Hay situaciones que sabes van a llegar, en las que sabes lo que va a pasar y en las que has pensado lo que vas a decir palabra por palabra, lo que vas a hacer lo tienes estudiado al milímetro y todo encaja en tu cabeza.
Llegado el momento, te das cuenta que hay frases que eres incapaz de decir, actos que eres incapaz de cometer y sentimientos que ni puedes ni quieres cambiar. Te das cuenta que, aunque puedas dar mil vueltas a todo, lo que quieres en el fondo está claro.
Pero por muy nítido que tengas tu objetivo, hay veces que lo ves alejarse y te das cuenta de lo difícil que puede ser alcanzarlo.
Lo único que queda es una vana satisfacción de haberte dado cuenta que sabes lo que quieres y que harás lo posible por conseguirlo, aunque parezca una hazaña. Probablemente caigas derrotado, pero al menos caerás con nobleza y orgulloso de ti mismo. Perderás, pero con una absurda sonrisa en la cara por pensar que has hecho lo correcto.
4 comentarios:
Oye MA, ha pasado algo?
Miedo me das...
Bueno, ya me contarás o me enteraré...
Si me necesitas, silba!
Vaya, justo hace poco pensé exactamente eso.
Y también hace unos pocos años.
Y también hace bastantes años.
Es real como la vida misma.
Olé my Friend!
Acuérdate de gritar AAAaauuuuuu!
vaya... suena mal, bueno medio bien pero duro. qué difícil calcular el factor interacción. yo ya nunca trato de planear lo que voy a decir, lo que contestaría en caso de... o de... sí, seguramente lo más positivo es eso, verse sinceramente en el momento, aunque después uno se vaya caminando desnudo por la calle
esa desnudez te hace sentir valioso
y eso es que lo eres. ánimo!
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