lunes, 25 de diciembre de 2006

Sorpresas navideñas


Cuando me he levantado y he visto mis regalos de Papa Noel (que nombre más ridículo tiene el pobre), tenía bastante claro lo que iba a poner como entrada hoy: una placa que me han regalado con bastante mala leche. La leyenda dice así: "No arreglen ni limpien esta habitación. A mi me gusta como es". Sin embargo, y como puede verse en la foto, al final he optado por algo bastante distinto.

Hoy hemos tenido comida familiar, como corresponde al día de Navidad. Y aparte de haber tomado un cordero que estaba realmente en su punto y unos pastelitos de esos que te tomarías toda la bandeja, he conocido al águila que aparece en la foto. A mi me ha sorprendido bastante, porque resulta que ese ave es uno de los animales que tiene mi primo (iba a decir mascotas, pero no se si puede considerarse así). Es, como ya he dicho, un águila, y la usa para cetrería. Lo que quiere decir que ese bello animalito tiene fuerza suficiente para matar un conejo, por lo que acercar los dedos a su pico no parece recomendable.

La hemos visto planear un poquito, alimentarse (un pollito) y comportarse de manera más o menos amaestrada. Como estábamos comentando, habría que imaginarse la conversación de unos niños en el colegio:
- Pues estas navidades me han traido un gatito
- Pues a mi me da igual, que a mi los reyes me han traido un perrito que puede comerse a tu gato
- Anda, dejaos de tonterias, que como traiga el águila de mi padre, de vuestros animales no quedan ni las uñas.

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