Después de toda la semana hablando de política, hoy seguimos.
Primero, con una puntualización, el otro día escribí rápido y me metía con el cambio climático. Yo no discuto que exista el cambio climático, lo que discuto es la influencia del hombre en dicho cambio climatico. Si realmente fuera cosa nuestra, culpa del CO2 y demás, esperaría que fuera mucho peor todo cada año. Para mi que nos gusta darnos mucha más importancia de la que tenemos y que, además, a los medios les gusta siempre tener un "enemigo" en el que poder gastar dinero a espuertas y con el que poder hacer leyes y más leyes. ¿ Alguien se acuerda ahora de la lluvia ácida ? ¿ Del agujero de la capa de ozono ? Pues eso.
Puntualizado esto, ayer salimos un poquito, no mucho, lo justo y necesario. Fumis a una creperie en Martín de los Heros y luego a un establecimiento cubano adyacente al primero. Entre caipirinhas y daiquiries, sucedió la gran anécdota de la noche. Nos pregunta la que parecía la dueña del bar si puede interrumpirnos para decirnos algo, la decimos que sí, se queda mirando a mr P y le pregunta, ¿ tu de que trabajas? De programador, dice. Pues sabes, tienes semblanza de político, para mi que vas a ser un político grande. Y en este momento, todos lo flipamos, especialmente la suya novia, claro, que se vio de primera dama y no le hizo ninguna gracia. Pero vamos, que yo lo veo, mr P. A por ellos! Mi voto siempre lo tendrás tu antes que cualquier otra sabandija de esas!
Me voy al fútbol, donde creo que, si hay suerte, seremos 7. Os odio a los ausentes.
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