domingo, 21 de diciembre de 2008

Lanzando satélites al espacio a patadas

Para los que se hayan perdido algún capítulo de mi vida, haré un resumen rápido: estoy en mitad de Francia, en una sala de control de satélites, porque digamos que trabajo haciendo software para controlarlos y uno de nuestros clientes acaba de poner uno en órbita.

El invierno llega con su noche más larga del año y yo perdido en mitad de ninguna parte, depsués de haber conducido, después de años, un coche manual. El mundo está loco.

Aquí estoy hasta el 29 de diciembre, así que ninguno espere artículos originales y chulos hasta entonces... Quizás ni después...

Jueves y viernes de cenas con la empresa. Destacable el jueves, en el que acabamos realmente tarde y gracias a que el último sitio al que fuimos tenía una cola realmente considerable. Lo pasé bien, a veces tiene su gracia salir con gente con la que normalmente no coincides, alguno te sorprende, por suerte, para bien.

Hoy, día de viaje. Iberia me ha invitado a la sala vip, a tomar copazos. Debería haberlo hecho, porque el surtido de bebidas es espectacular. Si no llego a tener que conducir, pruebo alguno de los whiskys chulos que tenían. Si me hubiera servido un copazo, quizás hubiera llevado mejor la pequeña avería en el avión que nos ha tenido hora y cuarto en tierra sentados en esas cómodas butacas. Al menos he dormitado algo...

Luego, para conducir por Francia. Primera vez que conduzco en un país extranjero, primera vez solo y primera vez en una ruta que ha ido por autopistas y por caminos rurales. Me he perdido poco, y en un despiste que he arreglado en un minuto escaso. Sorprendido de mi mismo estoy. La vuelta al coche manual ha sido menos traumática de lo esperado. Sólo se ha calado dos veces, y ya parando en ciudad en semáforos. Es curioso ver una autopista de cuatro carriles con límite 130 y la gente respetandolo. En España en esa carretera se alcanzan los 180 de media tranquilamente.

Y nada más por hoy, como pueden ver, ando algo ocioso, porque lo que vigilo funciona sin problemas y lo que podría hacer, no me apetece hacerlo en absoluto. Quizás me ponga a estudiar, pero o me tomo quince cafés, o caigo doblado en breve.

Besitos y cuidenseme, por favor. Sobre todo tu.

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