martes, 19 de junio de 2007

A fuego lento

Estar en París tiene cosas buenas y cosas malas, como todo en esta vida. La cosa buena del día aún no se cual es, espero que sea la cena. La mala es, sin lugar a dudas, la temperatura que tiene la sala en la que estoy durante todo el día.
 
Tengo las piernas empapadas en sudor, me siento como un cochino jabalí que sale de revolcarse del fango. A alguien habría que explicarle que tener más de veinte ordenadores en una sala en la que el aire acondicionado dice que funciona pero realmente miente cual bellaco no es una buena idea. Creo que el truco consiste en apagar el aire cuando solo quedamos españoles en la sala. Es más sutil que tirarnos las fresas, pero igual para nuestra moral y nuestras relaciones internacionales.
 
Posiblemente esté sudando la grasa que me he metido esta mañana en el desayuno. Hoy he decidido que tenía que probar el tocino y los huevos revueltos, pero sin prescindir, por supuesto, de nada de lo que habitualmente consumo. Que ya de por sí es más de lo que suelo comer, todo sea dicho.
 
Si alguien me manda un mensajito esta noche con el resultado del Madrid de basket, se lo agradecería. No diré de la forma, porque algunos pueden enviarme mensajes en cada canasta para que conseguir ver su recompensa aumentada.
 
Si vais en metro y quereis salir a la calle, salid por donde creeis que es en vez de seguir a todo el mundo. No van a tu salida, van a hacer trasbordo y dejarte en la salida por la que nunca ha salido nadie, ni el que la horadó. Atravesar estaciones de tren en las que no hay nadie a media noche tiene su emoción, pero con que lo disfrute yo, es suficiente.
 
Querría deleitarlos con cosas emocionantes y apasionantes, pero la verdad es que no las tengo. Siendo honrado, no contaba con escribir, pero estoy haciendo tiempo antes de irnos a tomar algo y a cenar. Lo único que puedo contar es la discusión de la comida. Dos españoles justificandome que se subvencione el cine español y se obligue a las salas a emitirlo. ¿Estamos locos? ¿Desde cuando hay que imponer la cultura? Y eso, considerando que por el hecho de que sea cine español ya haya que encuadrarlo en la categoría de cultura. Si hacen películas buenas, la gente irá a verlas. Es lo bueno del cine, que a la gente no le importa correr riesgos porque, aunque haya subido hasta tarifas insospechadas, tampoco es tanto como para negarse a ver una película de la que te han hablado bien. Me hablaban de la mafia de las distribuidoras (a la que queremos cambiar por la mafia del estado), de que los cines no tienen que buscar la rentabilidad ( eso debe ser en el mundo de las golosinas, cerca del país de las piruletas ). Sobre la defensa al proteccionismo no me he puesto a discutir, porque veía que iba a sacar el libro que llevaba en ese momento en el bolso, lleno de preciosos gráficos de economía defendiendo el libre mercado, el capitalismo, y la supresión del proteccionismo (salvo en casos particulares, todo sea dicho).
 
Y después de este párrafo precioso que según escribía más me convencía que no va a leerse nadie nunca, salvo castigo impuesto por corte marcial, me despido como cada día, deseando la felicidad a todo el mundo.
 
Por cierto, que grande es llevar algo de música en la DS y ponersela en la habitación del hotel al llegar. Estaría bien un modo de jugar mientras suena la música, pero me temo que la pobre consola no daría para tanto. 

2 comentarios:

Gárate dijo...

Hombre, si tuvieras una buena conexión Wifi, nos podíamos echar un Mario Kart... siempre que no nos echen del centro de Nintendo!

Respecto al cine español... no sé que pasa, pero me da pereza... Me da la sensación de lento... pero bueno, es sólo una opinión.

Nos vemos

nayade dijo...

vaya hombre, pues qué pena que no te esté pasando nada interesante en parís. la verdad es que teneros hacinados en un habitación y asaditos de calor no suena muy edificante... tengo allí una amiga ahora mismo (de alcalá de henares, por cierto) y tampoco está muy contenta.
no te opino sobre el cine, porque además de que no me he enterado de qué quieren hacer exactamente y por qué, es que tu opinión se sobra, me encanta tu estilo aplastante! (sentido positivo) :-)