caso, lo que se ha buscado es toda la historia humana que hay detrás,
los conflictos legales entre los fundadores, las discusiones, los que
dijeron que era idea suya... Obviamente, todo está convertido en
película, no es un documental. El caso es que, aunque quizás peque un
poco de excesivo metraje, se deja ver muy bien. Hay muchos puntos que
quedan en el aire, explicaciones que faltan, pero la historia de cómo
nació la red social más grande del planeta queda perfectamente
definida.
Las redes sociales han revolucionado el mundo. Han generado problemas
nuevos que nadie podía imaginarse años atrás, ciertamente, pero han
cambiado las formas en las que mucha gente se relaciona. Ya nadie te
tiene que enseñar sus fotos, tú decides si las ves cuando son
publicadas. Igual que te permite saber si un amigo está enfermo, o
cuando es su cumpleaños, u organizar reuniones de forma sencilla. Las
opciones son casi infinitas. Igual que los problemas de privacidad
asociados, indudablemente. No somos plenamente conscientes de quien no
lee, no pensamos que escribimos para cien personas, sino para diez.
Hemos conseguido llevar una nueva forma de comunicarnos, lo que supone
una nueva fuente de cabreos. Así somos.
El caso es que al principio sólo había correo electrónico, después
llegaron los foros, el chat, los blogs, twitter, facebook... Cada vez
estamos más conectados, aún sin darnos cuenta, unos con otros. Hacemos
ciudades cada ve más inhumanas, así que la tecnología es la que se
encarga de reforzar esos lazos. La tecnología nos vuelve a convertir
en una tribu. Eso sí, una tribu incapaz de vivir tres días sin
electricidad.
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