sábado, 16 de mayo de 2009

Madriz, Madriz, Madriz

Día de pradera, de gallinejas, entresijos, sardinas a la brasa y
churros. Once horas de pradera, once. Madrileños ejemplares que somos,
oiga. Ha estado muy chulo, la verdad. Un día tranquilo, pero con
conversaciones graciosas, y tiempo bien empleado. Se agradecen estos
días, sí.

Como observación del día, los refranes tienen sabiduría infinita. Hoy
acaba de ganar "ver la mota en el ojo ajeno y no la viga en el
propio".

Y el resto de lo que iba a escribir, se pierde en el olvido.

Besos... No hace falta que diga para quien...

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