sábado, 3 de enero de 2009

Paulo Coelho, El Alquimista

Paulo Coelho es uno de esos autores que medio mundo tiene en un pedestal y la otra mitad considera que son escoria. Sólo había leído algunas de sus columnas en los suplementos dominicales, así que no podía opinar sobre él con datos suficientes. Tenía curiosidad, como uno de los autores que más libros han vendido de la historia. Además, su biografía la verdad es que hace probable que sea alguien que pueda narrar experiencias al mundo.

Ayer en la biblioteca me llevé "El alquimista", que suele ser una de las referencias principales cuando se habla de este autor ( lo cogí junto a otros dos libros: "El secreto del mal" de Roberto Bolaño, ya contaré qué tal, y "Simetrías viscerales" de Jeanette Winterson, el principio es extraño y denso, aunque prometedor ). Por cierto, cero llamadas recibidas en todo el día, cuatro cuando estoy en la biblioteca. Lo mío es suerte...

El alquimista es un cuento largo con un único mensaje, que encima viene en la contraportada, no hay que ser muy perspicaz para descubrirlo: "cuando una persona realmente desea algo, el Universo entero conspira para que realice sus sueños. Así sucede si aprendemos a escuchar la voz del corazón y comprendemos aquel lenguaje que trasciende las palabras, el que muestra aquello que los ojos no pueden ver"

Como pieza literaria, no aporta mucho, como libro, tampoco. Así que la importancia que supongo se le puede dar al libro es por su capacidad de comunicar ese mensaje y por su capacidad de convencer sobre la realidad de ese mensaje.

En mi caso debo decir que no suelo creer en el universo apoyando nuestros actos, ni en un destino en el que realizarnos. No coincido con Paulo, me temo. Tiene razón en cosas, sí, y no se lo discuto, pero su mensaje es demasiado optimista: si quieres algo, vas a conseguirlo. Por desgracia, eso no siempre es así, y menos con los objetivos vitales que son a los que hace referencia el libro. Si ansías algo, si deseas algo, lucha por ello y haz lo que esté en tu mano, pero el universo no va a ayudarte, me temo. Tampoco va a ir a por ti. Ninguna persona tiene el universo girando en torno suyo, ni el destino escrito en ningún sitio, por suerte. Disponemos de un libre albedrío que nos permite tomar decisiones independientes del universo, y a la inversa, el universo garantiza nuestro libre albedrío al no intervenir en nuestras decisiones.

Es fácil creer en señales, en mensajes, ... Lo difícil es creer únicamente en nosotros mismos. Y eso es lo único que tenemos para tomar decisiones en el día a día y para nuestra vida.

Eso sí, coincido con Coelho en que el miedo, la comodidad, nos alejan de lo que realmente queremos. Esos son nuestros principales adversarios para buscar la felicidad.

2 comentarios:

E.C.M. dijo...

A mí no me gusta este buen señor... ni su forma de escribir... ni lo que escribe...
Normalmente el universo conspira para que no se cumplan tus sueños... por lo menos los míos!! XD... y que sería muy triste no creer sino en uno mismo, no señores, no, yo creo en mucha gente antes incluso que en mí (que yo me conozco!).
Ah, el propio amigo del Matto Grosso ¿? decía que no valía un pimiento y que no comprendía que hubiera vendido lo que ha vendido sino por la afición del mundo a los libros de autoayuda... y el tipo era leído, conste.

Nachete dijo...

os diría que yo soy de los que opina que es escoria, no él, sino lo que escribe, pero con suerte me regalais otro de sus libros panda de mamones

Nachete