jueves, 31 de diciembre de 2009

tl;dr

Otra forma de resumir el año... Buscar el minuto determinante, el hecho clave, aquello que hizo que todo girara de otra forma, o que se acelerara, o que el avión cayera en picado. El momento de descorchar champán, o el momento de estrellarnos contra el muro. El momento de fluir como hoja en el río, o el de matar a la vieja. El momento en que los focos me apuntaron a la cara, y lo único que hice fue desaparecer por detrás del telón, o en el que recité el mejor monólogo de la historia. El punto concreto en que dejé de ser público y fui autor, o el punto en que dejé de ser rey, y fui peón. El gesto que hizo que todo dejara de fluir y pasara a doler, o que todo lo que dolía sanara de improviso.


El minuto que saldría en el resumen anual de televisión, entre Solbes diciendo que no hay crisis, el Barça ganando al Madrid y Obama siendo la nueva esperanza blanca. El titular que los periódicos repetirían, cada uno con su versión, claro.

Poder resumir un largo discurso sobre el año lleno de detalles en una única frase.

Mi momento queda guardado en la intimidad, claro está. No creo que se olvide en breve... O sí, ojalá...

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Preuvas

En tres horas debería estar en la puerta del Sol, tomando las pre-uvas. No es que me hayan traido mucha suerte cuando he ido, pero es una tradición que me hace gracia, la forma de celebrar el cambio de año con los amigos antes de celebrarlo con la familia el día siguiente.

En tres horas debería estar ahí, en vez de estar en Paris, pero bueno, es lo que toca este año. El año pasado pasé aquí la navidad, éste, los días intermedios. Estoy ausente de Madrid, donde debería haberme pasado algún día, que hay gente por allí a la que apetece ver, y mucho!

Mañana, nochevieja... primera vez, en muuuuchos años, que no tengo ni idea que hacer, ni si hacer algo. En fin, a ver si me entero si hay algún plan...

Fin de año raro este, sin duda...

Sed felices, disfrutad de los familiares, de las cenas, de las uvas, de todo! 

martes, 29 de diciembre de 2009

Feliz año!

Ahora, lentamente, date la vuelta. Despacio, que no se asusten los que van detrás, que no se den cuenta lo que vas a hacer. Detente. Un paso atrás, subete a un bordillo, o a ese banco de ahí mismo. Y miralos. Detrás, quietos, inmóviles e inalterables se han quedado otros trescientos sesenta y cinco días. Otra vez.

¿ Te acuerdas de aquel ? Como para olvidarlo. Ese día será de los pocos, dentro de unos cuantos años, que te traiga una sonrisa a la boca. Esos días del fondo, tan pálidos, fueron una enfermedad. Aquellos de más allá, días en los que el sol nunca llegó a ponerse y no acabaron. Ese día tiene esa cara por aquella chica, ¿ la recuerdas, verdad ? Espero que ella ya te haya olvidado, por tu bien.

No te pongas a contarlos, a ver si fueron más días buenos o malos, hombre! Eso creo que ya lo sabes, eso ya te lo dice tu propio pecho si el año fue bueno o malo. ¿ Lloras ? Sí, entiendo, esta claro que sabes bien como ha ido todo...

Piensa en lo que quieres ver dentro de otros trescientos sesenta y cinco días subido en otro banco. Piensa donde quieres que esté ese banco. Piensa que es lo que sueñas con poder alcanzar este año. 

Y obra en consecuencia de una vez. Deja de ser un cobarde...


-------

Con un poco de adelanto, pero por si acaso... Feliz año 2010 para todos.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Día de los inocentes

Venga va, una inocentada... ZP y Aguirre se casan. No, no, ya se, tengo otra mejor: El Real Madrid compra al Barça, que pasa a ser su filial. U otra, mucho más graciosa, a ver como la ponemos... El paro desciende, los pisos pasan a costar lo que realmente valen, los sueldos dejan de ser miserias. Los occidentales dejamos de bombardear otros paises, de conchabarnos con estados asesinos de medio pelo por intereses económicos. Las leyes vuelven a surgir de los ciudadanos, y no de los que tienen dinero para hacerse oir. Nadie mata por un dios, sea del color que sea. Deja de importarnos si alguien es hombre o mujer, salvo a la hora del sexo, claro. Y nos la suda el color de la piel. Perdonamos en vez de odiamos, hablamos en vez de discutimos, actuamos en vez de quedarnos delante de la tele escuchando demagogia barata.

Nada, dejadlo, que lo de ZP y Aguirre es mucho más creible...

domingo, 27 de diciembre de 2009

Los elementos que nos odian



El agua es violenta por naturaleza, agresiva. No se conforma con quedarse quieta, varada. Busca su camino, fácil y directo, donde reunirse con sus semejantes. Arrasa lo que encuentra, modela el paisaje, crea. Encerrarla, dominarla, es siempre algo temporal.

El aire pausado mueve molinos. Furioso, arranca tejados, derriba árboles, rompe y rasga carreteras. Huracán es su nombre de odio. Es imparable, es la naturaleza, encolerizada, cargando contra todo lo que osa hacerle frente. No hay nada que pueda ponerse delante sin saberse condenado.

El fuego es la fuerza menos visible de la naturaleza, siempre latente, esperando su momento. Dominarlo es delicado, y detenerlo una vez es libre, es arduo, complejo, caro muchas veces en vidas humanas. El fuego no está nunca tranquilo en la naturaleza, es siempre un arranque de cólera y sus consecuencias hasta que todo se apacigua después, entre restos calcinados.

La tierra nos da la seguridad donde pisar, y la incertidumbre de cuando va a temblar, cuando va a convertirse en barro y arrastrarnos, cuando a derrumbar sus montañas. La tierra, cuando ataca, siempre es dolor, porque es en quien más se confía. Es nuestro planeta y nuestra amenaza.

Tierra, fuego, aire, agua... Corazón! Y hala, a llamar al capitán planeta!!!!!

( el que no entienda la frase final, que disfrute de la foto y olvide todo lo demás...)

sábado, 26 de diciembre de 2009

Luces de colores




Luces de colores en el centro de la ciudad, que no te permiten ver el cielo, las estrellas ni el alma de los que pasean a tu lado. Formas extrañas, recuerdos de navidades que no pueden recordarse, que somos ateos, paganos, agnósticos o mesméricos, quien sabe. Lo que no somos es racionales.

El año se muere iluminado, el año nace entre brillos difusos. El año es algo que nos hemos inventado para poder contar nuestra historia, nuestra vida, y ponernos límites y edades. Los astros, independientemente de su color, son eternos. Eternos hasta que se apagan.

Las navidades también son eternas. Una y otra vez se nos vienen encima, recordandonos las fiestas pasadas, las venideras y haciendonos pensar en lo agradable que es un verano en la playa...

viernes, 25 de diciembre de 2009

Cuento de Navidad ( 2.0 )


Hace años, los niños escribían cartas contando lo buenos que habían sido, como habían ayudado a sus padres, que regalos se merecían. Hoy en día, Papa Noel y los Reyes Magos tienen cuenta en facebook, los niños les mandan privados con peticiones, y se etiquetan en fotos donde figuran los regalos que quieren.

Sí, es mucho más impersonal, pero los reyes reconocen ahorrarse mucho trabajo. 

jueves, 24 de diciembre de 2009

Cuento de ( generosa ) Navidad


Scrooge era un bastardo, alguien a quien los niños temían, las mujeres insultaban, los hombres odiaban. Y, después de una noche, una mísera noche y dos gestos triviales, se convirtió en un héroe de la sociedad, un hombre respetable y respetado. Todo, a cambio de comprar a esa sociedad, donando dinero a unos pobres, dinero que le sobraba; subiendo el sueldo a una cantidad justa a sus asalariados, a un importe que se merecían.

Dickens nos enseñó como se gana el respeto y se genera el amor en este mundo: a cambio de oro.

Y todos vemos la historia, y la aceptamos, maravillados del mensaje...

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Cuento de ( moderna ) Navidad


Las alarmas aullaron desgarrando el silencio de la noche. Los guardas de seguridad, alertados por el sistema de vigilancia automático, salieron corriendo hacia el tejado, mientras se gritaban crípticas consignas por sus radios. Un robo en ese edificio de lujo en Nochebuena sería un escándalo tal que no podrían volver a trabajar en esa ciudad nunca más.

El primer guarda que llegó al tejado, apenas distinguió unas sombras. Pero ahí había alguien. Desenfundó su arma reglamentaria para amenazar a los delincuentes y sentirse seguro. Lo último no lo consiguió. Cuando sus ojos se acostumbraron a la luz, vio, cerca de la zona de chimeneas, a un individuo gordo saliendo de uno de los tubos con un saco gigante al hombro. Le gritó, pero el hombre no pareció hacerle caso. Se dirigió hacia la cornisa, hacia una zona que se escapa del ángulo de visión del guardia. Éste disparó al aire. El hombre siguió ignorandole, indiferente al disparo que despertó a varios niños, ya inquietos, y a todos los padres, sabedores de lo que era esa pequeña detonación.El segundo disparo sí detuvo al ladrón, que cayó desplomado en el suelo, sobre un charco de un rojo aún más vivo que la ropa térmica que llevaba.

Esa noche, muy pocos niños recibieron regalos de Navidad. Gracias a eso, fueron mucho más felices.

martes, 22 de diciembre de 2009

Cuento de ( futura ) Navidad


Cuando el tercer espíritu se fue, Scrooge sonrió. El fantasma de las navidades futuras, la muerte, había venido a amenazarle. Y su amenaza, tan triste, tan vacua, había sido enseñarle su tumba, su lápida. La muerte, tan misteriosa ella, le había dicho la fecha en la que iba a morir. Y quedaban bastantes años. hasta entonces, podría seguir viviendo tranquilo, despreocupado, sabiendo que habría un mañana y otros amaneceres. 

El día de Navidad lo pasó echando cálculos. El siguiente, vendiendo la fábrica. El siguiente, comprando una casa en la Costa del Sol. Allí se fue, solo, aislado del mundo, con la tranquilidad del que lo sabe todo y tiene todo lo que necesita.

Los tres espíritus, todavía, están pensando como actuar en próximas intervenciones. 

lunes, 21 de diciembre de 2009

Cuento de ( anti-) Navidad

Dickens era un cabrón: ridiculizó al pobre Scrooge, un pobre anciano maltratado por la vida, incapaz de levantar la vista del suelo, amargado por los palos que se había ido llevando. Perdió primero a su hermana, la única persona que le hacía caso en su infancia, perdió a su mujer, al amor de su vida que se diluyó entre sus manos. Perdió a su socio, a su mejor amigo, que le dejó solo al frente de una fábrica que era lo único que sentía como algo propio.

Si, suena muy bonito lo de que Scrooge se ponga a donar y compartir. Pero la vida le ha enseñado que, eso, al final, sólo vale para llevarte palos, decepciones y heridas que nunca cierran.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Faceta séptima: padre y esposo ejemplar

Aún no se como conseguí que tu padre se fijara en mi. Había algo en él que me encantaba, no sabría decirte el qué. El resto de hombres de la redacción parecían rudos, agresivos. Tu padre era débil, pero también parecía honesto, caballeroso. Desde el primer día quise salir con él. Pero hija, mi educación no me permitía proponerle una cita. Tardé casi un año en que él me propusiera un plan fuera de la oficina. Sí, era trabajo, pero iríamos solos. Vi una oportunidad. Me vestí de forma totalmente distinta a como iba a la oficina, con un escote provocador, una falda que me quedaba muy bien ( ahora no entraría en ella, seguro! ). Me maquillé. Cuando me vio, se quedó atolondrado. No supo a donde mirarme. Casi en completo silencio durante el viaje, nos fuimos al pueblo donde teníamos que hacer todo ( sí, en el que nos casamos, al que volvemos todos los veranos ), y mientras el hablaba con quien tuviera que hablar, que ya no lo recuerdo, yo vagaba por las callejuelas sacando fotos y pensando en como tomar la iniciativa al volver. No se me ocurría nada. Quería una excusa, y todas me parecían infantiles y absurdas. Mientras pensaba y pensaba, él apareció de nuevo, me llevó a un restaurante ( sí, sí le conoces, el de arriba ), me invitó a comer y tímido como era, se lanzó a la piscina. Abrí tanto los ojos por la sorpresa que antes de poderle responder él ya se estaba disculpando. Se asustó tanto! Tuve que interrumpirle y decirle que sí quería quedar con él casi a gritos. Los de la mesa de al lado me miraron curiosos. En ese momento, después de muchos meses, le vi sonreir de verdad.

No te daré más detalles, porque eres muestra hija y hay cosas que no debes oir, pero tardamos poco en saber que estábamos hechos el uno para el otro. Nos casamos un año después, dos después nació tu hermano, uno después, tú. Hace once años que lleva esa sonrisa siempre con él...

Hija, recuerda que lo más importante es que nadie te quite nunca esa sonrisa de la cara. Nadie. Nunca.

Y un consejo: no seas como tu padre. A él le pagan por hacer largos reportajes de investigación. A ti, te han mandado una redacción sobre tu padre! Y es para mañana!

sábado, 19 de diciembre de 2009

Faceta sexta: El eficiente trabajador

La decisión de contratarle fue mía, sí. Era arriesgada. Sobresalía con respecto a todos los demás, era intuitivo, trabajador... pero le faltaba caracter, le faltaba fuerza. Tenía la impresión de que un día, por algún motivo nimio, se vendría abajo. Por eso no se vino de becario, forcé a recursos humanos para darle un contrato en condiciones. Necesitaba que se sintiera protegido. A lo mejor no era tan débil, pero me lo parecía. A su edad todos nos hemos llevado palos y nos hemos recuperado. A él parecía que uno de los golpes le hubiera dejado algo conmocionado.

Sus primeros meses fueron excepcionales. Ningún novato ha hecho jamás un trabajo de una calidad tan alta como la que él se exigía a sí mismo. Recuerdo un reportaje sobre la vida en un pequeño pueblo donde iba a cerrar la fábrica que era el principal empleador. Su jefe se lo dio por bueno. El decidió redactarlo desde cero otra vez. Su jefe lo aprobó de nuevo, sin entenderlo. Y lo redactó una tercera vez. Era muy difícil tenerlo como subalterno, porque su grado de exigencia luchaba contra las fechas. Parecía nacido para el periodismo de investigación, no para estar en nuestro departamento de noticias locales. El resto de becarios de su edad palidecía a su lado. Algunos le odiaban y, al principio, intentaban ponerle la zancadilla. Pero era en balde.

Sin embargo, seguía sin pertenecer al grupo, no era capaz de integrarse. No le recuerdo tomandose un café con nadie, ni haciendo una broma. Seguía pensando que un día iba a estallar debido a su carácter.

Y uno de esos días en que estaba convencido de que el desastre estaba próximo, contratamos a una fotógrafo en prácticas. Una chica que se esforzaba por disimularse con el entorno, oculta detrás de sus gafas y grandes abrigos. Muy buena mano con la cámara, una técnica excelente. Siempre he querido ver alguna de sus fotos artísticas.

Sí, ese día, tu madre conoció a tu padre.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Faceta quinta: el eterno cobarde

Creo que me lié con él tres meses después de que volviera. No había reparado antes en él, y tampoco es que recuerde como me llamó la atención. Creo que fue una discusión sobre la ética y si había algún límite que no se podía traspasar. Su dialéctica era excepcional, y sus argumentos, amplios, meticulosos. Era un placer oirle hablar. Tampoco estuvimos mucho juntos, cinco meses, quizás seis. Para él yo era su primera relación ( algo que no me extrañó cuando me lo dijo ), para mi, él era una más. No estaba yo con la paciencia necesaria para educarle en ese aspecto.

¿ Sabes ? Creo que nunca estuvo enamorado de mi. Los días entre que le conocí por primera y nuestra primera cita a solas, le recuerdo echando miradas fugitivas a la chica esa que luego se quedó embarazada. Nunca les vi hablar y tampoco vi que ella hacia él hiciera nunca ningún gesto, ni de asco, ni de indiferencia... Nada. Él estaba ahí, incapaz de hacer nada, superado por los acontecimientos.

Le pasó lo mismo conmigo. Yo acababa de dejarlo con uno de industriales. Digamos que yo lucía cornamenta en aquellas fechas. Y deseaba vengarme. Él fue el objetivo fácil. En la primera copa estábamos hablando tranquilamente, en la segunda, le tenía acorralado en una esquina del bar. En la tercera, le besé. Sí, lo hice todo yo. Él se dejó hacer. Creo que si hubiera sido capaz hubiera apartado la cabeza, pero no pudo. Debió asumirlo como un castigo y se dejó llevar. Tuve que llamarle yo después, y no estaba muy deseoso de que quedáramos. Pero prácticamente le obligué. Digamos que le obligué durante todos esos meses. Le hice recogerme, ir a cenar, acostarse conmigo... Estoy convencida de que, si yo no me hubiera hartado, el habría sido incapaz de abandonarme. Podría haberle llevado al altar, habernos ido a vivir a un sitio que él odiara, no se. Pero jamás hubiera sido capaz de levantar la cabeza, alzar la voz y decirme "no".

Era un gran tipo, eso sí. Le faltaba esa fuerza interior, esa confianza. Pero dentro tenía un diamante. Por eso salió de la carrera ya con un gran trabajo mientras los demás nos arrastrábamos de beca en beca.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Faceta cuarta: el constante optimista

Nuestra universidad tiene un programa de acogida de los Erasmus que nos involucra a todos. Es raro que haya algún alumno que antes o después no tenga contacto con alguno. Yo era su "mentor" ( me cuesta tu idioma, permiteme que use alguna palabra que no sea del todo correcta ) y estaba allí cuando se bajó del avión. Creo que se soprendió él más de verme que yo a él. Sí, habíamos intercambiado algún mail concretando los detalles, pero él estaba convencido de que no iba a estar en el aeropuerto esperandole con un cartel, se pensaba que me estaba riendo de él.

Pero allí estaba, y le recuerdo con una sonrisa desde ese momento. Sí, hubo un gesto extraño en ese primer momento, como si hubiera dejado un gran peso detrás. Y me abrazó, lo que pensé que sería habitual en España, así que no le di más importancia. Lo que se es que el año que estuvo aquí, no sólo demostró que sería un periodista excepcional, sino que lo disfrutó cada minuto, casi con ansia. Había veces que nos preguntábamos cuando dormiría. El creo que ni se lo planteaba. Sólo tenía esa necesidad dentro de él de exprimir la vida, como si llevara toda la vida en prisión, o como si el mundo fuera a acabarse en unas horas.

Lo único que nos chocó es que, alguien con ese carácter, con esa fuerza, no estuviera recibiendo visitas continuamente. España había dejado de existir y apenas la mencionó. Cuando alguno le preguntaba, su rostro cambiaba por un momento, pero volvía casi inmediatamente a su sonrisa típica y decía algo como "Allí seguirá". Estoy convencido que de haber podido se habría quedado, pero estas becas tienen el propósito de que conozcas el mundo, pero luego vuelvas a tu lugar de origen. Así que no le quedó más remedio.

Cuando pasaba el control de pasaportes me pareció que no estaba ya tan sonriente, pero lo achaqué a la pereza del viaje. Después supe que no...

Me hubiera gustado que se hubiera quedado con nosotros.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Faceta tercera: el joven perdedor

Sí, claro que le recuerdo, es de los pocos alumnos cuyo apellido me cuesta olvidar. Por aquí tengo todavía su ficha de la carrera... Mira, aquí está. "Tomás". Se dejó una barba casi a la primera semana, y sus rasgos se hicieron más marcados con el paso del tiempo. No supe qué le hizo matricularse en periodismo. Creo que era su afán de poder seguir investigando cual tema, teniendo acceso a toda la información. Su curiosidad era su característica más relevante. Cuando todo el mundo había parado de investigar un tema, el seguía semanas buscando más datos, más causas, más consecuencias. Era brillante, era extenuante.

Sin embargo, era de las personas con menos habilidades sociales que he visto sentadas en mi clase. Sus trabajos en grupo fueron continuos desastres, y su relación con sus compañeros era difícil. Y eso es lo que me llegaba a mi, así que tenía que ser mucho peor. Estaba por encima de las personas, pero no como si se viera de una clase social superior, no. Simplemente, flotaba sobre ellas, eran recursos.

Un día, decidí ayudarle. Quise que reaccionara: con esas habilidades sociales acabaría en un oscuro archivo, condenado a una búsqueda absurda de datos y fechas. Había en su clase una chica que se podría decir que era una lider natural. No era especialmente guapa, ni tenía un físico espectacular, pero tenía carisma. Les puse juntos en un trabajo. Sí, fui yo. El error fue mío.

Una cosa era tomar contacto con la realidad, aterrizar en ella. Otra es caer desde miles de kilómetros a plomo sobre ella. Se enamoró como un idiota desde el primer día. Encontró ese corazón que nunca había sabido que llevaba dentro. Y se lo ofreció en una bandeja de plata.

Ella cogió la bandeja, lo miró por un instante y, mientras se moría de risa, la arrojó por la ventana. Lo de menos fue el suspenso por un trabajo no entregado. Él se volvió taciturno, se aisló totalmente. Apenas venía a clase, y, cuando venía, se sentaba en la última fila y no la quitaba a ella los ojos de encima. Prometo que alguna vez creí que se echaba a llorar en mitad de clase. Sus notas bajaron al mismo ritmo que su moral. Estaba hundido y no sabía pelear. Nunca lo había hecho.

Creo que fue bueno para él que le dieran esa beca en el extranjero. Logró meter la distancia que necesitaba. Cuando le vi años después en su graduación había recuperado parte de ese brillo en los ojos, se le notaba más maduro. Irónicamente, ella, después de haberle hundido, se enamoró de quien no la convenía, un sabelotodo guaperas que lo único que la hizo fue dejarla embarazada. No acabó la carrera...

martes, 15 de diciembre de 2009

Faceta segunda: el adolescente soñador

Coincidí con él cuando llegó a nuestro colegio, protegido por un jersey de rayas que empezaba a quedarle algo estrecho y algo corto. Me recordó a mi el primer día, mirando el suelo que había bajo mis pies por si desaparecía de repente. Tuve la necesidad de hablar con él, de ayudarle. Alguien hizo eso mismo conmigo ( ya te contaré esa historia otro día, que me pongo melancólico ).

Costó quitarle sus defensas, conseguir que hablara usando algo que no fueran monosílabos. Había construido muros detrás de los cuales se había encerrado. Nunca supe porqué. Tampoco me atreví a preguntarselo. Poco a poco fue levantando la vista del suelo, y pasandola al cielo. Reconozco que su cambio fue demasiado drástico. En parte fue culpa mía: yo no me relacionaba apenas con mis compañeros, salvo casos puntuales. A el le pasó algo semejante: las personas eran inexistentes. Estaban ahí, pero no le aportaban nada. Al menos las personas cercanas. Sí, se abrió al mundo, pero a un mundo idílico, en poco contacto con el mundo real. Se dejó seducir por la literatura, por la música, por las artes. Perdió el miedo a lo desconocido, ganó curiosidad.

Cuando quedábamos algunos fines de semana y me contaba lo que había estado haciendo, había veces que era difícil de creer, sobre todo si lo comparabas a lo que oías por la clase. Mientras nuestros compañeros de clase se centraban en el sexo, el alcohol y el deporte, él podía contarte una crítica que acababa de leerse a la obra de Baudelaire. Y yo apenas sabía quien era Baudelaire!

Ese año, por mi culpa, o gracias a mi, o mediante mi ayuda, dilo como prefieras, descubrió lo que había alrededor suyo. Fue capaz de abrir los ojos y dejarse invadir.

De todas formas, yo siempre pensé que seguía habiendo algo que no acababa de encajar. Sí, yo no me entendía con el resto de mi promoción, pero para él apenas existían. Era un chaval, casi un crío, y había madurado saltandose miles de fases. Estaba convencido de que acabaría dandose una torta.

Por desgracia, no me equivoqué. Aunque de eso me enteré muchos años después. Al acabar el año, se volvió a cambiar de colegio. Nunca supe si aguantó dos años seguidos en alguno. Aunque esta vez fue por su padre y su trabajo.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Faceta primera: el niño tímido

Llegó el primer día siendo el alumno nuevo, y se sentó, con su jersey de rayas, en la primera fila. Apenas se atrevió a mirar a sus compañeros, y lo único que dijo en ese primer día fue su nombre cuando le pregunto la profesora: "Tomás". El resto de ese día, de esa semana, lo pasó mirando a la pizarra en clase y al infinito en el recreo, sin atreverse a integrarse con nadie. Cuando le preguntaban algo en el aula, casi de forma inmediata, bajaba la cabeza, se ponía rojo, no respondía. A veces garabateaba algo en un papel. A las pocas semanas, los profesores se convencieron de lo absurdo de preguntarle. Sus compañeros, entre tanto, le ignoraban. Los gamberros le hicieron algunas bromas al principio, pero su indiferencia les desmotivó. No se atrevía a protestar, a pedir ayuda. Era un pelele, avergonzado de sí mismo por alguna razón, atemorizado del resto de la especie humana.

Sus escenas de vestuario, cubriendo su desnudez mientras otros la alardeaban, eran aún más llamativas. Pronto todo el mundo se acostumbró, pero parecía querer esconderse y que nadie pudiera ver dentro de su caparazón.

Al año siguiente lo cambiaron de colegio, por un amigo de un amigo me enteré de donde fue, y comentaban que seguía siendo igual, aunque había encontrado un "alma gemela" ( esto me lo dijeron entre risas ) y que se les veía, de vez en cuando, hablar. Una vez incluso, según me decían, se rieron. Aunque yo creo que esto es una exageración del resto de niños.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Llueve dentro de una tubería


El agua, cuando cae en determinadas condiciones, parece un manto, una cortina de gotas entrelazadas con esmero. No se puede ver lo de detrás, hay que intuirlo.

Eso me pasaba mientras te miraba llorando. Tus lágrimas no me dejaban acercarme, no me dejaban ver lo que te pasaba, no me dejaban comprenderte. Me hacían resbalar, me llevaban en su corriente, lejos, a un paraje aislado y yermo, escrito en un lenguaje indescifrable.

Yo dejé de estar allí, donde tú hacía tiempo que no estabas. Viajabas por una caverna de recuerdos en tu cabeza, de pinturas rupestres de trágico recuerdo, de estalactitas que se clavaban en tu piel y en tu alma.

Esa noche moriste un poco. Yo también. Sólo quería abrazarte, pero no podía. Me di cuenta que yo también estaba llorando. Y tampoco pudiste abrazarme.

Desembocamos en distintos mares y detrás, quedó un terreno seco, agreste,olvidado.

Ojalá hubiera podido superar tus lágrimas, mis lágrimas. Ojalá todo no hubiera quedado allí, ahogado en ese llanto. Ojalá deje de llover, por fin, este invierno.

sábado, 12 de diciembre de 2009

Soldadito o marinero



Estar quieto, siempre sonriente, en esa postura forzada y sin sentido. Estar firme, siendo un soldado de madera, brazos en cruz, homenaje quizás al cascanueces, quizás a ese recuerdo de los padres y sus soldaditos. Día y noche, día y noche, con ese foco apuntando directo al rostro, con esa música monotona y repetitiva, sonando por detrás, por los lados, por todas partes. Resonando cada minuto en mi cabeza. Sólo los brazos se mueven, rígidos y casi inertes, en esos momentos tan concretos de la coreografía.

Prometo que, cuando decidí hacerme actor, no contaba con tener que aceptar estos papeles. Maldita crisis!

viernes, 11 de diciembre de 2009

Uno más



Sï, somos miles de personas buscando un destino, empujándonos por una calle que da igual el ancho que tenga, porque la colapsamos. Somos como granos pegándonos en un reloj de arena por ver quien es el siguiente en caer al vacío.

Luces brillantes, ruidos de infinidad de orígenes, rostros que se cruzan de mujeres, de hombres, de niños. Caras que te miran sin verte, ojos que, cuando te alcanzan, te tratan sólo como el obstáculo que eres en su camino.

Gente que camina despacio, porque no sabe donde está. Gente que camina deprisa, porque no sabe donde va. Todos, perdidos, juntos, terrible rebaño de mente ausente, paciendo en la gran ciudad.

Sólo soy uno más entre la masa. No destaco. Nadie lo hace.

Me dejo llevar.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Juego friki: small world

Hemos decidido comprarnos unos juegos de tablero frikis para ir completando la colección de los que ya tenemos. Sí, Agricola o Puerto Rico acabará cayendo, que ser número 1 y 2 en el board game geek no lo consigue cualquier juego. La primera compra ha sido el Small World, un juego estilo risk, pero más rápido, limitado en turnos, más divertido, muy recomendable. De dos a cinco jugadores, que van pegandose por ir ocupando diversas regiones con sus razas. 

Muchas cosas positivas: tablero muy bonito, distinto según el número de jugadores. Mucho cartón, muchas piezas muy trabajadas, con unos dibujos bastante chulos. Hay un dado, pero se usa poco. Odio los juegos que dependen de los dados ( sí, Catán, a ti especialmente ). Hay pocas opciones por turno, por lo que se aprende rápido y no se gasta mucho tiempo pensando. Y tener un principio infame no te condena, puedes remontar. De los pocos juegos que, el primer día que lo probamos, conseguimos acabar la partida. La combinación aleatoria de razas y poderes especiales hace que cada partida pueda ser distinta, lo que le añade algo de longevidad al juego. Aparte de que los nombres que acaban quedando son muy graciosos, recuerdo a los gigantes voladores, los hechiceros diplómaticos, los hombres rata del dragón...

Cosas negativas: que he quedado último!

lunes, 7 de diciembre de 2009

time goes by so slowly

El despertador sonó esta mañana mucho más grave que otras veces. También duró mas tiempo el tono, prolongandose más allá del habitual golpe al despertador. Salí pausadamente de la cama, quitandome unas sábanas que parecían negarse a moverse. La leche del desayuno y el zumo, apenas fluían, detenidos en su camino por algún obstáculo invisible.

El motor del ascensor parecía no trabajar, agonizaba en largos ruidos que se correspondían, irónicamente, con lentos descensos hasta el garaje.

Los coches, fríos, se arrastraban por la carretera, semi vacía, pero ausente de ritmo, como si miles de guardias estuvieran vigilando el trafico y todo el mundo estuviera atemorizado, frenando más que acelerando.

En el trabajo, ni el cafe era capaz de hacer que el reloj se moviera a la velocidad esperada. Lentas las manecillas, lento el tic tac, lento el tiempo que hoy había decididoacompañarnos mas que nunca. El repiqueteo de los teclados parecía el de una marcha solemne, pesada, densa, reforzada. Cada tecla se mantenía pulsada el doble de tiempo y sonaba como un golpe a un tambor de hojalata.

La comida se consumió despacio, en un deseo de prolongarla y en un sentimiento de que se iba a alargar. Falto levantarse a recalentar algún primer plato en esos micro-ondas que hoy se comportaban casi como hornos.

Según la hora de salir se acercaba, más faltaba para que las agujas llegaran a su destino. Parecían retroceder para coger un impulso que nunca conseguían. El aire se volvía espeso, la vista, difusa, el ánimo, se vencía.

La hora llegó, salimos, corrimos. EL mundo volvió a coger vida. ¡ Qué malo es trabajar un lunes de puente!

viernes, 4 de diciembre de 2009

Çe fini

Hoy concluye el trabajo de estas últimas dos semanas ( regalo de esta vez, una bandolera, bastante chula, para el portatil ). Qué ganas de volver a casa!

Como esto finaliza, también se acaban los libros leídos aquí. Ninguno ha quedado pendiente, una perfecta sincronización.

- La caverna, de Saramago. 
Tenía yo crucificado a Saramago por otro libro suyo, el hombre invisible, o algo así, un tostón que no había por donde cogerlo, así que le tenía marginado. Alguien me convenció de que me leyera ensayo sobre la ceguera, que era un gran libro. Y con ese gesto, pues nada, le incluí de nuevo en la lista de autores legibles. Elegí la caverna, lo vi antes en la casa del libro. Y el caso es que me gustó, el estilo es diferente al habitual, las ideas que va a contar son claras, y apenas hay sorpresas, pero se lee muy bien. Queda clara la lucha entre esa sociedad deshumanizada y esa familia que lucha casi sin fuerzas contra ella. Esa falsa sociedad, tan límpida y artificial, y la dureza del campo y de la vida. Buen libro, sin duda.

- Norwegian wood, Haruki Murakami. Uno de los libros más conocidos del autor, del que había leído una colección de relatos que me había encantado. Aquí, me emociona menos. Hay una parte d mi que se aleja del libro al ver algunas de las actitudes y comportamientos de los japoneses. Pensar, los japos están como cabras ha sido constante en varios pasajes. Los personajes, por otra parte, son todos demasiado extremos. Sí, es parte de la idea del libro, pero falta alguien, algo, que enlace un poco con la gente de la calle, no se como decirlo. Un libro de emociones, sentimientos y gestos que uno contempla desde fuera pierde mucha fuerza. Supongo que es cosa mía, una lástima.

- Nocilla Lab, Agustín Fernandez Mallo. Final de la trilogía. El libro es un cuadro de arte moderno, un happening, una performance. Sólo tiene dos posibilidades, puedes odiarlo y desear tirarlo, pensando que es una tomadura de pelo, o puede encantarte. Por suerte, me he quedado con la segunda opción. Se aleja un poco de los otros dos libros, aunque la forma, aún cambiandola, es similar. Historias que se entrelazan para ir avanzando hacia un sitio que realmente es lo de menos. Aquí, en diferencia con los otros libros, se dirigen a un final narrado de forma tradicional. Un final extraño que, posiblemente, sea lo peor de la trilogía. ( Anda, como el Señor de los Anillos. ¿ Alguien que remate bien trilogías en la sala ? )

Así que aquí poco queda por hacer.... Cerrar la maleta, cenar, ir al aeropuerto, y volver a Madrid, mi Madrid...

jueves, 3 de diciembre de 2009

notas olvidadas

Bajar del avión, alquilar un coche, carretera. Salir del coche, pasar por recepción, subir la maleta por las escaleras. Abrir la habitación, encender la luz, apagar el aire acondicionado. Tirarme en la cama aún vestido. Ver, en la mesilla, una nota manuscrita y olvidada en otro idioma, que traduzco: "Llegamos a este hotel sin saber muy bien cual era el camino hacia él, ni donde nos habíamos equivocado para acabar juntos en ese coche, en esa carretera, en esas sábanas sudadas. Ahora, me voy antes de que despiertes, buscando otro camino en el que extraviarme, en el que espero que nos encontremos"

La nota ya está en la papelera. Hay gente que no sabe despedirse en silencio.

------------

- No he puesto el manifiesto que puebla todo internet porque me parecía algo tan obvio, tan insultante la ley, que caía por su propio peso. A ver como la dejan. Interesantemente, las redes sociales, los blogs y demás avances tecnológicos están creando un cuarto poder real ( la prensa está en un declive vergonzoso ): la sociedad civil.

- Aminetu Haidar ha conseguido, con una huelga de hambre, más repercusión que todo el esfuerzo hecho por los voluntarios y el Polisario en años. En cuatro semanas, todo olvidado. Es triste que haya que llegar a esto para generar noticias ( ver el paréntesis del párrafo anterior ). Me ha llegado un viaje, organizado por los voluntarios, ongs y demás que colaboran con el pueblo saharui, para ir del 28 de diciembre al 3 de enero. Llega a haberme llegado antes y se pasa la última semana del año trabajando en Francia quien yo me se...

- Lo leeras mañana, si lo lees, pero felicidades! ( y no me digas que te vas a quedar en casa cuidandote y luego tengas un evento en facebook de cañitas, borrachín!!! Porque estoy a tres mil kilómetros, que la colleja te la llevabas )

miércoles, 2 de diciembre de 2009

inventé el mundo entre tus piernas de azafrán

Vi una ardilla, la seguí. Se convirtió en una cabra y subió a un monte. Troté tras ella, mientras dejaba atrás restos de mi piel de cebra. Al llegar a la cima, siguió saltando de nube en nube. Yo, para no ser menos, me columpiaba por las corrientes de aire, cual amapola, lindísima amapola. Cuando las nubes iban a acabarse, al menos las que estaban a buen precio, se arrojó desde lo alto en busca de hortalizas, cayendo en forma de otorrino. Yo esperé a acabarme el café, y la seguí, pero preferí ir por las escaleras, era más seguro. Aunque llevaban sin limpiarlas desde el día en que pintaron el cielo de verde.

Llegamos al suelo casi a la vez, yo sobre un huerto de paraguas, ella sobre un campo inútil, donde sólo crecía el dinero. Aleteó cual mariposa. Tras su rastro, la seguí disfrazado de serpiente. Cambié pronto, la tripa se me rozaba con los cardos, y debía devolver el disfraz a la reina de corazones.

Entramos en una fiesta en la que no nos habían invitado, pero, por suerte, pasamos a ser los anfitriones. Nos agarramos del brazo, ofrecimos canapés que habiamos hecho horas después, y deleitamos a todo el mundo con nuestra bien ensayada muñeira. Luego, nos retiramos a nuestros aposentos, lo que supuso dejar la fiesta, a los invitados, a todo el mester de clerecía y a una pareja de espadachines muy simpáticos, sobre todo el moreno. Ella fue por la izquierda, yo también, pero cogiéndola por el otro lado, para no ir juntos. No nos perdimos porque ibamos de la mano.

Abrí la puerta después de que ella entrara, me quitó la ropa después de que la hubiera arrojado al suelo, me besó después de haberme besado mil veces. El mundo se acabó esa noche, o esa mañana, pero , por suerte, supimos reconstruirlo debajo de las sábanas, olvidandonos pocos detalles, escasos matices y a los unicornios.

Aunque creo que lo que inventamos quedó demasiado básico, demasiado plano, y todo el mundo, cuando le cuento el origen de este mundo, piensa que estoy loco. 

Tendré que volver a encontrarla, reinventarnos y reescribir esta absurda historia de nuevo, pero se me olvidó que personaje la tocó. 

Seguiré persiguiendo ardillas, hasta reconocerla en alguna.

martes, 1 de diciembre de 2009

Algo huele a podrido en Dinamarca

Era el olor lo que lo demostraba. Sin duda. A simple vista no se notaba todavía, pero quedaba esa huella en el ambiente, tan característica. Me había muerto y estaba empezando a pudrirme. 

Sí, había leído muchos relatos de muertos vivientes, de zombies, de muertos que resucitan, pero esta vez era diferente. Mi corazón había decidido pararse, pero mi cerebro, ignorante de todo lo que le rodeaba, como siempre, había decidido seguir funcionando, ignorante de haberse convertido en un parásito en una carcasa condenada a desintegrarse lentamente.

Mis músculos empezaban a agarrotarse, carentes del oxígeno que mis pulmones no bombeaban. Hubiera dado igual que funcionaran, porque mi sangre apenas circulaba. El cerebro, en su exigencia de continuar funcionando, ejercía de mínima bomba, pero era insuficiente. Todo lo que se encontraba alejado de la cabeza, tenía como plasma sanguíneo una materia que ya no era líquida. 

Casi rígido, sin posibilidad de levantarme ni de hablar, no me quedaba más que permanecer en el sofá, escuchando los ruidos de alrededor, viendo, cada vez de forma más difusa, las cuatro paredes que me rodeaban.

Mi cerebro, mientras, seguía a lo suyo. Parecía que nos habíamos disociado, aunque yo era capaz de seguir su flujo de razonamiento, que durante tanto tiempo fue el mío. Era preocupante que siguiera con los asuntos de un día que nunca va a volver. ¿ Alguien se imagina que un condenado a muerte, en la silla eléctrica, se pusiera a pensar en qué iba a cenar al día siguiente o en como reparar la instalación eléctrica ? Sí, ese estaba siendo mi final, un despropósito.

La oscuridad, quizás por la imposibilidad de mantener mis párpados abiertos, quizás porque el nervio óptico ya se había cegado, empezaba a ser completa. Horas y horas mirando estas paredes, sintiendo ese olor, mi fetidez tan palpable, impregnando toda la casa y mis recuerdos. No es agradable morirse sabiendo que tu último legado es este miasma tan pestilente.

Los últimos ruidos que oi fueron en la puerta. Bomberos y policías entrando en el piso, alertados por un vecino. El olor, ese maldito olor, había denunciado ante la sociedad el abandono de mi corazón. Y mientras, mi cerebro pensando en lo que le costaría arreglar la puerta después de que hubiera sido derribada.