domingo, 19 de abril de 2009

Muros de Hiedra

Tú, yo y un muro de silencio entre medias. Pequeños agujeros atravesandolo, por donde pasan frases manidas, tópicos, palabras que pierden el valor según salen de cualquiera de nuestras bocas.

Fuimos dejando que en el nexo que teníamos fuera creciendo, como una hiedra. Era cómodo tenerlo ahí, nos permitía proteger los secretos sin importancia, las escenas incómodas. Pero lo fuimos abonando. Fuimos añadiendo, poco a poco, ladrillos que no iban a caerse nunca. Cada ladrillo, un tema delicado, cada nueva fila, un momento más en el que nuestros ojos se esquivaban, sabedores de que no iban a encontrar respuestas al otro lado.

Es difícil que podamos derribar ahora esta pared de indiferencia. Lo hemos convertido en parte de nuestras vidas. Es en él, en su certeza, en lo que nos basamos ahora. Es donde apoyamos la espalda y nos dejamos caer cuando tenemos que llorar durante horas.

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Cuando al otro lado no habría ni eco, construirse un muro así sería tontería, aunque me valdría para practicar mampostería. En estos tiempos que corren podría ser útil...

Para los que les gusten los microrrelatos, como a mi, Anna María Shua es genial. Un gran descubrimiento, sin duda. Gracias mil!

ECM, Archipiélago Gulag lo he leído, lo tengo, y lo recomiendo encarecidamente. Nunca después de comer, porque revuelve el estómago lo salvajes que eran algunos. Deberían adjuntarlo junto al programa electoral de IU.

Descansen hoy y disfruten la semana entrante, piensen que la siguiente es más corta!

Un beso para todos, sobre todo para ti. ( hoy otro para ti muuuu...aks!)

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