domingo, 12 de abril de 2009

Relato - Dedicatorias

Decidí escribir un libro el día en que supe como dedicartelo. Siempre dicen que lo más difícil es la primera frase, arrancar. Eso ya estaba hecho, tenía mi frase, brillante, para dedicarte todas las palabras a las que iba a preceder. Un guiño que sólo tú entenderías, que el resto del mundo miraría y diría ¿ y esto ? Alguno sabría que esa frase tenía que ser para ti, pero no sabrían de qué estaba hablando. Un mensaje en clave en mitad de un libro que podría leer cualquier persona. El sueño de una noche de verano de un espía.

Sabiendo que el libro iba a estar dedicado a ti ¿ iba a ponerme a contar tu historia ? ¿ nuestra historia ? ¿ mi historia ? ¿ Sería mejor un libro de ficción ? Un libro en el que te identificaras con uno de esos personajes secundarios a los que el resto del mundo no prestaría ni atención, pero que yo sabría, tú sabrías, que su voz es la tuya y sus palabras no las inventé yo, sino que las robé de algunas tuyas anteriores. Quizás fuera mejor repartir guiños por el texto. Una anécdota en común, un lugar en el que estuvimos juntos, un diálogo que recordáramos ambos palabra por palabra. Una foto que se convierta en un capítulo, una carta que se entremezcle con la que un protagonista le envíe a otro.

Puedo dejarte de lado también. Que te busques en el libro, intentando encontrarte en cada situación, en cada diálogo, en cada emoción expresada y que no figures por ninguna parte. Puedo tenerte leyendo y releyendo el libro, sabiendo que tienes que estar ahí, en algún sitio, pero que no puedes encontrarte. Sintiendote culpable por no encontrar mis gestos. Sería una broma hacia ti, hacia el resto del mundo, que también te buscaría sin hallarte. Sólo estarías en esa primera dedicatoria.

Pero no contaré tu historia, ni la mía. Ni escribiré un libro de ficción donde mi fantasía tome las riendas y disimule mi realidad bajo otros ropajes. No escribiré un libro, ni un relato, ni un cuento. Te dedicaré la historia que estoy escribiendo, día a día, con trazo amplío y poco detalle. Te dedicaré, te dedico, mi vida. A fin de cuentas fuiste tú la que hiciste que, de nuevo, valiera la pena seguir escribiéndola.

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En otro orden de cosas y volviendo al MundoReal, Feliz cumpleaños!
Hoy ya es domingo, mañana lunes duermo en Paris...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Mario, que bien te sienta Francia, literariamente...
Si me dejas, me llevo este regalo de palabras, que también es mi cumple!
un beso guapo, cuídate.

vatos dijo...

Salvo que me equivoque, sólo conozco una persona cuyo cumpleaños fuera este domingo, así que la felicitación era directamente para ti :)

Anónimo dijo...

jo... que detalle! muchísimas gracias por la felicitación!
pero que me llevo un pedacito del relato, eh? que me ha encantado...
otro beso más!