Porque entre tanto monográfico, hay que recordar que la vida sigue. Esta vida puñetera que a veces nos decepciona y a veces nos da la fuerza que nos hace falta para tirar hacia delante, siempre hacia delante.
Este, para que engañarnos, ha sido un buen fin de semana. Bueno, en general ha sido una buena semana, que demonios.
El lunes vimos Ratatouille, que vale la pena ver. Si alguien sabe preparar Ratatouille, que me lo diga, que me quedé con la intriga y me gustaría probarlo. Martes y miércoles fueron días tranquilos, de dar un agradable paseo y relajarse un poco. El jueves, tetería con cachimba.
Y llegamos al viernes, con una de las sorpresas del fin de semana: las alfombrillas de baile. Estuvimos en mi casa bailoteando durante horas con los dichosos inventos esos. Aparte de reirnos durante horas, sudamos como pollos. Hay que ver la cantidad de ejercicio que se acaba haciendo en uno de esos chismes. Y el talento y la coordinación que hacen falta para pasarse las pruebas difíciles, en las que casi nos hacíamos un nudo y caíamos al suelo. Después de esa paliza, se agradece que todo fuera en mi casa y la cama estuviera tan cerquita.
El sábado, doble alegría: el Victoria ya estaba abierto, por lo que pudimos ver allí el Madrid - Atleti, y encima el Madrid ganó. Fue tarde noche tranquila, de tapas y grandes conversaciones. Discusiones, entre otras cosas, sobre la guerra civil y la segunda guerra mundial lideradas, sobre todo, las tres enciclopedias con patas allí presentes, el arquitecto, el amable vecino y el cazador de facóqueros. Apabullantes muestras continuas de conocimiento casi infinito.
Del domingo, dos alegrías personales, que pueden parecer intrascendentes, pero que suponen bastante: logré volver a leer un libro rápido, en este caso jPod, de Douglas Coupland ( me lo esperaba mejor, ciertamente) y cociné de nuevo, aunque debo decir que la ocasión lo merecía y obligaba a ello. Hoy es el cumpleaños de la enviada de Vishnú y Lakshmi ( por poner dioses indios ) y, teniendo en cuenta el excepcional trato dispensado este verano y que íbamos a estar casi con toda seguridad a las 00:00 en su vivienda, no llevar una tarta era casi un delito federal. Así que, a toda prisa, logré hacer una tarta Sacher que no quedó mal, nadie se indigestó y a mi, al menos, me sabía buena. Y a la homenajeada le encanta el chocolate, así que parecía buena elección.
El único problema de estos cumpleaños que empiezas a celebrar a las 00:00, es que acabas metiéndote en la cama a las cuatro, y tienes que levantarte poco después, pero no vamos mal.
Digamos que vale la pena sufrir un poquito por veladas divertidas como esa. Por cierto, un éxito el juego del hombre lobo. Se empieza a ver que la lógica cada vez queda más apartada y entra en juego el odio de manera cada vez más clara.
4 comentarios:
Pues sí... la vida sigue, pase lo que pase en ella, y aunque en realidad tú quieras detenerte... ella manda y no te deja parar ni un momento, sigue adelante contigo o sin ti, sigue avanzando o retrocediendo (según el punto de vista), pero sigue, así que mejor agárrate fuerte y sigue con ella, que hay miles de cosas increíbles esperándote aunque en algún momento parezca que todo ha llegado a su fin y que nada espera al otro lado... cruza... te sorprenderás...
voto a breda!!! que es el lobo... y que se va a disfrazar de tabernera buenorra el finde que viene!!! yo quiero una cerve de su bandeja porfi porfi mozaaa!!!!
te echo de menos loca!
;)
mil gracias chicos por mi cumpli!!!os quiero mil
el comentario era mio, eh??
arriba esa tabernera!!!!yo tb la quiero ver, jo!!!fooootoooos!!!!
Meryfu
Publicar un comentario