Propongo cambiar este año esa política, de forma sencilla con una serie de breves pasos:
0.- Salir de casa. No es necesario hacerlo si uno ya está fuera, claro.
1.- Pasar por un estanco y comprar un sello y un sobre. El sobre, grandecito, no de carta normal, para A5.
2.- Ir a la papelería, y comprar un papel de un cierto gramaje, con un poquito de cuerpo, de calidad.
3.- Volver a casa, aunque se podría acabar de hacer todo en cualquier otro establecimiento.
4.- Doblar el papel a la mitad sobre su eje menor. Hacerlo de forma limpia.
5.- En caso de saber dibujar, ya sea técnica o artísticamente, realizar un dibujo en lo que podríamos considerar la portada de nuestra hoja doblada. El tema navideño es bienvenido. Motivos religiosos o no se deja a elección personal.
6.- Si uno piensa que es incapaz de realizar una portada a mano, puede elegir una foto que tenga, hacer un collage con imágenes o cualquier otro método que se le ocurra para componerla.
7.- En el interior, debe hacerse una felicitación de navidad y año nuevo, con los mejores deseos, las mejores frases, escrita a mano, con letra clara, elegante. No hay que olvidarse de firmarla.
8.- Meter la hoja doblada en el sobre y pegar el sello.
9.- Escribir, con letra clara en el exterior del sobre, nuestra dirección. Esto es, la dirección de la persona que ha fabricado la felicitación.
10.- Si en el paso 3 nos volvimos a casa, volver a salir a la calle.
11.- Echar la felicitación a un buzón.
12.- Esperar unos días.
13.- Comprobar el buzón.
14.- Recibir una felicitación artesanal hecha con con esmero.
15.- Sonreir y saber que el año que viene será mejor.
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