Vienen los reyes

Hoy es noche de reyes, último de los eventos navideños. Mañana ya colgamos el cartel de fin de las fiestas navideñas, nos recuperamos el lunes ( al menos en Madrid, hay provincias que trabajan ) y el martes a volver a trabajar después de dos semanas de vacaciones. Dos semanas en las que podría haber estudiado, haberme preparado los exámenes... Dos semanas en las que no he hecho nada de nada.

Miento, mi cuarto está algo más ordenado, lo cual no era difícil de conseguir. He vuelto a encender y usar la wii, con el Guitar Hero III, cuyas canciones en nivel medio soy incapaz de superar, pero ni una sola. He salido bastante más que el año pasado por estas fiestas ( que se lo pregunten a este jueves a las 7 de la mañana, pardiez). Y hay cosas que parece que ya están claras. Ha habido malos momentos, como era inevitable, pero he sobrevivido. Así que confiemos en que el año sea un buen año, algo mejor, al menos. Confiemos en que el año sea lo que nosotros hagamos que sea, y que no nos arrastre como ya pasó el año anterior, que perdimos las riendas del año casi al comienzo, y no pudimos más que ver como corría desbocado.

A los reyes este año les podríamos pedir varias cosas, pero bueno, por no ponernos filosóficos con buenos deseos, con que nos traigan alguna victoria más al baloncesto me conformo. El resto de cosas prefiero participar en ellas y disfrutarlas. Que es muy fácil pedir la paz, o la tranquilidad, pero lo difícil es conseguirlas sin hacer nada. Así que nada, confiemos en que este año sepamos todos afrontar los problemas, y no dejarnos dominar por el miedo, que ha decidido demasiadas cosas en el año anterior. Como dice Quinto Parpadeo: "Si tienes miedo no mires atrás, mira palante. Mira lo que tienes, mira lo que eres"

Pues eso, que le echemos un poquito más de valor a la vida. Primero, para saber decir las cosas difíciles a tiempo, y no cuando ya no tienen arreglo. Segundo, para atrevernos a decirlas, que con silencios o mentiras no se llega a ningún lado. Tercero, para saber tirar hacia delante cuando ya sabemos que el camino por el que veníamos se ha acabado. Y Cuarto y último, para no conformarnos con lo que tenemos, con lo que somos, y esforzarnos cada día para ser más felices nosotros y hacer más felices a quienes nos importan.

( Con lo fácil que habría sido contar la noche de ayer, no se porque hay veces que me da por estas cosas que a nadie importan ).