martes, 4 de mayo de 2010

Un recuerdo

Antes de acostarme, ayer, tuve un recuerdo. Me faltaban detalles que
no lograba visualizar, imágenes... Como no iba a poderme dormir,
decidí dejarlo sobre la mesilla y retomarlo por la mañana. Al
despertar, había crecido y cambiado su forma, pero aún seguía alejado
de una idea definida. Lo leí mientras desayunaba, jugando con las
palabras de la prensa diaria. Me lo llevé a la calle, y, subido al
coche, fue tomando forma de atasco y de cansancio. En el trabajo, su
rostro se agrió, se volvió gris y huraño. Al volver a casa, lo vi
perfectamente definido, volví a guardarlo en mi memoria.

Otro fragmento de realidad reconstruido. Dentro de poco, el pasado
volverá a ser territorio conocido.

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