Podría escribir del domingo y del partido al que ECM, que es un mierda, nos llevó. Quedó claro que nuestro estado de forma es lo más triste que se ha visto nunca. Vale, podemos trotar como cochinos jabalíes, pero de ahí a poder jugar al fútbol, aún queda trecho. Yo marqué un gol de los que hasta Raúl sería capaz de marcar y dejé buenas sensaciones. Este año vuelvo en forma.
Llegué a casa, donde no cené, debido a que no había nada que cenar, y pasé una noche de mierda por diversos motivos. Llegué al trabajo el lunes con una cara tal que me preguntaron los que volvían ese día si yo también regresaba. Ojalá hubiera llegado en ese momento de unas largas vacaciones de dos meses aislado del mundo en Siberia.
Ayer cené con gente que llevaba mucho sin ver, y de los que uno se alegra que les vaya bien. Me nutrieron, lo que en estas fechas es un detalle, me dieron agradable conversación y me permitieron demostrar mis habilidades jugando al mentiroso, juego al que empecé siendo un paquete y fui cogiendo soltura con el tiempo. No es que me apasione, pero bueno, fue divertido, que es lo que quiero ahora. Cosas sencillas, entretenidas, sin complicaciones.
Entre medias de todo esto he decidido irme a la playa este fin de semana. El viernes es el cumpleaños de mi señor padre y voy a darle una sorpresa apareciendo a las 6:15 de la mañana por allí. El año pasado no pasé por Benicasim en verano, y este año, como que ya toca. Dudo que me encuentre a nadie allí, por lo que es un fin de semana probable de estar en casa con mis paters. Uno al año no hace daño, ¿ no ?
Por cierto, nunca pongo citas como hace ECM, que sí, que es un mierda pero pone alguna frasecilla maja. Hoy pondré una de Luis Sepúlveda en "Historia de una gaviota y el gato que le enseñó a volar", un cuento que saqué de la biblioteca buscando otro libro del mismo autor.
"Sólo vuela el que se atreve a hacerlo"
Ahora estoy con "Cómo me convertí en un estúpido". Ese podría escribirlo yo también, aunque prefiero imbécil a estúpido, tiene mucha más fuerza.
Llegué a casa, donde no cené, debido a que no había nada que cenar, y pasé una noche de mierda por diversos motivos. Llegué al trabajo el lunes con una cara tal que me preguntaron los que volvían ese día si yo también regresaba. Ojalá hubiera llegado en ese momento de unas largas vacaciones de dos meses aislado del mundo en Siberia.
Ayer cené con gente que llevaba mucho sin ver, y de los que uno se alegra que les vaya bien. Me nutrieron, lo que en estas fechas es un detalle, me dieron agradable conversación y me permitieron demostrar mis habilidades jugando al mentiroso, juego al que empecé siendo un paquete y fui cogiendo soltura con el tiempo. No es que me apasione, pero bueno, fue divertido, que es lo que quiero ahora. Cosas sencillas, entretenidas, sin complicaciones.
Entre medias de todo esto he decidido irme a la playa este fin de semana. El viernes es el cumpleaños de mi señor padre y voy a darle una sorpresa apareciendo a las 6:15 de la mañana por allí. El año pasado no pasé por Benicasim en verano, y este año, como que ya toca. Dudo que me encuentre a nadie allí, por lo que es un fin de semana probable de estar en casa con mis paters. Uno al año no hace daño, ¿ no ?
Por cierto, nunca pongo citas como hace ECM, que sí, que es un mierda pero pone alguna frasecilla maja. Hoy pondré una de Luis Sepúlveda en "Historia de una gaviota y el gato que le enseñó a volar", un cuento que saqué de la biblioteca buscando otro libro del mismo autor.
"Sólo vuela el que se atreve a hacerlo"
Ahora estoy con "Cómo me convertí en un estúpido". Ese podría escribirlo yo también, aunque prefiero imbécil a estúpido, tiene mucha más fuerza.
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