martes, 12 de febrero de 2008

Mi infancia son recuerdos de un patio de Granada

Me gusta la foto que ha puesto ECM en su blog, en la que salgo posando como si hubiera jugado de portero, cuando debería haber salido vestido de poste.

El caso es que esta foto me trae recuerdos de las primeras fotos que hicimos, años atrás, de la Fuentecilla. En esta foto falta gente, sí, igual que faltaba en aquellas. Por mencionar a alguno de los ausentes que debieran estar en todas las fotos que han marcado la historia de la Fuentecilla, Javi, sin duda. Le echaremos de menos en cuanto se vaya por el mundo, delo por hecho. También falta el único médico que nos queda en el equipo, aunque lo meritorio hubiera sido que hubiera aparecido el día de la foto. ¿ Conseguiremos disfrutar de su presencia más de tres partidos al año alguna vez?

Lamento que no hayamos sacado una foto como esta todos los años, para habernos visto crecer, para recordar todos esos momentos que hemos pasado juntos. Desde el primer año en Fuente el Saz, jugando contra El Rincón de Portugal y sus patadas a la rodilla. Tercero de BUP fue nuestro primer año, si mi memoria no me falla. Cuando el único que tenía novia era el que ya se ha casado con ella. Poco a poco fueron apareciendo más mujeres en la grada, mujeres que venían a hablar entre ellas, sin importarlas el fútbol. Recuerdo todos metidos en dos coches, porque no teníamos ni carnet de conducir, ni coches que llevar. Recuerdo ir en coche las primeras veces, con mi padre. El sí que veía los partidos. Algunas de las que poblaban la grada se fueron, algunas aún pueden recordar esos partidos con nosotros.

En mi mente hay destellos escasos que resumen todo lo que sucedió en esos años: mi primer gol, mi gol de portero en el último segundo que significó el empate y un subidón de adrenalina, un pase desde mi campo a Javi para que marcara, un gol de Nacho que nos hizo ganadores del grupo B, el gol que nunca se me olvidará de Javi, el despeje de Luis que casi parte la espalda de Antonio, los exámenes de física de Nacho, las carreras de Borja por el campo... Nuestro único hincha animando desde la grada con su hija, la que aún viene a veces a vernos. Ella sí que es ahora nuestro único hincha.

Por el camino mucha gente se puso la camiseta, y muchos se la quitaron. Perdimos a Guille, a su hermano, a Borja, Puce, Migue, Iván, Ruiz, Antonio, Jesús, otro Jesús, LuisJe, Hassan, Rafa... Parte de la historia de nuestras vidas se fue, parte vino.

Los que hemos estado presentes en el 90% o más de los partidos de la Fuentecilla, cuatro: Luisli, Nacho, Javi y yo. Ojalá podamos seguir muchos años, hacernos más fotos como esas, y disfrutar mucho más tiempo.

Esto siempre fue más que un equipo de fútbol, era un grupo de amigos que jugaban al fútbol y se divertían. Sin malos rollos. Sin estrellas.

Por eso me gusta que la foto sea después de una derrota, y se nos vea contentos. Porque lo importante de la Fuentecilla no era lo que sucedía solo en el campo, sino lo que había por detrás. Y por detrás sigue habiendo algo más que una camiseta en común.

2 comentarios:

Nachete dijo...

Como te dije ayer casi lloro leyendo lo de Fuentecilla pero hay algo que no entiendo ¿Por qué el patio es de Granada? ¿Tu eres de Granada? porque Machado es de Sevilla y la Fuentecilla de Fuente el Saz.

vatos dijo...

Porque siempre me confundo de ciudad cuando pienso en ese poema, lo que dice mucho sobre mi memoria...

Yo soy gato, gato, como demuestro en la portería siempre.