lunes, 24 de marzo de 2008

De vuelta


Ayer regresamos de una breve pero entretenida estancia en Benicassim. Curioso que el tiempo fuera mucho peor que la que hicimos en diciembre, lo que tiene el cambio climático y el calentamiento global, sin duda.

El jueves, el santanderino y yo intentamos bañarnos. El no pudo pasar del ombligo; yo llegué hasta el cuello, pero más por cabezonería que por otra cosa. Eso sí, llegar y salir para poder sobrevivir, que es lo que toca. Madre del amor hermoso, que frío glacial. El viernes, el mierda que firma como ECM bañose, pero por ese entonces el resto estábamos en la punta del espigón, mirando al mar.

Recordando nuestras jugadas características, sobró una tonelada de comida. Bueno, entre una y dos. De hecho, casi volvemos con más comida de con la que salimos debido a las sobras que nos dieron del arroz a banda ( excelente, como siempre ). Medimos bastante mejor el alcohol que la comida, que duda cabe. Nos faltó quizás otra botella de pacharán, otra de ron miel ( gran descubrimiento, pardiez ) y nos sobró el barril de cerveza que ECM se empeña en comprar siempre y que no aporta nada de nada, más que toneladas de espuma.

Por destacar algún momento de ocio comunal, el juego que se inventó aquella que nos dejó el móvil sonando cada diez minutos desde las cuatro de la mañana porque tenía una llamada perdida desde NY estuvo bastante bien. Los vecinos deben odiarnos todavía y preguntarse que hacía esa gente a la una de la mañana gritando Goooooooooooooooool! a voz en grito desde la terraza. La imitación de Gollum por parte del cántabro también fue memorable. Mis brazos aún recuerdan tener que hacer flexiones. Madre mía, que poca fuerza tengo. Y que a ECM le dijeran miles de veces que era un mierda... Joe, verdad verdadera, sin duda.

Quitando el ocio comunal, me gustó mi paseito el primer día por la playa y el espigón, a las cinco de la mañanita, sin nadie en la cercanía, sin ningún ruido. El mar, el espigón y un servidor. El único ruido fue un sms que me encantó recibir. Gracias de nuevo. La verdad es que me quedaría con otros recuerdos también, sí. No ha estado mal el viaje, a pesar de algunas cosillas que solucionaremos para el futuro.

Lástima que al final el biológo cuyo jefe le putea en todas las festividades santas del calendario no pudiera venirse, y eso nos privara de su compañía y la de esposa. Se os quiere mil y se os echó de menos.

La foto de arriba inicialmente supongo debía incluir ambos rostros, pero desde hay algunas que no saben enfocar. Sin embargo, como casi parece que tengo un físico aceptable, pongo la fotillo, que me hace ilusión. Y esto sin gimnasio ni nada, que como fuera... Como fuera me aburriría mil, para qué engañarnos.

Y nada más, gente. Un placer compartir los pocos metros cuadrados de esa casa con los que vinisteis. Espero lo repitamos.

1 comentario:

nayade dijo...

vaya! pues por la foto parece que hiciera un tiempo estupendo!
me alegro por esos buenos días de descanso!!
:-)