lunes, 26 de enero de 2009

Las dos derrotas esperadas

Empiezo por el sábado, por aquello de respetar el orden cronológico: equipo de retales, debido a traiciones varias, exámenes, vacaciones en el extranjero,... Al menos, fue entrañable volver a ver al hermano que faltaba por jugar este año de delantero de nuevo. Sigue sin correr y fumando antes y después del partido, pero aún se acuerda de algunas nociones importantes.

Cuando el equipo contrario corre más, se coloca mejor en el cambio y tiene más cambios, está claro que poco podemos hacer. Así que con conformarnos con que no nos caigan muchos goles parece suficiente. Aunque a lo tonto últimamente me divierto en el campo. Creo que desde que hemos asumido que perder es nuestro destino, y que lo importante es divertirnos, la cosa ha mejorado algo.

Del partido, poco que comentar, porque nos pasaron por encima. Un gran delantero y algún otro jugador bastante majo, aparte de que hacian algunos movimientos bastante majos. Nosotros... poquito, poquito. Al menos ganamos la segunda parte, que no es poco.

Fuentecilla 3 - 7 Racing sportive
Goleadores: Nacho ( de falta) , Rafa, Álvaro.


Y el domingo empezó con muy mala pinta. A falta de diez minutos estaba solo en el campo. A falta de uno éramos cinco. Por suerte empezamos seis y a los tres minutos ya éramos siete. Los siete listos para ponernos hasta las cejas de barro y agua.

Del partido, destacar que el equipo contrario ha destacado por quejarse, quejarse y quejarse. Destacable la carrera de su portero recorriendo 40 metros para encararse después de una falta trivial. Sí, hemos hecho faltas, pero ninguna entrada fea ni con mala intención. Sí, ellos si daban patadas con mala intención o se revolvían en el suelo. Y se quejaban, una y otra vez. Hasta los huevos de oir quejas, tremendo.

En mi debe, un penalty que he hecho de forma triste. Me he quedado clavado por el barro, he llegado tarde y le he soltado una patada al delantero que iba dirigida al balón. Penalty claro e indudable. Del resto de goles, poquito a decir. Tenían un delantero que regateaba de maravilla y al que no sabíamos frenar, así que regateaba hasta qu quedaba uno solo que no tenía más que empujarla.

Nosotros, como siempre, haciendo esfuerzos terribles por meter un gol. Nos cuesta horrores, fallamos incluso balones en la misma línea de gol. Y sin cambios, otra vez, que hacen que la segunda parte se convierta en una imposible cuesta arriba.

La Ilustración 7 - Vatos Locos 1
Goleador: Milito.

No hay comentarios: