Frikeando por Navarra

Hay gente que aprovecha los puentes para hacer excursiones, otros para ir a la playa a descansar. Otros aprovechan para hacer chapucillas en casa. Y nosotros nos hemos dedicado a hacer el friki por Navarra.

¿ En qué consiste hacer el friki? Consiste en pasarse días encerrado en una casa jugando a juego tras juego de tablero, de cartas, en la wii ... Y no precisamente al monopoly o al trivial. Pongo la lista de los juegos más frikis a los que hemos jugado, con sus respectivos enlaces, para que sirva de ejemplo: Bang!, Munchkin, Chez geek, Risk 2210, Descubridores de Catán y el Cash and guns. Se nos quedó pendiente el Axis and allies, con gran dolor por nuestra parte. Y posiblemente se me olvide algún otro, que mi memoria ya no es lo que era.
A estos juegos hay que agregar el rayman, el wii sports y el wii play de la Wii, el singstar de playstation, el Party & Co Extreme, el Tabú, y partiditas al poker y al mus. Como se puede ver, no faltó ocio.

Comentar todos los juegos uno a uno con sus respectivas partidas a lo largo de cinco días sería terriblemente aburrido, así que lo omito. Unas pinceladas y ya está: el Catán, al que le tenía bastantes ganas, es muy entretenido. Da juego, hay piques, y es relativamente rápido de jugar. El risk 2210 mejora al risk normal. El cash and guns es mejor de como nos lo contó la vendedora el día que finalmente nos llevamos el fórmula De. La wii con gente es genial, si lo dudais, preguntadle a Javi. Jugar al mus hasta las seis de la mañana con tres personas con diferentes grados de embriaguez es muy gracioso, siempre y cuando no apuestes 73 a chica y los pierdas de forma aplastante. Hay teóricos del poker que dicen que es más divertido dejando sólo las figuras, pero no lo vemos claro. Esta teoría resulta ser extrapolable a todos los juegos. Mis estrategias en el Bang son absurdas, y si me llega la dinamita, me inmolo inmediatamente. La única forma de que yo cante algo bien en el singstars es en falsete, lo que produce gran regocijo a mi alrededor.


En otro orden de cosas, Juanjo nos debe 21433533213 litros de calimocho que tiene que beberse en media hora, en el momento que nosotros designemos, debido a una apuesta que perdió deliberadamente. Pablo, aparte de mandarme callar (con toda la razón del mundo) y proclamar a los cuatro vientos que las inglesas están buenísimas, hace unos dibujos espectaculares en cuanto le matan en el Bang, razón por la que le disparo siempre. También está muy intrigado por el motivo de que el aire salga más frío con la boca casi cerrada que con la boca abierta (razón aquí). Luis está dolido por no haber jugado al axis and allies (vulgarmente conocido como el "eje anal") pero a cambio ha proporcionado grandes momentos de alta cocina (sobre todo después y gracias al desastre de mis dos tortillas, por el que pido perdón público. Aún busco explicaciones y tengo una buena teoría). Piru nos privó al final del documental sobre la caída del imperio egipcio en manos de los romanos, pero su teoría sobre el poker, expuesta más arriba, nos dio innumerables momentos de diversión. Javi deleitó en las artes plásticas, con sus demostraciones tanto en la danza como en la canción. Y las mujeres, unas heroínas, porque aguantar a semejante panda de gentuza tiene tela. Me metería con ellas, pero me dan miedo. Pavor.

Por otra parte, he batido mi record de dormir poco en un viaje: no he llegado a dormir siete horas ningún día y más de seis sólo dos. La culpa es de mi organismo, que si se desvela a partir de las 10:00 - 10:30 le resulta imposible volverse a dormir. Así que me he despertado el primero todos los días. Record absoluto. Y alguno incluso he estudiado antes de que bajara el siguiente. Siendo honrado, el tiempo total de estudio no ha llegado a dos horas, pero menos da una piedra.

Resumiendo, cinco días muy divertidos. Buenos juegos, buena comida (mucha y en horarios pintorescos), mucha diversión, alcohol (en cantidad más que suficiente para los que lo demandaron, que no fueron pocos) y grandes amigos. Un gran plan para un puente. Y ahora, del cielo al infierno: empiezan las tres semanas antes de exámenes.