viernes, 2 de enero de 2009

Empezando con buen o mal pie, quién sabe

Otro año más que se termina, otra vuelta elíptica al sol completada. Debe estar bastante harto de vernos girar continuamente sin ir a ningún sitio.

La San Silvestre fue un éxito rotundo. Casi al principio de la carrera abandoné a mis tres compañeros de peripecia, que iban como locos zigzagueando entre la multitud, y me quedé tranquilito por el lateral. Decisión correcta, porque según los tiempos, llegué antes que ellos al kilómetro cinco. Meta volante para el tipo más elegante del grupo!

Hasta el kilómetro siete la cosa no fue mal, y contaba con aguantar estoicamente las rampas de Vallecas, pero en el ocho, ya mis fuerzas se volvieron escasas. Justo al pasar el hito del kilómetro ocho, además, recibí un mensaje en el móvil. Sin poder mirarlo, pensé que serían mis compañeros que ya habían llegado y me vine abajo pensando en la paliza que me habían dado. Cien o doscientos metros fueron hechos andando. Volví a correr un poco más, hasta el último repecho, andandito, andandito, hago mi caminito, y trotar los último metros. Tiempo total: 1h 0 minutos 42 segundos.

Bajar de la hora hubiera estado bien, por aquello de salir de otro cajón el año que viene, pero hacer 42 segundos tiene un encanto especial.

Debo felicitar a mis compañeros por haber bajado de la hora. Buena carrera, chicos.

Debo decir que mis gemelos aún son piedras, que andar duele y que soy feliz por la carrera.

Cena tranquila en mi casa, conversación con mi madre que iba a poner aquí pero omito ( sólo decir que mi madre tiene sus momentos, y yo me doy cuenta a veces bastante tarde de muchas cosas, en fin ), uvas, abrazos, besos y esperar antes de salir. Algún chat, sms, llamada para quedar y felicitar el año. Coger el coche, recoger a una bella mujer, recoger a otra bella mujer, atasco, fiestecilla tranquila y relajada, como queríamos todos, gracias a los que se pasaron que no estaba claro si iban a venirse por unas u otras razones, gracias a la dueña de la casa, gracias a todos.

Como el año empezó un jueves, pues nada, a buscar un bar abierto por Prosperidad, que no estuvo mal la relación calidad/precio, la verdad, y luego un sitio donde tomar una copa y hablar de lo divino y de lo humano.

Hoy me siento generoso, así que nada, voy a poner dos citas que me han gustado y que he visto por el mundo:
"Quiéreme cuando menos lo merezca, porque sera cuando más lo necesite" Totalmente de acuerdo.
"Esta Navidad, acuérdate de los que te han hecho ser quien eres" Sí, esta es de publicidad, pero la idea me encanta y me recuerda a varias personas, a alguna especialmente.

Besos a todos, sobre todo a ti.



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