domingo, 24 de septiembre de 2006

Final de vacaciones

Por desgracia, en Cork no había acceso a internet gratis, así que no pude actualizar el blog. Haré un breve resumen.

Al salir del albergue de Killarney, nos cayó el gran diluvio universal. Una tromba de agua que hizo que al llegar a Cork tuviéramos que dejar secándose la mitad del equipaje. Respecto a la ciudad, nada especial, visitable en una gira larga por Irlanda, pero no para ir expresamente. Vimos la cárcel, el museo de la mantequilla, la universidad, varias iglesias, ... Lo típico. Alquilando un coche o unas bicis, la ciudad se puede ver entera en un día. El tercer día, que pensábamos hacer una excursión, acabamos pasándolo casi entero en el albergue. A las 9 llovía, y decidimos salir cuando parara. Pudimos salir a las 15:30. Eso sí, no cayó ni una sola gota de agua más. Lo más destacable del albergue de Cork era la sala de cine. Una pantalla gigante y unos puffs en el suelo, que nos entretuvieron dos tardes, con Harry Potter y el señor de los anillos.

La última noche fue en Dublín, y fue la más rara de todas. Era la única en habitación compartida, y tuvo de todo. Primero, al llegar por la noche había uno durmiendo ya en una de nuestras camas. Y roncando como un elefante. A ese en mitad de la noche subieron a echarle porque faltaba una cama y había un problema con su reserva. Vamos, que no tenía para esa noche. Antes de eso, fuimos a cocinar por la noche y ya habían cerrado la cocina, a las 21:00!!! Están locos los irlandeses.
Como datos extra de Dublín, fuimos al cine, que me costó 9,50 euros (sí, eso era solo una entrada). Vimos "Children of men", que recomiendo encarecidamente.

Lo más importante del viaje, sin embargo, no lo he dicho. Me lo pasé realmente bien con mi novia, que aún tiene que encontrarse un trabajo y estudiar inglés. Pero aún tiene tiempo para mejorar y hablar con muchos irlandeses, que es lo que necesita. Sus despistes y su falta de orientación siguen siendo impresionantes. Leer unas instrucciones que dicen que hay que girar a la izquierda al salir de la estación y que ella pretenda ir hacia la derecha inmediatamente no tiene precio.

Y nada, en unas horas ya tengo que ir a trabajar, a ver si me acuerdo de lo que tengo que hacer.

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