Alpisco y Pachá

El viernes, después de cinco meses, volvimos al Alpisco. Para el que no lo sepa, es uno de los bares a los que llevamos acercándonos de manera regular casi diez años. Un bar de copas pequeñito, en el que no cabe mucha gente, pero en el que el trato es cercano, los precios justos y ponen pequeños aperitivos con las copas (aceitunas, palomitas, ... cosas así).

Por culpa de una denuncia, han tenido que cerrar durante estos cinco meses y dedicarse a insonorizar el bar. También, ya que han tenido que hacer obra, han aprovechado para redecorarlo. Y ha quedado bastante bien, la verdad. Faltan las fotos que decoraban las paredes, pero han dicho que las irán poniendo poco a poco.

El caso es que el Alpisco es un sitio por el que da gusto pasarse. Hay música, pero está baja, haciendo meramente de hilo músical. Es un sitio en el que puedes hablar con los amigos. Uno de esos bares en los que da gusto estar, porque no tienes que estar comunicándote a gritos. Puedes mantener una conversación con un grupo amplio de gente, y seguirla sin problemas.
Y a fin de cuentas, para eso es para lo que quedo con mis amigos, para poder hablar con ellos.

Después del Alpsico nos fuimos a Pachá. Hace años me prometí a mi mismo no entrar en Pachá, pero, como me cambiaron las condiciones, entré. Por las condiciones me refiero a que me salió gratis. Íbamos cuatro, y decidieron comprarse una botella. Eso implica que pueden pasar cuatro personas por el precio de la botella, y tienes una mesita y todos los refrescos que quieras para tomártela. El único problema es que esa botella te cuesta 120 euros. Y no me he equivocado en la cifra.

Eso sí, estás en Pachá y puedes decir que hay mujeres espectaculares bailando alrededor tuyo, pero, honradamente, qué más da. Quitando cuando estábamos en la mesa en la parte de arriba, que se podía hablar, en el resto de sitios ya solo puedes hablar con el que tienes al lado. Al oido y a gritos, claro. Y tengo mis dudas sobre si a las 3 de la mañana, cuando la discoteca ya se llena, todavía puede hablarse en la planta superior.

Desde mi punto de vista, el Alpisco le da mil vueltas a Pachá. Cuestión de cual sea tu idea al salir por la noche, si estar hablando con los amigos o viendo mujeres contoneandose. Mis amigos ganan.