El jueves estábamos en casa casi antes de haber salido, descansados para el viernes. Día en que salimos, cenamos, primer mojito, primera copa, discusión eterna sobre la izquierda y la derecha, los privilegios morales que se arrogan unos, las subvenciones al cine que piden esos mismos. Grupo que se disuelve, cuatro valientes en busca de un mojito en La Caracola, excelente, al menos para mi poco adiestrado paladar. El regalo de esa visita fue descubrir que Quinto Parpadeo, grupo de flamenco recientemente descubierto por mi, da un concierto el día 29 al lado de mi casa. Sí, otro día que ya se que no voy a estudiar.
El viernes, después de las ya comentadas derrotas, estuvimos un poco en casa de JJV escuchándole tocar la guitarra. No lo hace mal el chaval, aunque pareceme que el Guitar Hero es más complejo. No le quitaremos méritos, que se le ve ilusionado. Luego, habíamos quedado en un bar que resultó estar cerrado, así que acabamos en taberna medio española medio guiri. Extraño, pero nos cobraron mal, así que tampoco diremos nada. Claro, que hicimos lo de siempre: nos han cobrado cinco euros de menos. Ah, vale, ¿ pues los dejamos de propina, no? Ahí tenías a unos que nunca llegarán a ricos. Otra posterior copichuela para volver pronto a casa. Triste cuando llegas a casa y mandas un sms a alguien confirmando tu deserción y está en un concierto que acaba de empezar. Por cierto, que algún día tenemos que pasar por el Café Berlín, que es otro sitio con música en directo. Cuan grande y desconocida es esta ciudad aún.
Domingo tranquilo, con su correspondiente derrota, por no ser menos que el resto de los días. Conversación telefónica con quien nunca había hablado por teléfono, curioso. Raro que no fuera más raro. Esta vida a veces es sorprendente.
En algún momento debiera ponerme las pilas y estudiar. En concreto, hace dos o tres semanas. Me presentaré a dos, Hacienda Pública, la asignatura con más presunciones y falsedades jamás vista ( el profesor que ha hecho los apuntes es un rojo convencido, sin duda ) y marketing superior ( o algo así ). Cuando abra el libro opinaré sobre ella.
Y siendo las 22:22, 22 me dispongo a estudiar ( o no ).
Aullad a la luna, como seres felices y libres que ansiamos ser!
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