Me puse mi disfraz y salí a la calle, a ver si te encontraba. Quería espiarte mientras caminabas por las calles, mientras te detenías delante del escaparate de una librería, buscando libros en los que viajar. Quería observar tus reacciones en los parques, mientras los niños daban vueltas alrededor tuyo, te atropellaban con sus vehículos de juguete, te salpicaban con sus juegos infantiles y sus perpetuas sonrisas. Quería verte andar entre la gente, esquivando peatones desconocidos, farolas apagadas, árboles urbanos. Quería verte ensimismada paseando, compartir contigo tu camino, tu destino, tus pasos. Aunque fuera de lejos.
Y mientras te buscaba por las calles, tu estabas en otra casa, en otro cuarto, en otros brazos. Disfrazada de su amante, vestida con mi olvido.
Odio el día que nos disfrazamos por primera vez y jugamos a ser lo que no éramos. El día en que nos pusimos caretas y trajes de fantasías. El día en que dejé de encontrarte y tu dejaste de buscarme. El día en que la vida se fugó, despacio y para siempre.
---------------
¿ Por qué es más fácil escribir sobre cosas que acaban mal que sobre cosas que acaban bien ? Deben dar más juego literario, supongo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario