Pues ese ha sido el resultado final de la carrera para Pepe y Para mi. Los 100 kms se han quedado muy lejos, pero mis piernas estaban bastante cansadas. Tenía los muslos muy cargados, los gemelos igual, las plantas de los pies ardiendo y la rodilla derecha avísandome. Además de una ampolla en un pie y una rozadura en el otro. Eso, sin contar que me dolía la cabeza y un medio moratón que tenía en la espalda de la mochila que descubrí al llegar a casa.
Hay que reconocer que mi estado físico del año pasado era infinitamente mejor que el de este año, pero también creo que en parte me ha pasado lo del primer año. Mi cuerpo se niega a hacer 6 horas seguidas andando con una única parada de 5 minutos. Mis piernas necesitan algo de descanso.
Cuando abandonamos, hay que reconocer que encima estaba la naturaleza en contra nuestra. La última media hora la hicimos con un viento muy desagradable y con lluvia. Pero es que, además, estaba empezando a caer una auténtica tormenta. Habrá que ver la de agua que les cayó encima a Ángel y a Óscar, que seguro que han acabado empapados los 100 kms.
Pues nada, otro año será.
Edito: Óscar y Ángel no han acabado, se retiraron al llegar a Tres Cantos, porque desde que salieron de Colmenar les estuvo cayendo encima agua suficiente para llenar el Bernabeu. Así que, con el calzado empapado y la ropa igual se fueron a casa de Ángel. Este año, los que hayan acabado son unos auténticos héroes.
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