Uno llega a casa con la intención de contar al tipo Sefardí al que ha visto enseñar mil instrumentos musicales antiguos, la ilusión que ponía, las canciones chulas que se ha marcado ( algo se puede escuchar aquí ) y de pronto todo cambia.
Te mandan un correo y te quedas leyendolo una y otra vez, como esperando que lo que ponga cambie, que no sea verdad. Pero lo es. Y es que a veces la vida es una mierda y no se puede hacer nada. Y esto me pilla de refilón, pero joder, es lo dicho, una puta mierda.
Muchas cosas dando vueltas ahora mismo por mi cabeza...
Abrazos y cuidenseme.
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