En un gran fin de semana marcado por el futuro, hay momentos que han traído esencias del pasado. Recuerdos de hace catorce años, de hace doce, de hace dos. Buenas memorias mezcladas con otras en las que uno cayó y no supo corregir a tiempo. Lecciones aprendidas, olvidadas, repasadas, pendientes. Caminos de la vida que acabaron relegados a cajones de un mueble cerrado, y que uno desearía poder abrir y seguirlos desde donde se quedaron.
No sería en absoluto justo recordar este fin de semana con melancolía. Es más honesto recordarle con felicidad, con una sonrisa. Con un abrazo. Y que el futuro sea tan maravilloso como mucho gente se merece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario