lunes, 16 de julio de 2007

El día después

Mirando atrás es fácil darse cuenta que llevábamos un tiempo en el que nuestra relación fallaba. No había peleas, pero tampoco había sorpresas. Nos habíamos ido alejando poco a poco sin darnos cuenta. Nos habíamos ido quedando solos el uno sin el otro, aunque siguiéramos hablando ajenos a esta realidad que se estabaq forjando.

Ella se dio cuenta antes, siempre supo más de las emociones que yo. Vio que estábamos distanciados, y que aunque nos quisiéramos, nuestra relación había llegado a su fin. Y tenía razón, por desgracia. Podríamos haber recurrido a la épica y haber intentado una huída sin sentido hacia delante, pero no habríamos llegado a ningún sitio.

Así que este fin de semana nuestra relación como novios la hemos concluido, pero ha empezado una relación como amigos que quizás un día permita que nuestros destinos vuelvan a entrecruzarse como siempre habíamos pensado. Quizás de este mal momento podamos aprender lo que ha fallado en una relación en la que lo único que lamentamos ambos es que haya acabado, porque nos seguimos queriendo. Y lo sabemos.

Nadie me va a oir una mala palabra sobre la que ha sido durante tanto tiempo mi novia. Nadie me va a oir un reproche, un culparla de que se haya acabado. Éramos dos, y los fallos, por tanto, son de ambos. Y los aciertos, y los grandes momentos. Y todos los recuerdos.

Espero que nuestros futuros sigan unidos. Nos conocemos posiblemente mejor que a ninguna otra persona, nos queremos, y siempre hemos estado muy a gusto juntos. Espero que podamos y sepamos ser buenos amigos, porque no quiero perderla, quiero tenerla a mi lado toda la vida. Quiero que ella sea feliz, porque se lo merece. Quiero que su vida esté llena de grandes momentos, de sonrisas, de tartas de chocolate, de diseños de ropa, de sueños e ilusiones, de atardeceres. Quiero estar cerca de ella, aunque llegue el momento en que sus besos y sus abrazos sean para otro. Me alegraré con su felicidad siempre.

1 comentario:

nayade dijo...

como estoy tan sensible últimamente, me he echado a llorar, te entiendo muy bien, y deseo que ese deseo se cumpla para ti.
mucho ánimo para ese corazón de oro