lunes, 13 de abril de 2009

Los que tienen verdadero talento

Estos días he escrito pequeños esbozos, mini relatos por aquí. Hoy, sin embargo, quiero aprovechar para poner los libros que me he leído en esta última semana. De nuevo, debo decir que aún me queda un pequeño talento, que es comprar libros a ciegas. No funciona mal, al menos, para mis gustos literarios.

Ordenaré los libros por orden cronológico, por aquello de no construir un ranking
- Si nadie habla de las cosas que importan ( Jon McGregor )
- Por trece razones ( Jay Asher )
- El Álbum negro ( Hanif Kureishi )
- La posibilidad de una isla ( Michel Houellebecq )
- El Hospital de la transfiguración ( Stanislaw Lem )
- El consuelo ( Anna Gavalda )

Los dos primeros libros hablan de la comunicación, o mejor, de la incomunicación. De como somos incapaces de decir las cosas importantes, ( "Si nadie habla de las cosas que importan, ¿ por qué decimos que son importantes?"), de cómo somos incapaces de ser responsables de nuestras acciones y de calcular el alcance de nuestros actos. 

El Álbum Negro nos lleva a los suburbios de Londres en 1989. Unos universitarios pakistaníes, y sus mundos de marginación, religión, luchas, drogas... Interesante ver algunos dilemas del protagonista.

La posibilidad de una isla tiene un planteamiento, cuanto menos, curioso, que permite aprovechar la estructura del libro para meter reflexiones sobre el envejecimiento, el amor, las cosas importantes de la vida. Todo con un cierto cinismo, no vamos a negarselo.

El hospital de la transfiguración se centra en la historia que rodea a un joven médico en la Polonia del 39, que acepta un trabajo en un hospital mental. Aparte de las descripciones del entorno, la situación, la vida en ese momento, aprovecha algún personaje extra para meter alguna discusión algo más trascendente. Aunque eso, por lo que se dice, lo hace mucho mejor en otros libros, como Solaris.

El consuelo es un libro para paladearlo, para identificarse con el personaje ( o no, depende de cada uno ), para disfrutar con algunas de las escenas, emocionarse con otras, vivirlo un poquillo. Parece que el libro va a ir por un camino, pero finalmente gira y sigue uno distinto. Es uno de esos libros que dan un canto a la vida. Sorprendente la francesa esta. Entrañable el hecho de que haya mencionado, de pasada, el pueblo en el que estoy ahora.

Besos a todos, sobre todo a quienes me habéis aguantado alguna vez comprando libros. Deseando repetir la experiencia, como siempre :)

( También he leído algo de un tal Julio Nelson Alvarez, pero no lo mencionaré. Ese nombre, a algunos, nos causa temor y pánico )

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