martes, 1 de julio de 2008

Empieza Julio

Nuevo mes, y empieza cabreandome por la mañana. Precioso. No he sacado el abono hasta hoy, porque soy un perro, lo reconozco, pero lo que espero es que sea un trámite sencillo. Hay una máquina en la que meto mi abono, mi tarjeta de débito y, oh, sorpresa, sale mi ticket para julio. No, hoy, no. Meto mi abono, meto mi tarjeta y sale un mensaje de operación no realizable ( muy clarificador, por otra parte ). Asumo que es problema de mi tarjeta porque otro tipo compra el abono mientras tanto. Como llevo encima la elevada cantidad de cinco euros, tampoco puedo pagar en efectivo. Más odio aún. Salgo a la calle, cajero del Santander,  oh, por problemas técnicos te va a dar dinero Rita. Empiezo a plantearme volverme a casa a dormir. Siguiente paso, un caja Madrid. Me cobrará comisión, sí, pero no me queda otra. Ni con esas. No me da ni los buenos días. Un caja Duero finalmente decide darme 100 euros a cambio de 4 de comisión. Sablazo, eso se llama sablazo. Como esos cuatro son lo que me dejaría en los billetes si no tuviera el abono, los pago. Esa factura debiera pagarmela el banco Santander, o la red 4B, o quien fuera el culpable de que mi tarjeta se negara a hacer cosas.

En el curro bien, día gracioso. Nos cambian de sitio y en vez de asignarnos los sitios, como hicieron en mi anterior curro en el traslado en el que acabamos en un polígono de mala muerte, nos dejan elegirnos por estricto orden de antigüedad en la empresa. Un detalle. Eso sí, para evitar en la medida de lo posible amiguismos y demás, el que tiene el mapa y habla con la gente no informa quien está sentado en cada sitio, solo si está libre u ocupado. Muy curioso, aunque obviamente la información ha fluído por caminos alternativos y he acabado eligiendo sitio sin mirar el plano casi. Para mi que me han hecho el lío, aunque no me quejaré, aún.

Por la tarde, siendo primero de julio, no queda sino ir de rebajas. Así que a eso he ido, que mi madre quería regalarme un traje de verano para la boda ibicenca. Es curioso como mi barba sucia y mi pelo despeinado con el polo no quedaban mal, pero al ponerme un traje he pasado a tener una pinta de vagabundo borracho que no quedaba nada bien. Eso sí, la chaqueta me queda niquelada y, el pantalón, en cuanto lo ensanchen un poquito, me va a quedar como un guante. Ya no puedo engordar ni un gramo hasta el evento, claro. Traje con una rebaja considerable, del 50%. Algo oculta rebaja tan amplia, sin duda.

Besitos a todos.

1 comentario:

Jorge Alonso dijo...

Venga Mario no te cabrees. Que te voy a cuidar muy bien en tu nuevo sitio.
¿Qué mejor sitio que el que has "elegido"? :D