen que tiene cara de aceituna, o de hormiga, o incluso de ombligo. Menos mal que somos tus amigos y te queremos, que si no un día acababas con nosotros por todo lo que tienes que aguantarnos. Y tendrías razones para ello. Supongo que su próximo cumpleaños lo celebrará ya usted por tierras lejanas. Se le echará de menos, no lo dude. Felicidades de nuevo, chaveo!

Por cierto, que una nueva disculpa para quien con razón disgustose ayer conmigo. Ciertamente, pude y debí hacerlo mejor, pero pensé poco. Vuesa merced merece que yo piense un poquito más, sin duda.

Siguiendo en la línea de los mensajes personalizados, mucho ánimo para quien necesita mucho ánimo. 

Grandes libros he leído ultimamente, sin duda, y algunos con muy buena pinta aún me esperan. Algún día haré un resumen de mis últimas lecturas, porque algunas valen la pena. Mientras sigo sin ir a la biblioteca, algo que necesito urgentemente, por motivos económicos y casi espaciales, el lunes hice otro pedido a la fnac, de cinco o seis libros. Este año estudio poco, pero estoy leyendo lo que tenía pendiente desde ni se sabe cuando.

Hoy no hablo ni del Tibet, ni de Darfur, ni de Espe, ni del Sáhara, ni de la bajada de los pisos. Los humanos somos así, que nos afecta mucho más lo cercano que lo lejano, quizás porque esa sea nuestra forma de vivir y no sufrir ante cualquier desastre en el planeta. Afecta mucho más a nuestras emociones y nuestros sentimientos un agradable paseo, el cumpleaños de un amigo, disgustar a alguien que queremos o que alguien que nos importa necesite todo el apoyo posible, a que haya trescientas guerras en el planeta y mueran millones de personas de forma injusta.Será nuestra forma de no volvernos locos, o simplemente la cobardía que nos hace quedarnos en nuestra confortable burbuja de cristal y no querer mirar más allá.

Nada más por hoy, y nada menos. Que lo poco que queda de semana laborable sea rápido y entretenido y, como decía la canción, nos vemos en los bares.

domingo, 13 de abril de 2008

Madrid, Madrid, Madriz


Volver de París a Madrid es siempre reconfortante, para que negarlo. Llegas ( siempre con retraso ) alrededor de las siete de la tarde, y a partir de ese momento, la noche empieza a desarrollarse ella solita. Todo empieza bailando salsa, en una de las clases en que más me he divertido. Llegó mucha gente nueva, lo que implica que casi sea un veterano. Sigo siendo muy torpe, pero se notaban las horas de ventaja, lo que proporciona una tranquilidad aún mayor. Hay gente que lleva más tiempo que yo que se agobia. Yo no. Voy a divertirme, y suelo hacerlo.

Después de bailar merengue un ratito, cambio de cultura. Al Diwan, a comisquear algo y dar cuenta de una de las mejores cachimbas de los últimos años. Casi dos horas nos aguantó soltando uno de los humos más densos que yo haya visto. Hubo algunas que acabaron algo mareadillas, pero fue bastante divertido, para qué negarlo. La foto es de allí, aunque bastante trucada, para que negarlo. Retoques primeros míos ( como acercarnos tanto, que no fue así que conste ) y luego, probar el envejecedor de fotos que ha circulado estos días por la blogsfera.

La noche había que concluirla como empezó, así que nos fuimos a bailar. Risas, risas y más risas, entre canciones de persecución, Doraemons y centenares de fotos.

Una grandísima noche, sin duda alguna.

El sábado empezó con un paseito mañanero y un cambio de planes a mitad. Hubo caipirinhas, caipirisimas, bizcocho de chocolate, visitas a la frikipedia, discusiones sobre Tibet y mil otros temas que salieron a raiz de eso. En vez de acabar la noche, hubo que prolongarla. Como el jueves no pasamos por el Victoria, ayer visitamos. Parecía que el viaje a Rusia había ido bien, de lo que nos alegramos mucho. Siguiendo con el modo jueves, acabamos en el bar donde solemos acabar los jueves, el "4 x", donde presenciamos un conato de pelea, que por suerte, quedó en eso. Cervezas, rones, y un chupito de tequila de regalo, que hizo necesario un largo paseo para poder despejar un poco la cabeza antes de ir a dormir. Sentó bien y mucho se agradeció la compañía, como que de pronto eran las cinco y no nos habíamos enterado.

Mañana pasada en el Rastro, donde la humanidad te rodea y te hace uno más, o uno menos, según como se mire. Comprados los pantalones que iba a comprar y vista alguna camisetilla chula. Pero demasiada gente, sin duda. Entre la mulitud, claro, el arquitecto acabó entablando conversación con uno que empezó a contarle su vida de cabo a rabo. Siempre le pasa a él, es curioso. Debe tener cara de psicólogo.

La tarde de hoy, perdida, como era menester.

Veremos como va evolucionando la semana...

viernes, 11 de abril de 2008

Sin entrar en debates

Me quedan veinte minutos hasta que llegue mi taxi que me lleve de nuevo a esta España mía, esta España nuestra, esta España con nuevo presidente del gobierno que ha resultado ser el mismo de antes, pero sin pactar con nadie. ¿ Intentará ser un nuevo Adolfo Suarez que vaya buscando pacto a pacto, ley a ley, la gobernabilidad de España y sacar adelante su proyecto ? ¿ O ha sido un brindis al sol y acabará bajandose los pantalones hasta los tobillos como ha venido haciendo en los cuatro años anteriores ?

Empecemos por ver como gestiona la crisis del agua en Barcelona. Sí, esa Barcelona que ahora cree que el trasvase del Segre es bueno y el del Ebro a Valencia malo, o la que pretende un trasvase desde el Ródano ( los franceses creo que aún se parten con esto ). Esa Barcelona que tiene los acuíferos del Llobregat, que son responsabilidad de la gestión de la Generalitat contaminados y pocos planes alternativos. El PSC, además, amenaza con política de hechos consumados: van a empezar las obras del trasvase y luego ya si eso, discutimos si es la solución o no. Eso el PSC, sí, el que se supone es el mismo partido que ganó las elecciones pero que realmente no lo es. Ese mismo.

De la polémica ahora de Gallardón, Espe y Rajoy, mi opinión es ampliamente conocida. Pero vamos, Gallardón siempre ha ido de cara diciendo lo que quería y Espe ha ido por detrás, exigiendo lo que sus méritos no deberían concederla. Encima, quiere ir ahora en plan salvadora de la patria. Menos mal que en el congreso del PP el reparto de los representantes es de chiste y los representantes de Madrid son menos de los que debieran, que si no, la montaba. Alguien debería recordarle a esta mujer muchas cosas...

Y sobre las críticas a China por el Tibet, solo tres cosas: los chinos no han cambiado su política desde que todos los países les votaron para concederles los juegos, así que esto no debería sorprender a nadie. La segunda, la política china en Tibet no es la propia de un genocidio, como se ha dicho desde algún medio de comunicación. Ahora no tengo los enlaces a mano, pero si se buscan, se encuentran. Y tercero, los tibetanos tienen bastante más libertad ahora que durante el breve espacio de tiempo que no estuvieron bajo el gobierno chino, en que practicamente toda la población vivía en un regimen de semi-esclavitud dependiente de los monjes y la aristocracia gobernante. Se que es irónico hablar de libertad en un comunismo, pero oye, a cada uno lo suyo. Ojalá tuvieran más, bastante más.

Así que hala, me voy al taxi, luego al aeropuerto, sufriré retrasos, iré a salsa, luego sangría, mojitos y lo que la noche depare, que esperemos valga la pena.

Sed felices todos, sobre todo tu.

Patrullando internet para ustedes y contandoselo

Tres enlaces, tres, a tres tipos de manifestaciones artísticas variopintas.

Postales cargadas de humor ácido, por alguno de los miembros de The onion, uno de los blogs satíricos más conocidos del planeta.

Pasamos a la música, con un nuevo videoclip a una calidad excepcional de Poncho-K.

De la música, a la televisión y al cine: los cincuenta mejores sketchs de todos los tiempos, según el que ha hecho la lista y para el público anglosajón, claro. El número uno es genial, como geniales son los Monty Python casi siempre.

Ya me vuelvo para España, y esta vez, con un consejo: si algo dura 160 minutos, no empecéis a hacerlo pasadas las seis de la tarde.

Como siempre, un beso a todos, especialmente a ti.

miércoles, 9 de abril de 2008

Seguimos por Paris

París, la ciudad del amor, la ciudad de las luces... Increible el marketing que se ha llevado esta ciudad, no tiene precio. Eso son publicistas y no los de Coca Cola.

El caso es que aún me mantengo vivo en estas tierras, donde las comidas son historiadas sí o sí, posiblemente para cobrarte lo que les apetezca. Ayer comí un confit de pato, que eran cuatro trocitos, que si llegaban a los cien gramos era de milagro. Y el micuit de atún de la cena era su primo, pero en delgado. Menos mal que la guarnición, muy mona ella, era abundante. Comer un único plato y pagar 14 euros me recuerda a cuando en Indra comíamos fuera, pagabamos 9 ó 10 por el menú del día y nos quejábamos. Hoy he tirado al filete de buey, que sí me ha llenado, hay que reconocerlo. Le he acompañado de una creme brulee, que viene a ser una crema catalana mal hecha. Lo que caerá en la cena, lo ignoro.

En el curro, hoy hay que reconocer que he podido hacer cosillas. Al menos, el objetivo principal del viaje ya está cumplido. Quedan otros dos importantes, pero uno no depende de mi, sino de dos franceses para los que el trabajo es un castigo divino, y el otro, bueno, a ver si mis problemas de entornos, usuarios y otras cosas se arreglan milagrosamente para mañana.

Descubrí ayer que el museo Orsay está abierto mañana hasta las 22:00, y ese es uno de los museos que más me gustan de los que he estado. Sí, los impresionistas. Renoir, Monet, Manet, Degas, ... Me encantó el museo, y eso que lo visité con ¿ 14 años ? Ahora q mis conocimientos han aumentado un poco, que no mucho, es probable que lo pudiera disfrutar bastante más. Para mi desgracia, el otro punto al que me sigue apeteciendo ir con locura pq tengo un recuerdo excepcional, la Saint Chapelle, sigue cerrando todos los días a las seis de la tarde. Ya cuando estuve sólo la vimos en cinco minutos y de milagro, pero la recuerdo como lo más espectacular de París, posiblemente, porque no me lo esperaba. Es irónico, pero echando la vista atrás a ese viaje con mis padres a Paris, de varios días en Eurodisney que había sido uno de esos deseos míos de niño, no recuerdo casi nada de Eurodisney. Días felices, pero fugaces. Sólo me quedé con la musiquilla del "small world", una de las atracciones, y poquito más.

Por cierto, mañana todos seremos del Getafe, sí, pero hoy soy del Schalke 04 como está mandado.

Como hace tiempo que no digo nada de política, diré que me alegraría si Esperanza se presenta a presidente del PP y machaca a Rajoy, como buena trepa y miserable que es. Claro, que también me regocijaré cuando se estampe dentro de cuatro años y haya que recurrir a Gallardón, que no hizo más que ganar puntos en una entrevista en la Vanguardia el otro día. Si hubiera justicia, Gallardón sería presidente y ZP recepcionista de una pensión en Torremolinos, oficio tan digno como el suyo pero para el que no se requieren esas habilidades y conocimientos de los que nuestro electo presidente carece y debiera poseer.

Y para los que lo dudaban, los pisos ya van bajando. No diré que veais en google videos el programa de callejeros de este finde, pero vamos, podeis ir leyendo cositas por ahí. Pensando además que si los pisos bajan algo en el precio nominal, más bajan en la negociación. Es lo bonito.

Bueno, que besitos para todos desde Francia, que os quiero!

martes, 8 de abril de 2008

Otro día más por París

París bien vale una misa, dijo un rey navarro, si mi memoria no me falla. Debió conocerlo en verano el tipo. Porque ayer desde luego nevaba, hacía frío, y dormir en el avión no es posible cuando los niños que van a eurodisney están sentados detrás tuyo haciendo ruido continuamente, ora gritando, ora llorando, ora peleandose entre ellos.

En el trabajo mucho no pude hacer, y eso que tengo cosas pendientes. Lo malo de no depender de uno mismo para currar. Al menos no salí muy tarde. De hecho, salí en el momento en que dejó de caer la tromba de agua más monumental que he visto en lo que va de año. Ideal para que te pille con una maleta camino del hotel, sin duda.

Cené lo que no me había tomado en mi casa el domingo, que acabé en una taberna de toda la vida regentada por chinos, tomando tallarines y rollitos de primavera. Muy majos los chinos, que nos pusieron pipas y al final nos dijeron si no queríamos agua, que las pipas dan mucha sed. Nos estarán invadiendo, pero lo hacen con buenos modales, lo que se agradece. Buena velada fue, sin duda.

En la habitación, después de leerme los periódicos traidos de España ( muy agradables sorpresas en la Vanguardia, esperable El País, gran contenido literario en el Marca ), decidí que no era momento de empezar ninguno de los tres libros que me han acompañado, que se merecen tiempo de calidad y mucho cariño. Así que tiré de portatil, que anda que no le gusta pasar tiempo en el extranjero. De hecho, mejores momentos me ha dado estando fuera que por España, sin duda. Mucho más útil ha sido.

La hora de internete me sale en el hotel a 1.5 €, que no es que sea un chollo, pero tampoco es un robo a mano armada, así que parte de las dietas va para eso. La conexión es bastante rápida, al menos. Aproveché para actualizar el portatil ( lo que nunca hay que hacer si no tienes otro ordenador a mano, por cierto ), bajarme callejeros sobre la bajada de la vivienda ( nunca bajan, no, nunca ) y mandar correitos. Velada poco interesante, pero bueno, las he tenido peores. Hasta hubo tiempo de recordar viajes cuyas fotos seguían en el ordenador.

Valió la pena traerse el ordenador, y valió la pena pagar la conexión a internete, sí.

Hoy el tiempo ha mejorado, no como mi productividad, que sigue siendo baja. A ver si esta tarde consigo mejorarla algo.

Nada más, y nada menos. Era por escribir algo y entretenerme mientras espero para ir a comer. Veremos con que nos alimentamos hoy.

Besitos para todos!

lunes, 7 de abril de 2008

Adivinanza

¿ Dónde estoy si esta mañana ha nevado, hace un frío tremendo y al ir a comer me ha granizado ?
Sí, efectivamente, disfrutando de la primavera en París, de nuevo.

Besitos a todos.

domingo, 6 de abril de 2008

Relato - Recargando

Otra vez más recargando esta misma página. Otra vez más, el mismo contenido, a excepción de la publicidad. Es curioso ver el tipo de anuncios que me llegan, pero creo que se equivocan si creen que alguna vez voy a pinchar en alguno.
Actualizo una vez más y todo sigue igual. Otra vez, y otra. Pulso de nuevo. En esta ocasión, por cambiar, vuelvo a teclear el nombre entero en la barra de direcciones. Acabo en el mismo sitio, claro.

Tengo delante de mi los correos que me han ido llegando, mi querido buzón de entrada. Pero me falta uno que ya tarda en aparecer. Recargo de nuevo, sigue sin mostrarse. Quizás dandole otra vez... Un correo recibido! No, es publicidad. Lo borro y sigo confiando en que lleguen esos párrafos que estoy esperando.

Porqué se que ese correo va a llegar. Se que de un momento a otro va a venir tu respuesta a mi mensaje de ayer, con esas frases que quizás estés escribiendo ahora mismo y que no acaban de convencerte del todo. Se que coincides conmigo en lo que te escribí, lo se. Lo estarás retocando, sin duda, para decirme que estás de acuerdo conmigo, que coincides con mi opinión. Pero estás buscando la forma precisa de hacerlo.

Recargo otra vez, aún sigue siendo el primer mensaje un correo de ayer sin importancia cuyo título ya se me clava en la pupila: "ecologismo de salón".

¿ Seguirás durmiendo ? No lo creo, ya deberías haber amanecido y haber tenido tiempo para responderme. ¿ Habrá algún error con mi cuenta de correo ? Improbable ( recargo ), me han llegado ya varios mensajes. Quizás el problema haya sido con la tuya, aunque los dos usamos el mismo proveedor, me extrañaría.

Un nuevo click. Todo sigue igual.

Miro el móvil, no vayas a haber decidido llamarme y esté en silencio. No, está con el tono activado, con la batería cargada, con cobertura. Y con un sms de publicidad de Telefónica, como no.

Recargo de nuevo. Nada.
Ni esta vez tampoco.
Ni esta.
Ahora no hay ningún cambio.
Todo igual.

Creí que me habrías respondido mientras dormía, que habrías mirado el correo como siempre antes de dormirte, te habrías encontrado mi mensaje, lo habrías leído y me habrías contestado. Porque sabes que ese correo necesita una respuesta, aunque no lo ponga.

Actualizo la página. Un anuncio de una revista para mujeres. Esperemos que no les cobren por poner su publicidad a alguien que jamás se la leería. Claro, que a lo mejor les dicen que soy una señora de 45 años. Conociendome, es probable que pusiera que esos son mis datos al registrarme, debería comprobarlo. Pero no ahora, que sigo esperando tu mensaje, que aún no ha llegado. Ni ahora, ni ahora, ahora tampoco. Aún no. Sigue sin llegar. Quizás ahora. Puede que esta vez...

No. Tu correo sigue sin llegar. Tu respuesta sin aparecer delante mío.

Quizás ésta sea tu contestación, quizás seas incapaz de responderme a lo que puse en el correo. ¿ Puede este silencio ser tu forma de decirme que no puedes darme la razón, que no puede ser lo que yo ponía, que soy un iluso equivocado?

Pulso otra vez. Pulso otra. Espero que no me llegue ahora. Las lágrimas que zigzaguean por mi rostro al darme cuenta de la realidad no me dejarían poder leer nada.

sábado, 5 de abril de 2008

Fin de la temporada

Perdiendo contra los segundos, como no. Era previsible, aunque podríamos haberlo mejor, sin duda. ECM debutó como portero, y ahora ya sabe que no es tan fácil estar en esa posición, que uno se llena de odio hacia el resto del equipo rápidamente. Con el bajo los palos, exactamente debajo del larguero, yo he deambulado por alguna posición del campo. He llegado a remata un córner de manera impecable con la rodilla, y a tirar un tirito majo ajustado al palo que su portero ha sacado, como todo lo poco que hemos lanzado a puerta. Aunque mi partido se puede resumir en: he corrido como pollo sin cabeza. Aunque reconozco que no me lo paso mal, y con un balón no globo haría más cosas.

Por salvar a alguien del partido, salvo a ... No, a nadie, que nos han pasado totalmente por encima. He ejercido de capitán en funciones, dando gritos a uno del otro equipo que ha dado una patada a Gary cuando no venía a cuento. Desfoga, pero no ha aportado mucho.

Claro, que la primera vuelta fue un 8-2, algo hemos mejorado. O será que ellos no tenían cambios. O que la otra vez al 4-0 éramos solo 6 en el campo...

Inter de Pilar 5 - Fuentecilla 0

Habiendo acabado el año, veamos la tabla del pichichi. ¿ Será ECM, seré yo...?

Gary 15
Nacho 8
Luisli 6
Juanjo 6
Javi 5
ECM 5
Javier 5
Joaco 3
Jorge 2
mr P 1
mr P brother 1

Me extraña que Javi H. no haya marcado ningún gol, así que a lo mejor algún gol de Javi o Javier es suyo.

En cualquier caso, está claro que hemos fichado dos delanteros este año, uno ha marcado 15 golitos, y el otro es un mierda y sólo 5 y de puntera. El premio Titi Henry va para ECM, sin duda.

viernes, 4 de abril de 2008

28 años

¿Día para hacer balance, no? Pues no, me niego. Llevo casi todo el año pasado echando la vista atrás y comparando, contrastando, viendo de donde vengo y hacia donde me dirijo. Sinceramente, de ésto último no tengo ni idea. Me gustaría descubrirlo cuanto antes, ciertamente. Hacia donde voy y con quien ( con quien en un sentido amplio, se entiende ).

Así que nada de mirar atrás hoy, aunque queda claro que celebrar mi cumpleaños no me apetece especialmente. De niño te ilusionan los regalos, ahora, que los regalos me los hago yo, como que prefiero irmelos haciendo día a día. Y disfrutar un poquito de la vida, de los pequeños detalles. De la gente valiosa que conozco.

28 besos para cada uno.

jueves, 3 de abril de 2008

libros sobrevalorados

Hace poco, en alguno de los blogs literarios que frecuento, publicaban una lista con los para ellos libros más sobrevalorados de la historia. Había varias versiones de esa lista, en la que uno incluía a Moby Dick, otro al Quijote... En fin, que cada uno comentaba ese libro que todo el mundo piensa que es brillante y que a el le ha decepcionado.

Eso es lo que voy a hacer yo ahora, sí. "El chico con el pijama de rayas" se ajusta perfectamente a esa descripción en mi caso. Se lee rápido y por lo tanto no tienes la sensación de haber desperdiciado mucho tiempo, pero sí tienes la sensación de que podía haber sido mucho más, y que se queda ahí en el camino. Primero, el autor en vez de poner detrás un resumen, pone frasecitas en plan "mejor que lo descubras", "es importante la sorpresa". No, no es eso. Lo que pasa es que el libro es tan predecible que cualquier cosa que te hubieran adelantado te hubiera contado entero el libro. En la página tres sabes lo que pasa en la cincuenta, y en la cincuenta, puedes escribir el final del libro.

Parte de una idea que podía ser interesante, lo reconozco, y quizás por ello es por lo que uno se siente más decepcionado. Tenías algo bueno entre las manos, pero no has sabido desarrollarlo. Todo se ajusta tanto al guión preestablecido que ni siquiera le coges cariño a ningún personaje. Encima, hay algo peor, que es que lo que sucede es totalmente increible, jamás pudo suceder. Vale, mucha gente se lo ha creído y por eso el libro triunfa y yo lo he leído, pero no, las cosas nunca pudieron ser así, aunque el escritor lo necesitara para poder acabar su novela.

Así que recomiendo encarecidamente cualquiera de los otros libros que he leído últimamente antes que este: Nocilla dream, Nocilla experience, la elegancia del erizo... Qué se yo. Hay libros de barco de vapor que consiguieron llegarme más que este, lo reconozco. ¿ Dónde tendré por casa "el viaje del Lucky Dragon? ?

Por cierto, que si alguien se anima, este lunes hay un flash mob en la estación de Atocha. Aquí teneis los detalles. Me encantaria pasarme, para que engañarnos, así que si a alguien le apetece, que lo comente.

T - 10:45.