jueves, 31 de julio de 2008

De vuelta de la boda

De nuevo por Madrid tras regresar de Ibiza en un vuelo en el que venían varias maletas de menos, entre ellas, la de nuestro maño favorito. Increible que aún sigan pasando estas cosas. Seguiré con mi costumbre de no facturar nunca.

Pinceladas de la boda: novia muy guapa, novio también, ambos felices como perdices. Iglesia con encanto y con aire acondicionado, lo que se agradecía, porque en cinco minutos fuera ya rompías a sudar. Cura extraño, que defendía a ultranza el vino y que el hombre no descendía del mono. Una homilía de lo más particular. Ceremonia correcta, con los típicos errores de los novios, y con un invitado especial en la forma de un teleco sujetando un micro. Estudiate una carrera para eso.

El banquete, quitando el calor mortal que hacía, bien. ECM habla de los vinos, yo de eso no entiendo. El puro estaba bueno, ciertamente, y el detalle del CD, que no encuentro por ningún lado, me pareció genial.

De lo que pasó después del banquete, tupido velo. Se que me cabreé, se que JMS estuvo hablando conmigo y se lo agradecí como ya le llevo agradecidas varias este año... Se que acabé en la playa en calzoncillos y calcetines, mientras mis pantalones y zapatos iban al coche y mi camisa protegía lo que podía.

Se que esa noche apenas dormí.

Y se que en parte por eso, en parte porque me bajó la tensión, que la he tenido por los suelos, y en parte por otras cosas me he convertido este viaje en una señal de tráfico o en una patata, como prefirais llamarlo. Apenas he aportado nada, he estado tirado malamente, me he borrado de varios planes. He intentado molestar lo menos posible, pero supongo que eso es imposible. Así que mis más sinceras disculpas a todos aquellos a los que haya perjudicado / molestado / afectado / condicionado con mi comportamiento, que ha sido bastante gilipollesco. Se que encima todo ha aumentado, como una pescadilla que se muerde la cola. Se que pedir perdón no aporta nada, pero es lo mínimo y casi lo único que puedo hacer.

Para los que quieran saber lo que se hizo: Pachá ( gratis, un detalle), Kilometro 5 ( me borré), Café del Mar ( me borré ), un arroz caldero o a banda completo ( mejor el de Benicassim ), muchas calas y playas ( estoy rojo como pocas veces ), hoy, Ibiza, visitando la fortaleza y la catedral, que no está mal, pero vamos, las hay mucho más espectaculares.

Y eso, que supongo casi todo el mundo hablará genial de este viaje, menos un servidor y a quien mi actitud haya afectado en grado avanzado, que me odiará. Tengo un problema serio de actitud que voy a cambiar sí o sí, porque no se puede ir por la vida haciendo el imbécil.

Besitos a todos, que os los mereceis seguro más que yo!

viernes, 25 de julio de 2008

Camino de la boda

En breve salgo camino del aeropuerto, con mi maleta en la que han entrado más cosas de las previstas inicialmente y mi portatrajes diseñado en tiempos de Carlos IV. Nos vamos de boda, a la boda de dos personas a las que quiero un montón, así que me alegro terriblemente por ellas. Se que todo va a ir bien, la única duda es si el calor nos vencerá o podremos aguantar vivos y sin chorretones de sudor.

Felicidades a los contrayentes, que seguro no leen esto, y al resto de los que vamos, pues eso, que espero nos divirtamos como la ocasión merece.
Luego nos quedamos por allí unos días, así que, salvo que encuentre internet ( que me gustaría por razones que quizás algún día se sepan), no creo que vuelva a escribir por aquí hasta el jueves que viene.

Cuidense ustedes.

martes, 22 de julio de 2008

No me gusta perder al trivial

El cazador de facóqueros me propuso un trivial para la noche del lunes, y allí que me fui, dispuesto a aportar mi granito de arena al resto de los miembros del equipo.

El escenario de la contienda, el irlandés de Tribunal. Preguntas en inglés, respuestas en inglés. 10 preguntas de cada tema, 6 temas distintos: Shakespeare, Kings & emperors, Music, Blue, Cars and Quizz link. Music nos hundió vilmente, y algunos fallos que no debieran haber sucedido nos fueron alejando de la victoria poco a poco.

Para los que tengan curiosidad, alguna de las preguntas:
¿ El coche de Michael Knight era KITT, que significaban las siglas ?
¿ Cuál era el nombre de la mujer de Shakespeare ?
¿ Qué actriz francesa protagonizó Blue ?
¿ Cuál era el nombre del último emperador azteca ?
¿ De quién y donde está la primera estatua ecuestre apoyada en solo dos patas ?
¿ Qué país africano tiene una bandera azul con una estrella en el centro?

Terceros de cuatro equipos, los únicos sin premio.

Prometo vengarme en septiembre.
ECM, queda usted invitado, que su cabeza es un compendio de sabiduría absurda. ( aunque dudo que lea esto).

Por cierto, me han confirmado ya al menos tres semanas más en Francia de aquí a que acabe el año. Una de ellas en septiembre, así que uno de los primeros trivial me lo pierdo. Grgrgrgr.

domingo, 20 de julio de 2008

Tarde de tele

Si el jueves hablaba de "En el mundo a cada rato" y decía que podíamos aprender del tercer mundo, hoy me toca puntualizarlo.

Mientras escribía con el ordenador esta tarde, he decidido dejar la tele puesta, por primera vez en mucho tiempo. En la 2 había un reportaje que podía ser interesante, sobre el fotógrafo que sacó la foto a la niña que fue portada del National Geographic hace ya casi 20 años que iba a Afganistán de nuevo a buscarla y ver como era ahora.

Salían imágenes de Afganistán y de Pakistán, de campos de refugiados, de ciudades míseras. Salían imagenes de niños que no jugaban, de adultos serios. Quedaba en el aire la sensación de que esa gente se había olvidado de sonreir hacía años. De las mujeres mejor no hablar. Apenas se veía niñas, salvo unas en una escuela, y todas tapandose la cara, escondiendose. Tremendo ver los burkas por la calle, ocultando el rostro, el cuerpo, la vida de esa gente.

¿ Cómo puedes buscar un rostro en una multitud de mujeres tapadas ? ¿ Cómo puedes preguntar si alguien conoce a una mujer ?

En el reportaje acaban consiguiendo encontrarla ( de hecho ya hace tiempo salieron las fotos, así que tampoco había mucha duda del desenlace ). Sorpresa primera, no pueden verla si no lo autoriza el marido. Sorpresa segunda, solo puede verla una mujer. Sorpresa tercera, lleva burka. Por alguna razón, supongo que les darían dinero o similar, consiguen que la mujer acceda a salir con el rostro descubierto de nuevo, y la pueden fotografiar. Sus ojos transmitían una tristeza infinita, y ninguno de sus hijos, de nuevo, parecía tener la capacidad de reirse.

Si a los poblados de Senegal y a los arrabales bonaerenes decía que había razones para envidiarles en algunos temas, ninguna veo para sentir envidia en nada a esos dos países. Muy mala solución tienen esos ambientes.

sábado, 19 de julio de 2008

Otra vez faltan las palabras

Hay noticias que aún siendo esperadas no mitigan nada del dolor que encierran.

No me pondré filosófico ni daré consejos aquí, porque nada puedo decir, salvo lo siento.

Si necesitas cualquier cosa, ya sabes por donde ando, muchacho. Ánimo.

( Definitivamente, a veces la vida es dura de cojones ).

viernes, 18 de julio de 2008

Relato - Esperando en una silla

Dicen que de los errores se aprende. Dicen que todo en la vida tiene una razón y un porqué. A todos esos que no paran de decir grandes frases y verdades absolutas, me encantaría verles en mi situación, sentado en una silla desvencijada, en casa de una desconocida que se está desangrando en el suelo, delante mío, después de haberse seccionado, voluntariamente, ambas femorales con un cuchillo.

Cuando la conocí en el bar unas horas antes parecía una chica normal. Iba con unas amigas que parecían las personas más aburridas que jamás habían salido de marcha por esta ciudad, y ella se mantenía aparte, casi avergonzada. Pensé que podría ligarmela con una conversación rápida, dandola una excusa para poderse evadir de ese grupo con olor a naftalina.

Le proporcioné la excusa y se la bañé en abundante alcohol. Empezamos con cervezas, pasamos a la ginebra y al final, los chupitos de tequila que remataban la noche. Entre trago y trago, me iba contando su vida y sus desgracias con una naturalidad pasmosa, como si necesitara desahogarse y llevara tiempo buscando cita en un psicólogo que acaba de aparecer esa noche. Yo apenas intervení en la conversación. La animaba en algunos puntos, decía alguna obviedad en otros, pero mi participación era casi simbólica. Ella quería hablar, yo quería, tampoco vamos a engañarnos, liarme con ella. Algo rápido, sin compromiso.

Cuando acabado el vaso de tequila se lanzó contra mi pecho y entre sollozos y risas me propuso ir a su casa, dudé. Era todo extraño, faltaban pasos intermedios y quería que nos fuéramos del bar, a su casa. Pensé que el mundo era para los valientes, y que si ella quería, no iba a ser yo el que la dijera que no. A fin de cuentas, oportunidades así no suelen presentarse muchas. Algo fácil y rápido. Vale, ella parecía algo desestabilizada, pero bueno, supuse que lo estaba haciendo como un desahogo, como esa reafirmación que puedes tener después de que tu pareja te ha abandonado, o después de que el amor de tu vida se lo ha montado con un desconocido en vez de contigo. Podía estar buscando un polvo que la demostrara que seguía estando en el mundo, a pesar de todo.

De ahí a ahora mismo, todo era borroso. Hubo más alcohol, algún jugueteo en el sofá. Mi camisa en algún momento se desabrochó y me abandonó, porque está en el suelo, empapada en su sangre, junto a su ropa interior. Bonito tanga rojo, en el que tampoco se nota tanto el color de su sangre. Ella lleva tiempo gritando, pero no he sido consciente de ello. Me he acostumbrado a ese sonido agudo, de alma fugándose. Algún vecino habrá llamado ya a la policía, que llegará y me encontrará frente al cadáver de una mujer cuyo nombre ni recuerdo, con un corte en cada muslo, desnuda y con indicios claros de haber mantenido una relación sexual, quizás completa, quizás no, ni lo recuerdo. Sus amigas me identificarán como el solitario que se acercó en un bar y la emborrachó para llevársela a su casa. Obviamente, nadie creerá que ella sola se suicidó delante mío, que decidió quitarse la vida por alguna razón que se me escapa.

En la calle se oyen sirenas, y de su garganta ya no salen gritos. Abro la puerta de entrada para que la policía pueda pasar sin montar un escandalo, vuelvo a la silla,  y me quedo sentado, esperando lo inevitable.

Estoy deseoso de que un filósofo de barra me explique el sentido que tiene esto.

En el mundo a cada rato

Después de mucho, muchísimo tiempo, al fin me decidí a poner la película que da título a la entrada. Ya que me quedaba un jueves en casita, al menos me apetecía hacer algo diferente. Valió la pena.

Son cinco historias cortas sobre diferentes situaciones de la infancia en el mundo. Las impares están rodadas como cortos, con una historia autocontenida que sirve como argumento a la tesis que buscan, y las pares son casi documentales.

En la primera, en la India, aunque sabes todo lo que está pasando antes de que lo digan, ver la ilusión del chaval, como lucha por aquello que quiere, no tiene precio. Como, en esa precariedad, tiene un sueño y va a por él, independientemente del mundo que le rodea. Como peculiaridad, hacen todo el rato esos movimientos de cuello tan característicos y que nosotros somos incapaces de hacer.

La segunda es en Guinea Ecuatorial y el paludismo. Para que luego nos quejemos de los medios de la Seguridad Social.

El tercero es Siete Alcantarillas, si no recuerdo mal el título. Una niña preciosa de 3 años, luminosa, inocente, feliz, nos enseña la miseria de su arrabal y su familia, que para ella son lo mejor del mundo. Si alguien quiere ver como contar una historia en la que el protagonista y la realidad difieran, y a la vez sean lo mismo, esta es brillante ( sí, mucho mejor que el niño del pijama de rayas ). Y la niña es para hacerla un monumento.

El cuarto, en Perú. La historia de un barrio y su mercado, en el que las niñas y los niños trabajan como adultos, sin saber lo que es la escuela, ni leer, ni tener otra alternativa que no sea esa. Sí, nuestra vida es dura. Alguien debería partirnos la cara cada vez que nos quejáramos.

El quinto es el relato luminoso. Una aldea de Senegal, una niña, Binta, un encanto y su padre, que desde el primer momento sabes que es una de esas personas que valdría la pena conocer. Trata sobre la escolarización en África, sobre como es su vida, sobre sus valores. Da casi pena ver todo lo que hemos ido perdiendo al irnos metiendo en nuestras ciudades y habernos ido aislando. Perdimos la inocencia hace ya demasiado tiempo. Ojalá podamos recuperar parte antes de hacer que la pierda el resto del planeta.

Gran película, sin duda, obligada de ver. De esas que te recuerdan que el mundo no tiene nada que ver con el escaparate que conocemos, con nuestra fachada de oro. Incluso con crisis, seguiremos viviendo mejor que el 90% del planeta. También es película para recordar lo que es importante, las cosas pequeñas. Un baile, la familia, poder leer, tener oportunidades. Que los niños puedan reirse y ser niños.

Ojalá pudiéramos ser niños toda la vida, y ojalá los niños del segundo y tercer mundo tengan la posibilidad de ser niños y disfrutar de esa etapa.

miércoles, 16 de julio de 2008

Consejo rápido

Salir un martes hasta las cuatro de la mañana hace que el miércoles estés destrozado en el curro. No se recomienda, a pesar de que sea divertido.

A lo mejor sale plan interesante para el finde, habrá que permanecer a la escucha...

Estamos a miércoles, tres días lleva la semana y los tres he tenido una comunicación que no esperaba a priori. Quizás fuera algo borde el lunes, lo siento. Ayer me sorprendí más. Hoy me ha sido más útil.

El mundo gira, mis ojos se cierran por el cansancio y en los aviones vuela gente hacia su paraiso entre las montañas. Mientras tanto, un murciélago grita. Ha encontrado su presa.

lunes, 14 de julio de 2008

Aniversario

Ayer domingo, hace un año... Podeis recordar aquí que pasó, no voy a repetirlo.

Curiosamente, la noche del sábado al domingo, ya en el domingo, quedé en uno de esos sitios que aún acumulan recuerdos por Madrid. Era extraño estar justo ahí en ese momento, recordando el aniversario. Era extraño ver ahí a alguien, esperandome. En cierto modo, fue una bonita señal del destino quedar allí con una gran amiga. Hay cosas que se pierden en la vida, hay cosas que se ganan.

Prefiero recordar el aniversario que es hoy, no el de ayer. El aniversario en que bajé del avión en Madrid y ya había dos personas para recogerme. Dos personas a las que quiero como a pocas, y que se han portado genial a lo largo del año conmigo, a veces, a pesar de mis gilipolleces y mi imbecilidad crónica.

Sirvan estas líneas como pequeño homenaje. Disculpas por todas las tonterías que habeis aguantado y gracias infinitas por todo.

Hay otras personas a las que también les estoy muy agradecida, y espero que lo sepan. El año ha sido más fácil gracias a vosotros.

Hoy hay una frase genial hoy en Microsiervos: "La vida es como un examen en el que no has estudiado: crees que lo sabes todo acerca de él… hasta que te lo dan corregido."

Dije en diciembre, enero, que el año pasado fue el de la tempestad. Hace poco leí un cuento corto, magistral, en que el protagonista caía y se daba cuenta que solo se puede hacer una cosa: reconstuir.

Reconstruyamos, pues.

Besos.

viernes, 11 de julio de 2008

Seguimosssss

Si hay algo de lo que hablar, sigue siendo, por supuesto, la recien nacida. Si todo sigue como hasta ahora, va a ser lo más cercano a una sobrina que voy a tener nunca. La verdad es que ayer, cuando pasamos a verla, el papi seguía exultante. A la madre también se la veía con una cara iluminada, sobre todo cuando la cogía en brazos.

A la niña apenas se la veía debajo de las mantas. Con guantes de boxeo iba incluso. Aún se la notaba algo hinchada, que la experiencia de nacer no debe ser agradable. Estás en un sitio tranquilito y relajado, con comida constante, donde no tienes que hacer nada, y de pronto te encuentras rodeado de luces, ruidos, caras desconocidas y gente moviendote de un lado a otro.

El padre me autorizó a poner una fotillo por aquí, cuando Herr Doktor me envíe una de las bonitas que sacó, la incluiré por aquí.

Respecto al hospital Infanta Leonor: está en mitad de la nada, hay que dar una vuelta absurda si vas andando y está pensado como el trasero de un madril enojado. Sin embargo, la habitación era muy maja. Y la chica que me atendió en recepción supo decirme el número a pesar de mi desmemoria.

Hubo brindis con pacharán a su salud, claro!

Confiando en que el nacimiento de la niña nos depare suerte infinita en la vida, hoy he intentado, con un compañero de curro, comprar el iphone. Hora y media después hemos vuelto con las manos vacias y varias tiendas recorridas en balde. En Sanchinarro hemos visto como vendían los dos últimos delante nuestro, snif, snif.

Habrá que beber para olvidar esa mala suerte... Lo preocupante ha sido que en todas las tiendas he visto marujas, pero marujas que jamás habría visto intentando comprar un móvil, preguntando datos. No puedo competir con ellas.

Besos para todos, sobre todo, hoy, para la recien nacida. Mi primera sobrina postiza.
( y besos también para ti, claro ).

miércoles, 9 de julio de 2008

Ahora estás abajo, ahora estás arriba

Llevo una temporada medio tristón por un conjunto de razones que tampoco vienen mucho al caso. Cosas que debo afrontar y cosas que debo solucionar.

El caso es que encima, fastidiandome que al final no haya salido lo de Ortigueira, pues digamos que de ánimos, los justitos, gracias.

En esto que me llega un mensaje al móvil, y resulta que, mi querido IMM, estupendo doctor, gran amigo y mejor persona, ahora ya pasa a ser también padre ejemplar. Todo bien por lo visto para la recien nacida y para la madre. Para el padre, un tono de felicidad en la voz que desbordaba todo lo desbordable.

Ahora mismo dudo que haya nadie más feliz en la tierra. Igual, quizás, pero más feliz, es imposible. Que sepa que es contagioso, que me acaba de alegrar el día. Que me he alegrado como llevaba tiempo sin alegrarme cuando he visto su mensaje y cuando luego he oído su voz.

Un abrazo gigante, querido amigo, un beso enorme para su mujer, a la que se la quiere también un montón, y un beso para su hija. Esperemos que crezca lo más parecida a la madre que sea posible, porque como se parezca a usted, apañada va la pobre =p

Saber perder

El título de arriba es el título del último libro de David Trueba. Comenté por aquí "cuatro amigos", que, aún sin convencerme, me había tenido bastante entregado y me había parecido que tenía un final realmente conseguido.

Esta novela mejora claramente la anterior. Aunque sigue habiendo una importancia demasiado exagerada a todo lo sexual, cae menos en lo vulgar, en lo chabacano. Las historias se desarrollan y mezclan magistralmente. Los personajes están vivos, llenos de matices, de sentimientos, de caídas, recaídas. De momentos que les definen como algo más que palabras. Todos son unos perdedores, en mayor o menor medida. El abuelo, el padre, la nieta. Todos van viendo como la vida les golpea, mientras avanza. Hay momentos buenos, hay momentos malos. Pero en general, no acaban más que haciendo algo similar al título: aprender a perder. Los capítulos son cortos, sin detalles superficiales. Los personajes, todos, creíbles, realistas, humanos. Seres vivos  con sus miserias, sus debilidades, sus dudas.

Gran libro, altamente recomendable. Ganar no hace falta aprenderlo, es algo natural al ser humano. Lo difícil es saber perder, darse una torta y levantarse, buscar a una persona, esperar que nos diga algo, no encontrar ninguna palabra en sus labios y no poder hacer nada. Mirarse cada mañana al espejo y saber que no queda sino tirar hacia delante.

( Como Corolario aparte, parece que al final no vamos a Ortigueira. Empecé a sospecharlo ayer y hoy se ha confirmado. La vida a veces es más previsible de lo que parece. A veces, acertar carece de gracia )

domingo, 6 de julio de 2008

Días que siguen pasando

Fin de semana del orgullo gay, de fiestas populares de Madrid, en las que sí, algún gay hay, pero vamos, o hay un millón de homosexuales en Madrid o allí estamos todos. Por otra parte, no estaría mal que hubiera un millón de homosexuales en esta ciudad nuestra, porque querría decir que habría miles y miles de mujeres deseando conocerme. No hay ninguna, como es previsible.

Paseme por las fiestas solo el viernes, y, como siempre, me lo pasé bien. Hay muy buen ambiente, muy buen rollo y se agradece estar bebiendo en la calle en mitad de julio.

Sábado de piscina, indio y bar. Volvimos al 4:10, donde el camarero aún nos recordaba. Incluso nos preguntó por el cazador de facóqueros. Plan muy tranquilo, que estuvimos poco y alcohol apenas tomamos. Vuelta a casita andando para despejarme un poquito. Tiene su encanto la noche madrileña en verano.

Hoy, día en casa, salvo un viaje a la fnac que no quería seguir postergando. Más libros recogidos, que parece es lo único que hago este año, leer y leer. Un regalo entre ellos, para alguien que lo va a flipar cuando lo vea. Dudo que lo acertara ni en mil intentos. Claro, que a lo mejor diciendo estas cosas acaba acertandolo. No se me asuste vuesa merced, que está comprado con todo mi cariño hacia vos, y sabe que es mucho.

Como dato del día, en Inglaterra, ya sea en Silverstone o Wimbledon, llueve. Bonita carrera de Fórmula 1, en la que Alonso con un coche que acelerara habría hecho algo bastante mejor. Hamilton, hay que reconocerselo, ha dado un recital. En Wimbledon, no se como acabará el partido, pero está siendo de los pocos partidos de tenis que me tienen enganchado. Gran Federer, qué clase tiene, gran Nadal. En el quinto set, y empatados 2-2, 40 iguales, mi voto va para Federer. Esperemos que la lluvia permita seguir en breve.

Besos, gente. Se os quiere. Suerte para los que mañana enfrentan días importantes.

miércoles, 2 de julio de 2008

Relato - Mientras España gana ( y 2 )

Cuando nos mudamos aquí, jamás creí que vería algo así. Ella, sentada delante de la tele, en nuestro apartamento alquilado de Berlín, pertrechada con bufanda con la bandera de España, gorra con los colores de España, camiseta de la selección española. Con una bandera enorme de España detrás de ella, a juego con los colores que se había pintado en la cara. Se habia recorrido infinidad de tiendas hasta conseguir todo aquello, movida por una fe y un sentimiento que jamás había visto dentro de ella.

Allí estaba, en el sofá, atenta a la pantalla quince minutos antes de que empezara el partido. En medio del país contra el que se enfrentaba, rodeada por vecinos que deseaban que sus sueños se vinieran por tierra, con un marido en casa nacido en Frankfurt con un cierto parecido a Jurgen Klinsmann y una retransmisión del partido en un perfecto alemán.

Aún la recuerdo emocionada cuando el himno de España empezó a sonar. Y eso que no tiene letra y no puede emocionarse cantando como hacemos nosotros, que recordamos nuestra historia ( algún pasaje se omite ) y la vivimos en cada estrofa.

El balón empezó a moverse, y ella ya no pudo quitar los ojos de la pantalla. Veía en esos once jugadores, a su país, a sus amigos de la infancia, a sus padres en el pueblo de vacaciones,... qué se yo que recuerdos podían estar aflorando en su mente. Sólo recuerdo la tensión en la que estaba, totalmente concentrada, ensimismada con la pantalla.

En cuanto Torres marcó el gol, ella saltó, henchida de alegría, desbordada de felicidad. Y yo también. Porque mi país siempre ha estado donde estaba mi corazón, y mi corazón, ese día, estaba debajo de esa gorra, dentro de esa camiseta. Mi país entero estaba sentado en ese sofá. Nunca ganará ninguna eurocopa, pero era, y es, el único del mundo en el que quiero vivir.

España y yo ganamos el partido al mismo tiempo.

martes, 1 de julio de 2008

Empieza Julio

Nuevo mes, y empieza cabreandome por la mañana. Precioso. No he sacado el abono hasta hoy, porque soy un perro, lo reconozco, pero lo que espero es que sea un trámite sencillo. Hay una máquina en la que meto mi abono, mi tarjeta de débito y, oh, sorpresa, sale mi ticket para julio. No, hoy, no. Meto mi abono, meto mi tarjeta y sale un mensaje de operación no realizable ( muy clarificador, por otra parte ). Asumo que es problema de mi tarjeta porque otro tipo compra el abono mientras tanto. Como llevo encima la elevada cantidad de cinco euros, tampoco puedo pagar en efectivo. Más odio aún. Salgo a la calle, cajero del Santander,  oh, por problemas técnicos te va a dar dinero Rita. Empiezo a plantearme volverme a casa a dormir. Siguiente paso, un caja Madrid. Me cobrará comisión, sí, pero no me queda otra. Ni con esas. No me da ni los buenos días. Un caja Duero finalmente decide darme 100 euros a cambio de 4 de comisión. Sablazo, eso se llama sablazo. Como esos cuatro son lo que me dejaría en los billetes si no tuviera el abono, los pago. Esa factura debiera pagarmela el banco Santander, o la red 4B, o quien fuera el culpable de que mi tarjeta se negara a hacer cosas.

En el curro bien, día gracioso. Nos cambian de sitio y en vez de asignarnos los sitios, como hicieron en mi anterior curro en el traslado en el que acabamos en un polígono de mala muerte, nos dejan elegirnos por estricto orden de antigüedad en la empresa. Un detalle. Eso sí, para evitar en la medida de lo posible amiguismos y demás, el que tiene el mapa y habla con la gente no informa quien está sentado en cada sitio, solo si está libre u ocupado. Muy curioso, aunque obviamente la información ha fluído por caminos alternativos y he acabado eligiendo sitio sin mirar el plano casi. Para mi que me han hecho el lío, aunque no me quejaré, aún.

Por la tarde, siendo primero de julio, no queda sino ir de rebajas. Así que a eso he ido, que mi madre quería regalarme un traje de verano para la boda ibicenca. Es curioso como mi barba sucia y mi pelo despeinado con el polo no quedaban mal, pero al ponerme un traje he pasado a tener una pinta de vagabundo borracho que no quedaba nada bien. Eso sí, la chaqueta me queda niquelada y, el pantalón, en cuanto lo ensanchen un poquito, me va a quedar como un guante. Ya no puedo engordar ni un gramo hasta el evento, claro. Traje con una rebaja considerable, del 50%. Algo oculta rebaja tan amplia, sin duda.

Besitos a todos.