martes, 18 de agosto de 2009

Dando vueltas a un reloj

Una anciana sonríe en un balcón mientras riega las plantas. Por debajo de ella, pasa una madre con su hija, camino del colegio. La niña canta una cancioncilla infantil aprendida el día anterior. La madre la ha escuchado decenas de veces, pero aún así disfruta oyendo la felicidad melódica que escapa de la boca de su hija. Se cruzan con una universitaria que corre hacia clase, con la mochila persiguiéndola un metro detrás de ella, con unos libros en la mano que parecen resbalarse a cada paso. Se nota que el ejercicio que hace se limita a estas carreras matutinas para no llegar tarde a la primera hora. Casi derriba, accidentalmente, a la dueña de la tienda de la esquina, que subía las escaleras del metro en ese momento. Siempre camina radiante, con un aura alrededor que no deja indiferente a ningún paseante. No es una mujer atractiva, pero muchas cabezas se giran a su paso, directa hacia su tienda, donde tiene que retirar la verja. Un perro jugó hace unos instantes ahí, ahora ladra airado a un caniche que se ha acercado demasiado a su dueña. Esta le mira, con un gesto irónico en el rostro. Sabe que nunca atacará a ningún otro animal, que sus ladridos son una amenaza hueca y casi lastimera. Tira un poco de la correa y se lo lleva hacia donde está la portera del catorce, el edificio más emblemático de la calle. Apenas consigue saludarla, porque la portera sube, por las escaleras, hasta el segundo, a entregar una carta de un hijo que vive en el extranjero a su madre. Al sonar el timbre, ésta deja la regadera con cuidado en una esquina de la terraza.

--------------------

Mi conexión a internet viene y va, no tiene un día especialmente simpático hoy. Tampoco le costaría tanto ser agradable conmigo, si en el fondo soy buen tipo ( piense lo que piense esa multitud que se dirige hacia mi con teas encendidas y espadas oxidadas ).

Hoy no ha sido un mal día, contaba con que fuera mucho peor. Los desastres que se intuían se han ido, como el viento de poniente. Esperemos que no se hayan escondido para mañana...

Como mi nivel de información del mundo es escaso, no espere nadie que comente nada de lo que sucede en este planeta. Sólo aprovecho para escribir un poco y así, hacer que el tiempo en este país pase algo más deprisa, sea más efímero...

Besos a todos, sobre todo a ti...

No hay comentarios: