miércoles, 18 de abril de 2007

Como en el cole

Hoy hemos tenido en el trabajo uno de esos días que tanta gracia tenían en el colegio: cambios de sitio. En nuestro despacho de doce personas se ha ido exactamente la mitad y han venido otros tantos para sustituirlos. Entre medias, hemos movido mesas, armarios y casi paredes (eso vendrá después). Vamos, que esta tarde, trabajar, lo que se dice trabajar, poco.

Aprovechando la coyuntura de cambios, he aprovechado para hacer jugada ruín y pasar de estar con mi ordenador perfectamente orientado a la única puerta del despacho a tener a mi espalda una preciosa pared que me proporciona algo más de intimidad. No es que me preocupe mucho que me vean navegando por internete o viendo el correo, pero hay enlaces en los que uno no se atreve a pinchar cuando sabe que cualquiera puede pasar detrás de su monitor.

Quitando eso, lo único reseñable de la semana hasta ahora es el Kororimpa, juego de la wii que saca gran partido al mando. Básicamente guías a una canica por un mapa y la forma de moverla es ir girando el mando. Bastante fácil, pero no por ello deja de estar curioso el tener que ir girando el mando hasta acabar manejándolo en posturas realmente extrañas. O dejándote lo muñeca, lo que prefieras.

Y la verdad es que nada más, quería escribir algo antes del fin de semana por eso de que mañana saldré, el viernes saldré, el sábado habrá partido y también habrá que salir... Y a fin de cuentas, que el blog sea una crónica de dias saliendo hasta las tantas da una imagen un tanto deformada de mi, persona seria y respetable donde las haya, como todos sabeis. Al que lo dude se lo cuento un día de estos de madrugada...

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