domingo, 28 de diciembre de 2008

Tranquilidad de espíritu

A dos grados bajo cero otro día más. Si no me toca volver a rascar el coche, sorpresa me llevaré. Espero, eso sí, que no haya placas de hielo, que eso no me haría ninguna gracia.

Estos días aquí no es que me hayan servido para mucho. Este es mi penúltimo turno, y no me ha dado tiempo ni a leerme un libro, ni a estudiar siquiera. He visto alguna película, pero poco más.

Lo único para lo que me ha servido estar aquí es para estabilizarme un poquito emocionalmente. Había una situación que no iba ni para adelante ni para atrás, y digamos que he dado un paso adelante. Parece que después de ese paso lo único que había era un muro, pero bueno, prefiero darme una torta que estar con dudas e incertidumbres, que no me aportan nada positivo.

Casi me sorprende a veces dar pasos, cuando siempre he preferido dejarme llevar y esperar. Quizás esté madurando, o quizás empiece a estar ya de vuelta de algunas cosas.

Curioso como uno puede sentirse bien por darse una torta o por equivocarse...

No hay comentarios: