sábado, 7 de octubre de 2006

Teatro y concierto

El miércoles volví al teatro: El Método Gronholm. Mucha gente la describe como una obra graciosa, incluso hilarante, pero ypara mi es una tragedia con chistes para que seas capaz de soportar lo que estás viendo sin que se te revuelva el estómago. En ese sentido recuerda a Arte, una obra de la que la gente habla de lo mucho que te ríes, cuando la historia real era como se destruía una amistad a marchas forzadas. En el Método ... (que no está tan bien perfilada como Arte, todo hay que decirlo), la historia es una exageración de los procesos de selección de RRHH y lo que llega la gente a degradarse y mentir para salirse con la suya.

En resumen, la obra es buena (no brillante), pero no es una comedia ligerita, a menos que quieras quedarte solo con el humor y no ver lo que hay debajo de cada situación.

Hoy hemos ido a un concierto de Blind Guardian, uno de los grandes grupos del heavy metal. En general, buen concierto, aunque se nota que las canciones de los dos últimos discos tienen un nivel algo más bajo que las otras. Se nota mucho en el público. Con las canciones de los discos anteriores, todo el mundo canta las letras practicamente enteras (o lo simula, que están en inglés), pero con las de los últimos discos, el tema se enfría bastante.

El grupo ha estado algo parado, se les empiezan a notar los años. Claro, que a nosotros también. Luis y yo hemos permanecido todo el concierto justo detrás de la frontera entre los que se mueven freneticamente y los que están más o menos quietos. Y hubiéramos estado mejor si no se nos hubieran metido unos idiotas justo delante casi al final. Pero es lo que tiene la juventud, que no sabe donde ponerse en un concierto...

Eso sí, no se cuanta gente cabe en la Riviera (3000-5000?), todos de riguroso negro. Y para variar, pocas mujeres.

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