martes, 30 de octubre de 2007

De todo un poco, como el día

Banalidades del día: dos grandes atascos, uno hacia el trabajo, otro volviendo. De suicidarse varias veces de no ir dormido en el bus. Después, en el partidillo del curro, nos han ganado 8-2, lo que siendo el portero, duele. La verdad es que eran mucho mejores que nosotros, y encima estaba entre ellos un amigo mío que juega muy bien al fútbol ( alguno lo recordará de un partido con la Fuentecilla al que vino y marcó un buen gol). Mi único consuelo es que he marcado un gol. Córner suyo que cojo, voy a dar pase largo y veo que no hay nadie delante, pero de ninguno de los dos equipos. Así que me he recorrido el campo yo solo y he marcado mi golito. Cuarto gol de portero que recuerdo en partido oficial.

Dejando de lado las trivialidades, hoy ha sido un día de varios correos importantes. Correos en los que veo como están algunos amigos, que creía que estaban mejor y a los que me gustaría ayudar si se dejaran, correos en los que hay otros que reconfortan más con lo que escriben que una meretriz babilónica, correos en los que la gente vuelve a demostrar su grandeza, correos en los que veo las dudas y las ilusiones que tienen otros... Correos en los que veo que tengo gente cojonuda alrededor. Alguno incluso que vuelve este viernes para España ( veamos por cuanto tiempo ).

Este ha sido, está siendo, que aún estoy convencido de que antes de final de año aún va a haber alguna sorpresa, un año tremendo. En lo bueno y en lo malo. Un año para descubrir a gente que no conocía apenas y redescubrir a otros a los que tenía perdidos y abandonados porque soy idiota, porque no hay razones lógicas para justificarlo.

También es verdad que entre medias me estoy llevando más conflictos de los que puedo recordar haber tenido en los últimos años. Algunos duelen más, otros menos, pero espero que todos se acaben solucionando, porque hay cosas que me van agotando mental y físicamente. Y tampoco voy muy sobrado de energías como para poder derrocharlas intentando arreglar problemas que ni siquiera tengo muy claro como han empezado.

Año de descubrir cosas, sin duda. De aprender a vivir de nuevo. De aprender mucho, pero a destiempo. De aprender tarde.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca se aprende tarde compañero ;)

Anónimo dijo...

estoy de acuerdo, nunca es tarde si lo que nos deparan esos aprendizajes es cosa buena...