miércoles, 17 de junio de 2009

La lluvia y más cosas del alma

La ruta de Francia en julio ha quedado ya perfilada: Carcassonne, Montpellier, Arles y Marsella serán los sitios donde durmamos. Veremos sitios donde los cátaros saltaban alegremente a la hoguera, murallas, castillos... Molará o será un infierno, igual de probable es ambas cosas. También hemos reservado alojamiento en Edimburgo, otro sitio caro y posiblemente infecto. Si alguien se anima en julio, que pregunte fechas, que se las diré gustoso. No las pondré por aquí por aquello de no contar las vacaciones en público y luego ser saqueado en el hogar, que casos ya se han dado por internet. Claro, que mis padres siguen en casa, es lo que tiene.

Antes del viaje de julio a Francia, me toca uno antes, en concreto, en siete horas. Diez días fuera de mi morada, con visita incluida a Munich, a ver a un viejo amigo. Puede estar chula la escapada, lástima que se anuncien lluvias. Por ahora, he superado mi record consiguiendo meter en la maleta sin facturar todo lo necesario para diez días incluyendo la cámara de fotos. Sorprendido estoy, sin duda.

Se que nadie me echará de menos por aquí, y que serán felices en mi ausencia, incluso hasta extremos insospechados, pero recuerden que, salvo desgracia, volveré. Y si no vuelvo, pues nada, que disculpen por todo y que sean felices. Repartanse mis bienes como buenas personas.

------------

Y si mi alejo, ¿ seguiré acordándome de ti o tu recuerdo irá disminuyendo con la distancia, perdiéndose de vista gracias a la curvatura de la tierra ? Probablemente viniera en mi maleta, como un polizón al que no verían en la aduana. ¿ Le dejarían pasar con todo el líquido que a mis ojos le ha robado ?

----------

Subi al avión, la puerta se cerró, y no pude oir tu última palabra. Claro, que llevabas años sin decirme ninguna. 

----------

Un aeropuerto antes de un viaje de trabajo es el peor laberinto al que enfrentarse, porque la salida que buscas ansioso solo lleva a un lugar peor. Sería mejor recoger el ovillo y volverse a casa. Por desgracia, el ovillo empieza en la parada en la que los taxis no pueden recoger a nadie, así que la entrada al laberinto es un nuevo muro. Sólo se puede salir por el aire, rumbo al trabajo.

---------

Lo fácil y lo imposible a veces son lo mismo. Es todo una cuestión de perspectiva. O de ser el que toma la decisión en vez del que no tiene más remedio que aceptarla.

--------

Espero que hasta mañana, sed felices, que os lo mereceis casi todos. Casi todos... Un beso para ti, que he estado demasiados días sin podertelo enviar.

No hay comentarios: