domingo, 22 de abril de 2007

Empezando el torneo de primavera

Ayer empezó el torneo de primavera, o trofeo Marca. Y empezó con sufrimiento y dolor físico.

Como el equipo de Javi H. estaba sin portero, me convencieron para que fuera a jugar con ellos. Y allá que me fui. Además, venía bien que me pasara para descubrir donde estaba el campo donde íbamos a jugar, que era el mismo en que la Fuentecilla jugaba por la tarde. Así que, con una hora de margen, quedamos para localizar el campo y empezar la copa. Y nos sobraron dos minutillos, como mucho. Atravesamos zonas no muy buenas, descampados, fuimos campo a través, pero llegamos.

El partido, después del paseito para llegar hasta allí, nos pilló cansados. Así que era inevitable que nos metieran dos goles en la primera parte, uno de ellos un golazo por la escuadra. En la segunda, logramos presionarles algo más, y, si no nos hubieran metido un golazo de volea, podríamos haber empatado. Lástima. Un 3-2 que les va a dejar las cosas complicadas para pasar a la siguiente ronda.

Por la tarde, la Fuentecilla. Como ya sabíamos donde estaba el campo, Juanjo y yo sólo tardamos cincuenta minutos en llegar. Estoy pensando en buscarme un curro como copiloto en el Paris Dakar, que no tengo precio. Como alguien dibuje en un plano el recorrido que hicimos, pasamos a ser el hazmerreir del planeta.

El caso es que, para variar, tuvimos que montar un equipo de la nada. La Fuentecilla, de los 12 que somos, sólo íbamos a ir seis, así que engañamos a dos para que nos ayudaran. Gracias eternas. Lo primero que vimos es que, en campos algo más largos del nuestro, sufrimos lo indecible. Nuestra condición física es bastante lamentable y se nota. Luis a la tercera carrera ya estaba pidiendo el cambio, y en cuanto alguien del centro del campo subía, bajar se convertía en una hazaña. El caso es que en estas condiciones, logramos marcar un golito, ayudados por el hecho de que el equipo contrario tenía a un jugador de campo como portero. Así que un balón de cabeza tocado por Luis al segundo palo se lo comió el portero. Y así concluyó la primera parte.

La segunda no pintaba bien debido al cansancio que empezábamos a acumular y a como pegaba el sol. Y el caso es que la cosa se torció. Empezamos a defender solo los dos centrales y el portero, porque el resto del mundo no bajaba prácticamente nunca, destrozados como estaban. Y encima en la posición de segundo central jugó todo el mundo, porque recuerdo a Javi H., a Carro, a Juanjo... Así que estábamos bastante descolocados. En estas condiciones, no es raro que nos marcaran tres golitos y alguno más que estuvieron a punto.

Así que tocaba empujar, para lo que sólo hay una forma, reducir el tamaño del campo. Así que yo empecé a jugar bastante fuera de mi área y empezamos a presionarles bastante arriba. Y en una de esas Luis logró marcar otro golito, que nos situaba a falta de un gol del empate, que nos permitía seguir confiando en clasificarnos. Pero el tiempo pasaba.

A falta de menos de un minuto, perdiendo de uno y bastante cansado todo el equipo, el balón acabó en mis pies y lo vi claro. Su portero estaba también bastante cansado y no debía haber jugado nunca en esa posición, así que pasé el centro del campo y busqué un tiro a la escuadra. Lógicamente, el balón no fue a la escuadra, sino al centro de la portería, y con la altura y fuerza suficientes para que al ir a cogerlo, se le resbalara entre las manos al pobre portero. Empate con golito mío. Me encanta que los planes salgan bien.
Y así acabó el partido en ese precioso secarral. Para que os podais hacer una idea del calor que hacía, su portero, mediada la segunda parte, emepzó a vomitar y tuvo que ponerse otro. Y yo llegué con la cara bastante roja a casa. Pero valió la pena. Tercer gol como portero de mi vida. Segundo en el minuto final que significa un empate. Porque la vida puede ser maravillosa.

Fuentecilla 3 - Que te calles 3
Goleadores: Luis (2) - Mario.

Yo luego quería quedarme tranquilamente perreando en casa, pero finalmente Paino me convenció para bajar a cenar al lado de mi casa con el señor Gárate. Buen sitio para cenar el Gañán. Al menos volví pronto, con lo que pude ver el Madrid - Valencia y ver que los tres partidos del día evolucionaron de la derrota a la victoria.

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