martes, 27 de enero de 2009

El aplauso que nos delata

Ayer, como ya comenté por aquí, nuestro presidente del gobierno se enfrentó a las preguntas de cuarenta ciudadanos. Había cien dispuestos, pero el tiempo es escaso cuando un se enreda en circunloquios para intentar suavizar o explicar cada respuesta.

El caso es que no hubo aplausos a ninguna pregunta, ni a ninguna respuesta, salvo en un caso: Izaskun, de Madrid. Una joven dependienta que tenía síndrome de down. Hizo su pregunta, sobre si iba a cumplirse o aumentarse el porcentaje de puestos reservados para gente con discapacidades, minusvalías o como se llame ahora, y se llevó una ovación. Zapatero la respondió, con tono de condescendencia, y ella comentó algo más, creo que referente a darle su curriculum al final. Segunda ovación.

¿ Porqué la gente consideró que había que aplaudirla a ella y no al resto de la gente que intervino ? Hubo madres trabajadoras con dos hijos en el paro, una adolescente africana, gente con cincuenta años que se había arriesgado para crear una familia y había fracasado... Ni una sola palma. Sólo para Izaskun.

Los que estaban en el plató aplaudieron por una única razón: no ven como algo normal que una persona con síndrome de down trabaje, se exprese, se comporte de forma natural. Les parece algo fuera de lo normal, algo destacable. Para ellos, no es algo cotidiano ni que se esperen. Ella puede hacerlo, como está demostrando. El resto, piensan que sin esa cuota de puestos reservados nunca encontraría un trabajo, porque la consideran "inferior".

Hace décadas, hubiera pasado lo mismo si una mujer hubiera dicho lo mismo, o un negro. No los veíamos como iguales. Aún nos pasa lo mismo con personas que tienen alguna enfermedad. Habrá profesiones que no pueda desempeñar, lógicamente, pero también existen las que no puedo yo llevar a cabo.

Algún día al fin veremos que somos todos iguales, y nos ahorraremos aplausos con los que pensamos que estamos dando más valor a lo que hace alguien, cuando realmente lo que hacemos es menospreciarle.

Mi aplauso para los que ayer se sorprendieron de que ayer esa chica fuera ovacionada. Y mi aplauso para los que la han contratado, porque son los que saben que puede trabajar y rendir como una más, sin necesidad de cuotas ni porcentajes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias a Dios, NO todos somos iguales-what a fuckin` horror!!!-.
No he podido aún ver el programa, pero confío en que quien ha contratado a Izaskun no lo haya hecho por las subvenciones que conlleva.
Estoy plenamente convencido de que las personas de estas casracterísticas pueden llevar a cabo trabajos tan bien como el que más, mucho mejor que otras personas... porque le ponen una dedicación de fliparlo que normalmente los "normales", los "no enfermos" no ponemos... y sé de lo que hablo, lo aseguro.
Por último, yo no tengo una pregunta, yo tengo una propuesta para usted: coja a toda la clase política, se den sus mercedes las manos en señal de amistad... y así, de la manita,se me van todos a tomar por el...
I.

Inkfected dijo...

Observador,..sí señor, muy observador. Y además tienes razón.