parece claro que no ha cumplido el objetivo ( una vez más ). Los
treinta años, los kilos, la falta de preparación... Mi pierna derecha
me la machaqué, inconscientemente, por una ampolla en el talón, que me
hizo cambiar la forma de pisar; ahí cargué muchísimo el talón y la
rodilla. Aparte, el ritmo que llevábamos era bajo, muy bajo, sin
apenas tiempo de sobra para la segunda mitad del recorrido.
¿ Podíamos haber hecho más ? Sí, estoy convencido de que los 75
kilómetros eran factibles. Pero no los 100. No teníamos ni físico, ni
ritmo ni tiempo para hacerlos.
Así que una vez más, una de tantas, remar, remar, remar, para morir en
la orilla. Un día acabaré algo, cerraré algo, pasaré una meta.
No será hoy.
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