miércoles, 29 de septiembre de 2010

Iba a hablar de la huelga...

Pero la verdad, teniendo en cuenta que sólo la he notado en tener que madrugar para asegurarme que cogía un tren, es tontería. Todo el mundo en el trabajo, tranquilidad absoluta en las calles. No he visto un piquete por la mañana ni por la tarde. En un recorrido Sol - Cuatro Caminos andando, que se atraviesa Preciados, Gran Vía y Fuencarral, el 90% del comercio estaba abierto. Lo del 70% de gente haciendo huelga no se lo cree ni el que ha dado el dato. Y las cifras de manifestantes en Cibeles, bueno, digamos que ya hace tiempo que quedamos en que eso era imposible cuando la manifestación la hacían los de derechas, no? Pues igual ahora cuando la hacen los de izquierdas!

Diré que han trabajado hasta los carteros, que me ha llegado hoy mi Kindle, comprado el sábado. La definición es excelente, es extremadamente ligero, no cansa nada la vista y hay bastantes libros gratuitos que ponerle. Incluso la usabilidad está razonablemente bien. Aún tiene un parpadeo algo extraño al cambiar de página, pero será acostumbrarse. Primer libro comprado para leerlo, una historia completa del imperio romano. Hala, con valor.

Mañana a primera hora, revisión médica. Mañana a segunda hora ya tendré, oficialmente, sobrepeso nivel I. sigh. Habrá que comer y beber hasta hartarse para sobrellevarlo.

lunes, 27 de septiembre de 2010

La primera vez


Esta foto de Madrid es la primera de mi vida que acaba en una exposición, y la primera que está a la venta. Posiblemente, también la primera que acabe colgada con un marco en mi cuarto.

Se siente un pequeño orgullo cuando uno se ve ahí puesto en una pared y la gente mira las fotos. Posiblemente a alguno hasta le guste!

La verdad es que esto, junto a que unos de los que pusieron cosas en la noche en blanco hayan elegido dos de mis fotillos para ilustrar una publicación que quieren hacer, llena de ilusión y de ganas de seguir sacando fotos que, al fin y al cabo, es lo importante.

A ver si me acuerdo el miércoles y me llevo la cámara de fotos para sacar fotos de la huelga, o de la normalidad.

Gracias a todos los que me habéis aguantado cuando llevo la cámara encima. Habrá que seguir incordiando con ella!

miércoles, 22 de septiembre de 2010

leído por ahí para pensar por aquí

Por aquello de no cometer más vergonzosos desastres en el uso de nuestro idioma ( te contrato de revisor, prometido! ), hoy me limitaré a citar dos ideas que he leído por ahí:
- No hagas nada que te avergonzara que se publicara al día siguiente en la portada de un periódico.
- No digas nada a nadie de lo que pudieras lamentarte si esas fueran tus últimas palabras con él.
Algunos consejos siempre llegan tarde...
Y en el rincón de los homenajes a quienes tienen más verdad que un santo, ayer ganó Maruja Torres y sus verdades como puños:

"Pues tiene narices que en los periódicos, en donde se da uno de los índices más altos de explotación y falta de futuro de los jóvenes, se denuncien estas cosas como ajenas. No le echéis la culpa a mi generación, que ya ha sido jubilada, sino a los becarios de hace 20 años, hoy en el poder. Chimpón."

Para recordar mirarse a uno mismo antes de meter palos a los demás... Aunque Maruja, algo de culpa también tuvisteis...

martes, 21 de septiembre de 2010

Antes, después

La silla está vacía, esperándote. La mesa puesta, con la comida ya servida, en el plato. La bebida también reposa ya en tu vaso. Solo falta que entres después de abrir la puerta, después de subir en el ascensor, después de aparcar el coche en esa plaza tan pequeña. Antes habrás tenido que atravesar la ciudad, sorteando el atasco. Antes, montar en el coche tras haber concluido tu jornada laboral, de más horas de las legales, menos de las que desearía tu jefe. Antes incluso, haber empezado a trabajar al concluir el desayuno fugaz que tomas normalmente.

Antes de eso tendrías que poder recordarme para saber el camino a seguir, la plaza a aparcar, el botón del piso, la letra de la puerta. Sólo te quedaría sentarte delante mío, y que comiéramos juntos, como si nada hubiera pasado. Como si delante mío ahora no hubiera solo un vacío gigantesco que nunca supe llenar y tú estés ahora quien sabe donde. 

Antes o después daría igual si estuvieras aquí. Pero mejor antes.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Que empiece la función

La representación fue un éxito y el telón cayó por última vez entre grandes aplausos del público presente. Como siempre, nos mantuvimos fieles a los rituales que nos marca nuestra profesión, nuestras manías y nuestras costumbres que creemos garantizan la buena suerte. Noche de éxito era noche en el bar de la esquina, cada uno con su consumición concreta, con las mismas tapas, de pie en las mismas posiciones en torno a la barra.
Allí empezaba nuestra segunda actuación del día: demostrar una falsa cordialidad que había dejado de existir hacía meses, realizar unos movimientos para evitar las confrontaciones muy sutiles, casi coreografiados. Sonrisas de plástico y espuma de cerveza, frases enunciadas con tonos impostados. Relaciones fingidas, Vacuidad y cinismo.
Si nuestro público pudiera vernos en ese bar representando una falsa vida, estaría quince minutos aplaudiendo, puestos en pie. Extasiados.
Cuando dejamos el bar y nos dispersamos cada uno a nuestra madriguera particular, me arrepiento del día que acepté este papel, esta vida. Uno nunca sabe cuando algo es verdad o mentira. Casi siempre es todo un escenario.
Mañana el público volverá a ponerse en pie. 

sábado, 18 de septiembre de 2010

Terrorismo de andar por casa

Acto terrorista número 1234244213: utilizar un iphone en modo avión durante un vuelo París - Madrid. Sí, merezco cárcel por intentar derribarnos sobre cualquier pueblecito intermedio.

Señores de las compañías aéreas, dejen de dar vergüenza, anda. Que si mi teléfono es peligroso durante el vuelo, prometo no volar nunca más con su compañía...

Dedicado especialmente a Air Europa, primera compañía que me pone pegas en los dos años que me tiene mi iphone, que ha volado con Iberia, Ryanair, Easyjet, Lufthansa, Vueling y por encima de EEUU en compañías cuyo nombre no recuerdo.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Debajo de los focos


Mimo en Cibeles
Originally uploaded by yeyum
No éramos demasiados los clientes que quedábamos aquella noche en ese piano bar. La hora del cierre estaba cercana y el hecho de que el día siguiente fuera laborable hacía que el número de asientos desocupados fuera elevado.

La música que sonaba apenas era capaz de hacer que los presentes dejaran de mirar sus bebidas intermitentemente. La melodía se ahogaba en alcohol, congelada entre los derretidos cubitos de hielo.

Una voz nueva, fresca, aislada de la atmósfera decrépita del local empezó a cantar acompañando la nueva canción. Sonaba ajena al local, proveniente de otro sitio que nada tenía que ver con ese tugurio. Todos los presentes despertamos de nuestro embotamiento para buscar el punto que daba letra a esos acordes, que daba vida a ese local.

Ahí estaba ella: debajo de un foco, fumando y cantando a la vez, con su mirada ausente, perdida, enlazada y mezclada con el humo y su canto. Su rostro, cubierto por un sombrero, en sombras. Apenas se podía ver el contorno de sus labios. Era un ser irreal, que sólo destacaba por su interpretación de una canción que ninguno podríamos distinguir, porque no escuchábamos palabras, solo un torrente de melancólica voz que llenaba el ambiente.

Cuando la canción acabó y empezó la siguiente, ella calló de nuevo. Un minuto después, todos seguíamos expectantes por si volvía a cantar, pero ella y su cigarro permanecieron en silencio, Otro minuto más tarde, se levantó, se fue, y no nos quedó al resto más que seguir viendo la miseria que estaba en el fondo de nuestras copas.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Dicen

Dicen que hay un lugar cercano que está infinitamente lejos, que existe gente que cuando mira es incapaz de ver lo que tiene alrededor. Dicen que hay olvidos que se recuerdan permanentemente y recuerdos que se olvidan sin que nadie sepa porqué. Dicen que hay días en los que el tiempo acelera y frena según las ganas de vivir de quien los recorre, que hay noches en que todos los gatos llevan gabardina de pana. Dicen que hay heridas que nunca se pueden curar, porque jamás han existido. Que hay gente que nunca aprendió a leer después de años y años en la escuela. Dicen que no somos tan distintos de un chimpancé bien educado, de un cerdo aseado, de una insignificante mosca. Dicen que el tiempo lo cura todo, que todo tiene solución, que mañana el mundo será un lugar mejor. Dicen que todo se viene abajo.

Dicen tantas cosas que lo mejor es dejar de escuchar todas esas voces asonantes y centrarnos en la vocecilla interior que nos chilla. Al menos, eso es lo que dicen.

martes, 7 de septiembre de 2010

Final de la noche




Nada dura eternamente, ni siquiera el regusto de la última cerveza. La noche concluye difuminandose con la luz que empieza a surgir de entre las calles. Queda serenar la cabeza, calmar el corazón, y cambiar la boca de la cerveza y los brazos de una desconocida por el tacto de las sábanas propias. Cambiar la realidad endulzada por el alcohol por el abrazo del sueño. Dejar atrás los sutiles engaños de la noche y caer en la cama. Olvidar las miradas que se cruzaron y se perdieron, las personas que se esquivaron y se encontraron, las botellas que se vaciaron. Cerrar los ojos, abrazar la almohada. Dormir. Dormir.