martes, 8 de enero de 2008

Rearrancando

Bueno, de nuevo en el trabajo, empezando a trabajar después de las fiestas. Sí, parece que escribiendo no estoy trabajando, pero sí, lo hago, que hay cosas que pueden hacerse de forma simultánea.

El caso es que hoy lo difícil no ha sido despertarse, no. Lo difícil ha sido irse a dormir. A las 23:00 decidí estudiar, que me he propuesto presentarme a un examen en tres semanas, por alguna razón que aún no tengo muy clara. Así que nada, a pegarme con la hacienda pública. Media hora después consideré que para ser el primer día de estudio ya había sido suficiente, así que encendí la wii, cogí mi guitarra y me pasé dos o tres canciones, con éxito dispar. Luego me conecté a internete, y gané dos duelos a nivel medio de dificultad. Dos pardillos intentando ganarme con My name is Jonah, canción que domino por alguna extraña razón ( básicamente, porque es fácil ). Supongo que serán abueletes de 85 años con artritis, que los jóvenes no juegan en nivel medio, sino en los siguientes.

Llegadas las 0:00 me metí en la camita, confiando en dormirme. A las 0:45 aún seguía despierto. Y aún después, pero decidí dejar de mirar el reloj. Así que me pasé casi una hora, cobijado bajo las sabanas, dando vueltas a la cabeza. Te pasas todo el día intentando hacer cosas, no parar, tener poco tiempo para pensar, y acabas condenado a hacerlo por haberte despertado a la una. Ironías de la vida. El caso es que parece que al menos ahora cuando pienso estoy empezando a centrarme en lo que habrá por delante y no en lo que hubo por detrás, que estuvo bien, sí, pero bueno, se acabó. La mente alguna se fue allende los mares, pero volvió pronto. Seguirá pasando, lo se, es normal. Pero bueno, prefiero pensar en el futuro y confiar en que habrá alguien por algún lado con la que poder  montar una relación cojonuda. Si este año he montado relaciones geniales con gente con quien antes había tratado muy poco, o he recuperado algunas, eso quiere decir que en otro nivel puede construirse de nuevo algo que valga la pena. Aún no se si estaré listo, pero vamos, que habrá que ir pensando donde conocer simpáticas mozas. Ayudas bienvenidas, por supuesto.

También, debo decir, ayer acabé de leer "Maridos", de Ángeles Mastretta. Posiblemente peor libro que mujeres de ojos grandes, pero en la misma línea. Con historias que siguen llegandote al alma, historias de sentimientos, de emociones, de amores falsos, de amores eternos. De verdades, de mentiras, de sueños, de pasiones. Historias sencillas, de pocas páginas. Historias de gente creible, humanas. Aunque podía haberle dado más relevancia a los maridos, a los hombres, que también sueñan y padecen, y en la mayoría de los casos son meras excusas, meras sensaciones. Como pone por algún sitio, los maridos son un estado de ánimo. No coincido, los hombres también tenemos sentimientos ( quién me iba a decir a mi que acabaría escribiendo esto). Y en el libro no nos queda sino identificarnos con las mujeres, que  los hombres son en su gran mayoría, seres planos,  superficiales, tristes. Hay alguno brillante, sutil, pero son los menos.  Quizás sea así la realidad.

Y ahora sí que me toca seguir currando, que no me queda otra ya, que lo que podía hacer a la vez está finiquitado.

Sean felices currando, estudiando o simplemente viviendo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eres un lila... definitivamente... y si,... debes identificarte con las mujeres de Mastretta... sin duda.. el marido como kien dice es el qno se identifica con los sentimientos q ella describe.. q ganas de q me lo dejes!!! y luego Firmin... la rata q nació entre paginas roidas de libros y mas libros.. anda q no molaria llegar asi al mundo... jejeje... firma la carpintera filósofa de Hilversum ... ;)