Ahora mismo, y hasta el miércoles que viene, estoy sin trabajo. Y además, estoy sin dinero, porque el finiquito no creo que me lo den hasta dentro de una o dos semanas. Claro, con lo complejo que es sumar y restar...
He tenido que hacer más cosas de las que yo esperaba para ser el último día, tampoco excesivas. Aún me acuerdo la última vez cuando me quede casi hasta las 8 para asegurarme que todo se quedaba bien y que no había ningún cabo suelto. Cuando una empresa consigue que un empleado haga eso es porque ha conseguido que el empleado se sienta parte de algo a lo que tiene aprecio.
Aquí era difícil coger cariño a la empresa. Mis compañeros eran, realmente, eran lo mejor del proyecto. Aparte de ellos, ha habido demasiadas cosas que no me han gustado. Una empresa gestiona personas, no recursos. Cuando una persona se siente un recurso, no tiene ningún apego al proyecto ni a la empresa. Y ha habido demasiados detalles feos con otros, de vacaciones, cursos, trato ( o falta de trato)...
Confiemos en que la nueva empresa sea mejor. Si no es así, confiemos en que el proceso con Google continue.
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