sábado, 21 de octubre de 2006

Suerte dispar

El sábado tenía buena pinta, porque había dejado de llover, lo que se agradece jugando al fútbol. Claro, que si tu rival juega en casa y decide jugar con un balón que es un globo de playa, jugar al fútbol es más azar que otra cosa.

Básicamente, como no había forma de controlar ese balón en menos de tres metros y ellos lo saben, se dedican a presionar encima, lo que hace que haya que jugar a colgar balones. Estilo de juego que no sabemos hacer, porque no tenemos ningún delantero de 2 metros para bajar esos balones o rematarlos. Así que, jugando a lo que no sabemos y con la suerte en contra (4 tiros a los postes), hemos sido incapaces de meter un solo gol. Eso sin contar con las tarjetas que les ha perdonado el arbitro, como una a su portero aún con el marcador inicial.

Mientras tanto, ellos nos han pillado en dos contras absurdas y me han metido dos goles que no deberían haber metido. Me he ido al suelo demasiado pronto. Esos goles en tres jornadas no me los marcan de nuevo (espero). Luego nos han marcado un tercero ya con el partido roto en una salida que he tenido que hacer y que, después de robar el balón, hemos vuelto a perderlo y le ha caido al que estaba delante mío. Gran vaselina, pardiez.

Resultado final: Y.B. Retiro 3 - Fuentecilla 0

El partido del domingo tenía buena pinta, pero porque llovía. Los Vatos Locos tenemos que ser el equipo que mejor se desenvuelve con lluvia y barro del planeta. Así que, a pesar de que solo estábamos ocho, y de ellos, tres eran "infiltrados", hemos vuelto a dar una lección magistral.

Sólo hemos marcado dos goles, pero lo importante es como hemos defendido. Para situarnos, todo el área estaba embarrada, y yo me he ido con la camiseta impecable, lo cual, siendo el portero, era bastante improbable. Han tenido cuatro tiros peligrosos, y ya. Había veces que veías como un rival se regateaba a alguien y aparecía otro vato a tapar el hueco, y detrás había otro listo por si acaso. Parecemos gremlins, que con el agua nos multiplicamos.

Respecto al rival, tiene dos jugadores que con el campo seco pueden liarla. Uno relativamente gordo, con regate, y al que no hay forma de meterle el cuerpo. El otro era un delantero, con melenita, al que le sobraba siempre un regate. Pero vamos, no son rival para unos vatos en plena forma.

Resultado final: Vatos Locos 2 - Porretas 0

1 comentario:

Anónimo dijo...

Forza Vatos!!!