viernes, 19 de junio de 2009

Un glóbulo rojo que se escapa y muere aplastado contra el suelo

Un filete hecho con el cuerpo de la mayor criatura que haya pisado la tierra, regado con vino y con una tarta Tatin preparada con las manzanas que sobraron del árbol prohibido luchan en mi estómago para ver si pueden atraer sangre suficiente para hacer la digestión. Por ahora, parece un intento vano. En este estado no habrá forma de dormirse en horas.

Dormir, morir, tal vez soñar... Más dormir, que morir, más soñar que dormir. Que tu mente y tu cuerpo en un instante concreto del tiempo, estén disociadas. Una en mitad de Paris, delante de un ordenador. La otra, quién sabe donde. Buscando su lugar en el mundo, si es que tal cosa existe.

La probabilidad de que antes del lunes diga algo es escasa. Voy a ver si disfruto de dos amigos a los que hace tiempo que no veo en una ciudad que desconozco. Espero que la experiencia valga la pena.

Como digo siempre, sean felices en mi ausencia, ya que en mi presencia, como que no lo son :p


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